Bernardo de Corbera, nacio a  finales de siglo XV -?, muere en el  siglo XVI. Canónigo de Barcelona; President de la Generalitat de Catalunya (1518-21).Fue nombrado presidente de la Generalitat el 22 de julio de 1518. Durante
 su mandato, se produce la coronación de Carlos I quien visitó Barcelona
 por primera vez el 14 de febrero de 1519 y juró al día siguiente como 
conreinante con la seremíssima reina Juana "La Loca", fórmula con la que 
discreparon los consejers de Barcelona. Tras discrepar también por la fórmula de convocatoria de las Corts, estas es pudimos celebrar el 12 de mayo de 1519.Durante 1519 y 1520, la peste y unas cosechas exiguas extendieron la miseria en todo el Principado. Con
 una presión fiscal alta, muchos nobles justifican el impago del fogaje 
de sus vasallos, ciudades como Girona o Agramunt retrasaban los pagos y 
Vic se declaró insolvente. La
 combinación de enfermedades y penuria económica hizo temer a las clases
 dirigentes que se pudiera producir una extensión de la revuelta de las 
Germanías del Reino de Valencia a Catalunya. De hecho, en Cambrils se produjeron disturbios en mayo de 1520 y en Tàrrega en marzo del mismo año.
jueves, 31 de marzo de 2016
Presidents de la Generalitat (Esteve de Garret)
Esteve de Garret, nacio en Tortosa (Tarragona) - muere en agosto de 1523. Fue arcediano de Tortosa y Presidente de la Generalitat de Catalunya (1515-1518).
Fue nombrado presidente de la Generalitat el 22 de julio de 1515. Había sido oyente de cuentas en el trienio 1.497-1500, acompañando a Pere de Mendoça.
Era hijo de Otón Francisco de Garret y María de Garidells. Se le atribuían vínculos familiares con Rodrigo de Borja, futuro papa Alejandro VI. Fue rector de Gandesa alrededor de 1499; procurador de Alfons d'Aragó en el arzobispado de Tarragona en 1513 y se le atribuye haber sido prior de Flix (Tarragona).
En su estancia en el frente de la catedral de Tortosa construyó la capilla del santo sepulcro y encargó el relicario de los serafines, obra de comienzos del siglo XVI. Parece que fue oficial de la inquisición coincidiendo con su mandato a la Generalitat, tal como se desprende de un encargo hecho a los abogados de los tres estamentos durante las Corts de Lleida (1515).
Fue nombrado presidente de la Generalitat el 22 de julio de 1515. Había sido oyente de cuentas en el trienio 1.497-1500, acompañando a Pere de Mendoça.
Era hijo de Otón Francisco de Garret y María de Garidells. Se le atribuían vínculos familiares con Rodrigo de Borja, futuro papa Alejandro VI. Fue rector de Gandesa alrededor de 1499; procurador de Alfons d'Aragó en el arzobispado de Tarragona en 1513 y se le atribuye haber sido prior de Flix (Tarragona).
En su estancia en el frente de la catedral de Tortosa construyó la capilla del santo sepulcro y encargó el relicario de los serafines, obra de comienzos del siglo XVI. Parece que fue oficial de la inquisición coincidiendo con su mandato a la Generalitat, tal como se desprende de un encargo hecho a los abogados de los tres estamentos durante las Corts de Lleida (1515).
Presidents de la Generalitat (Jaume Fiella)
Jaume Fiella, nacio en Tremp (Lleida) - murio ¿? en  septiembre de 1522. Fue doctor en Derecho Canónico y Civil, Decano de Barcelona y President de la Generalitat de 
Catalunya de 1514 a 1515.Era hijo de Joan y Constanza; nació a mediados del siglo XV y tuvo tres hermanos, Antoni Joan, Esperança y Orient. Fue
 uno de los más destacados personajes de su ciudad, donde fundó un 
hospital para pobres (el 
edificio en la actualidad sirve de juzgados de primera instancia), el 3 de septiembre de 1521. Estudió en Lleida, 
Toulouse y Roma, donde vivió desde el 1471, y durante once años, 
trabajando de "abreviador" (objetivo era preparar las bulas papales, informes papales y decretos consistoriales antes de que fuesen escritos "in extenso por los scriptores") para la Santa Sede, nombrado por Sixto IV. Se
 sabe que residió en Barcelona a partir de 1495, donde ya fue decano y 
canónigo de la sede, si bien parece que antes había sido abad en Santa 
Cecilia de Montserrat o de San Pere de Monzón. De
 su estancia en Roma proviene la estrecha relación que Fiella mantuvo 
con el valenciano Rodrigo de Borja, futuro papa Alejandro VI, quien en 
1492 obtuvo protagonismo en promulgar la bula que repartía las 
conquistas futuras de España y Portugal en el oeste y este de las Azores, respectivamente. Entre el 1504 y 1507, participó en actos de la Inquisición. Actuó en multitud de sentencias arbitrales en temas eclesiásticos. Encargó
 Gabriel Pellisser y René Ducloux la decoración gótico-renacentista de 
la iglesia de Sant Miquel (Barcelona), en 1516. Fue nombrado Presidente 
de la Generalitat el 18 de julio del 1514, para sustituir Joan d'Aragó, que había presentado su renuncia.
Asesinos en Serie (Jack Unterweger [X])
Finalmente lo atraparon, y Jack se 
tranquilizó y bromeó al saber que la primera acusación era entrar 
ilegalmente (por mentir en aduana) en USA, pero después se quebró 
emocionalmente cuando escuchó a un agente de la Interpol decir que se lo
 buscaba por asesinatos en Austria. Entonces empezó a llorar, mas poco 
después se calmó al saber que sería extraditado a Austria, ya que en 
Austria tenía a la opinión pública a su favor y el mayor mal posible era
 la cadena perpetua, mientras que en USA lo podían meter a la cámara de 
gas.
El 28 de mayo de 1992, Jack Unterweger fue extraditado a Austria, donde 
negó los asesinatos que cometió mientras pudo. Inició así un nuevo 
diario en la prisión, escribió cartas a la Prensa en que declaraba su 
inocencia, e incluso expresó en una entrevista:  
"¿Sería tan estúpido
 y loco para que, durante la mejor etapa de mi vida, en la que escribo 
en varios medios, hago obras de teatro, actúo, hago giras y tengo muchas
 amigas maravillosas, matase a alguien cada semana?"
El juicio (por los 3 asesinatos de USA, 
el de Praga y los 7 de Austria) de Jack inició en junio de 1994 y en él 
estuvieron: el detective estadounidense Jim Harper, el criminalista 
Harold Lynn, Gregg McCrary del FBI, entre otros. Sin embargo y pese a 
todos los expertos que tenía en su contra, Jack seguía teniendo el apoyo
 de la Prensa y de la opinión pública, por lo que se mostraba seguro de 
que saldría libre, se vestía elegantemente y se defendía a sí mismo 
emitiendo declaraciones como: “Estoy contando con su absolución 
porque yo no soy el culpable. Su decisión me afectará no sólo a mí, sino
 al verdadero asesino, quien ahora debe estar burlándose”.
Pero poco a poco las evidencias fueron 
sumándose. Una de ellas fue el hecho de que su ADN se encontró en el 
semen presente en las vaginas de las tres prostitutas estadounidenses, 
aunque eso no fue contundente porque también había semen de otros 
hombres (eran prostitutas…). No obstante hubo otra nueva evidencia que 
sí contribuyó fuertemente a hundirlo y que hizo a Bianca distanciarse de
 él: a saber, en el diario que Jack escribió en Miami estaba expresado 
que él pensaba asesinar a Bianca y tras eso huir a otro país… Aquello 
dio un giro radical al proceso, pues desde allí la Prensa y la opinión 
pública no volvieron a verlo igual.
Finalmente la condena llegó: Jack 
Unterweger era culpable de un asesinato en Praga, tres en Los Ángeles y 
cinco en Austria. La sentencia sería la cadena perpetua, pero Jack 
cumplió su promesa de no pasar un solo día en prisión y, la misma noche 
en que lo condenaron, aprovechó una distracción de los guardias y se 
ahorcó con un nudo hecho con los cordones de sus zapatos e idéntico al 
que solía hacer con sus víctimas.
fuente:  http://www.asesinos-en-serie.com
Asesinos en Serie (Jack Unterweger [IX])
ero como contraparte Jack ignoraba que la Policía de Los Ángeles lo tenía como principal sospechoso de los tres asesinatos, por lo que fue desprevenido a Miami y, además, cometió el gravísimo error de mentir a las autoridades migratorias, ocultando el antecedente penal de haber sido culpable de asesinato (su primer asesinato) en Austria.
Durante el vuelo, Jack se comunicó con 
varios periódicos austriacos, obteniendo con eso algo de ayuda en forma 
de presión mediática sobre la Policía. Consiguió así llegar e instalarse
 con Bianca en Miami, en donde escribió una carta que, tras varias 
llamadas a distintos medios de comunicación, consiguió finalmente 
publicar, aumentando así la probabilidad de conseguir más fuerza a 
través de la opinión pública. En la carta se podía leer: 
"Mi viaje 
no es ninguna confesión. Es un acto nacido de la desesperación. No hay 
forma de probar nada contra mí. Yo estaba haciendo el bien y mi vida era
 buena, tal vez demasiado. El destino decidió castigarme, una vez más, 
por mi deuda con el pasado. Pero todavía tengo algo que decir. Si un 
funcionario imparcial, neutral, determina que la orden contra mí es 
injusta y la retira, estoy dispuesto a ponerme a disposición de esa 
persona".
Adicionalmente Jack consiguió otro punto
 a su favor con la entrevista pagada que aceptó con la revista Erfolg, 
pues en dicha entrevista el entrevistador le preguntó si había forzado a
 Bianca a irse con él y entonces Jack puso a Bianca en el teléfono, y 
Bianca dijo en tono muy convincente que se fue con Jack porque quería, 
que la estaba pasando maravillosamente, que lo amaba y que todo lo que 
se afirmaba sobre él era falso.
En un panorama mediático de tal 
naturaleza, no resultaba para nada difícil el que la gente creyera las 
mentiras que Jack comunicaba a uno y otro medio. Decía que él era un 
chivo expiatorio, que la Policía se le había cargado porque estaba 
molesta con la libertad que consiguió tras publicar su autobiografía, 
 que los policías estaban determinados a ponerlo de vuelta en la cárcel y
 que él no volvería a la cárcel y seguiría prófugo hasta que obtuviese 
un juicio justo. Y esas afirmaciones las acompañaba siempre con el 
conjunto de mentiras que tenía fabricadas en relación a dónde estuvo y 
qué hacía cuando se cometió cada asesinato.
 La Policía no sabía con exactitud dónde se hallaba Jack, pero había 
contactado con la madre de Bianca para que ésta les informase apenas se 
pusiese en comunicación con su hija o con Jack, puesto que cada cierto 
tiempo le enviaba dinero a Bianca. Para aquel entonces Bianca ya estaba 
atenta a la persecución que pesaba sobre Jack, pero sin embargo tuvo el 
despiste de enviar a su madre un telegrama en que le pedía dinero y le 
proporcionaba la dirección de Miami en que estaba para que se lo enviase
 por Western Union. Entonces la madre de Bianca informó a la Interpol, 
la Interpol alertó a la Policía de Miami e inmediatamente se emitió una 
orden de vigilancia sobre la oficina de Western Union, junto a una foto 
de Jack y una orden de detención basada en los cargos de haber mentido 
en la aduana y ser sospechoso de asesinar en Austria.
Asesinos en Serie (Jack Unterweger [VII])
A su regreso a Viena, Jack escribió 
varios artículos sobre la prostitución en Los Ángeles y su experiencia 
en USA, pero su tranquilidad fue turbada cuando el 22 de octubre de 1991
 ciertos funcionarios de la Oficina de Investigación Criminal lo 
interrogaron. Creían que podían hacerlo confesar, mas Jack fue más 
astuto que ellos y, ante la presión, todo lo que confesó (como si le 
pesara tal confesión) fue que solía acostarse con prostitutas, pero que 
no sabía nada de las víctimas. Tuvieron entonces que dejarlo en paz, 
momentáneamente.
Jack se puso más alerta después de la 
entrevista, y lo primero que hizo fue pedir apoyo a los amigos que tenía
 en el mundo periodístico. El apoyo surgió con contundencia y muchos 
colegas de Prensa se indignaron ante la "injusta" persecución e hicieron
 suya la causa de Jack, a lo cual se sumó la represalia que el propio 
Jack dio a la Policía escribiendo artículos de crítica en torno a la 
mala conducción que estaban teniendo las investigaciones.
El inteligente Dr. Ernst Geiger había conseguido rastrear el BMW que 
Unterweger compró cuando salió de la cárcel. Jack había vendido el BMW 
para comprar un Volkswagen Passat pero el propietario actual del BMW 
dejó que los policías examinaran minuciosamente el auto y entonces algo 
insólito fue hallado: un cabello de la prostituta Blanka Bockova, 
asesinada en Praga. En efecto, los análisis de laboratorio mostraban que
 el ADN del cabello era el mismo ADN del cadáver de Blanka Bockova, por 
lo que lo lógico fue suponer que Blanka había estado en el BMW cuando 
éste pertenecía a Jack, puesto que Jack lo vendió después del asesinato 
de Blanka.
Paralelamente al hallazgo, los agentes 
vieneses se comunicaron con la Policía de Los Ángeles, se enteraron de 
las tres prostitutas asesinadas, dieron información sobre el modus 
operandi registrado en los casos de Austria, y eso, junto al hecho de 
que los asesinatos se dieron cerca del hotel en que estaba Jack, hizo 
pensar a los policías estadounidenses que muy probablemente Jack era el 
asesino.
Por su parte el cabello de Blanka era 
una evidencia tan fuerte que permitía hacer un cateo del departamento de
 Jack en Viena. Al realizar el cateo, los investigadores encontraron 
varias cosas pero una de ellas era sustancial: la bufanda roja de Jack. 
Sucedía pues que las fibras de aquella bufanda coincidían con las fibras
 rojas encontradas junto al cadáver de la prostituta Hammerer, las 
cuales no concordaban con la naturaleza de las prendas de la chica y 
parecían pertenecer al agresor.
Todo lo anterior fue suficiente para 
emitir una orden de detención; pero, cuando fueron a buscarlo, el 
aguzado Jack había escapado con su joven (18 años) novia Bianca Mrak, a 
la cual conoció en un bar (donde trabajaba de camarera) y convenció para
 que se mude con él. En teoría Jack se había ido de vacaciones con 
Bianca, pero la realidad era que sus amigos le informaron que la Policía
 lo iba a detener y él se les adelantó, como tantas otras veces…
Asesinos en Serie (Jack Unterweger [VI])
La hipótesis de August era demasiado 
suspicaz y truculenta y los investigadores inicialmente estuvieron 
escépticos, aunque posteriormente August les dio razones que los 
hicieron dudar y entonces una discreta vigilancia se inició en torno a 
Jack, dando de momento resultados desalentadores pues el afamado 
escritor se dedicaba a reunirse con otros escritores, a organizar cenas,
 a salir con sus amantes, a asistir a exposiciones y otras cosas por el 
estilo.
En junio de 1991, una revista austríaca contrató a Jack para que éste 
escribiera reportajes vinculados a las temáticas de los casos que había 
cubierto por el asunto de El Estrangulador de Viena. Entonces le 
propusieron ir a la ciudad estadounidense de Los Ángeles para investigar
 cómo era allí la prostitución, y el 11 de junio del mismo año Jack tomó
 un avión y se dirigió hacia Los Ángeles, contento de saber que allí la 
policía austríaca no podría vigilarlo.
Paralelamente, en Viena el prestigioso 
Dr. Ernst Geiger (segundo en importancia dentro de la Policía Federal de
 Austria) tomó el mando de las investigaciones, sabiendo que el aspecto 
medular de su trabajo era refutar o confirmar la hipótesis sobre la 
culpabilidad de Jack Unterweger.
Cinco fueron las semanas que Jack estuvo
 en Los Ángeles, y en todo ese tiempo ninguna mujer fue asesinada en 
Austria y tres prostitutas fueron asesinadas en Los Ángeles. 
¿Coincidencia? Claramente el asesino era Jack, y pronto la verdad se 
sabría.
Durante la ausencia de Jack, al no poder
 seguirlo la Policía reconstruyó sus movimientos pasados mediante los 
recibos de tarjetas de crédito, facturas y otros papeles vinculados a su
 pase por hoteles, restaurantes, agencias y otros puntos de registro de 
datos. Se supo entonces que: 
1) Jack había viajado prácticamente por 
toda Austria. 
2) Estuvo en Graz cuando Brunhilde Masser fue asesinada. 
3) En marzo, cuando Elfriede Schrempf desapareció, Jack andaba por allí. 
4) En diciembre Jack estuvo en Bregenz, lugar donde Hammerer 
desapareció justo en esas fechas, siendo además vista con un sujeto que 
se parecía a Unterweger según la descripción del testigo. 
5) Justo el 
mes y el año en que Blanka Bockova fue asesinada en Praga, Jack había 
viajado a Praga. Las coincidencias eran demasiado sugerentes, sobre todo
 la del viaje a Praga. No eran suficientes para acusarlo, pero sí para 
justificar una entrevista con Unterweger para cuando éste volviese.
Entretanto Jack gozaba de privilegios en Los Ángeles, pues se había 
presentado como periodista europeo y la Policía y el FBI lo apoyaron y 
hasta le dieron una escolta policial para que pudiese visitar las zonas 
más sórdidas (zonas claves en el mundo de la prostitución) de la ciudad 
sin arriesgar su vida.
Asesinos en Serie (Jack Unterweger [V])
Los crímenes no requerían ser idénticos y los parecidos que presentaban hacían una formidable conjunción con el "le he dado a muchas de ellas el castigo que merecían" que oyó el esposo de Regina. En Estados Unidos la Policía ya habría concluido que un asesino en serie andaba suelto, pero en Austria los métodos de análisis criminalístico eran menos avanzados y el temor de aceptar la inédita situación del asesino serial era grande, por lo que los investigadores se vieron inclinados a acentuar las diferencias entre los distintos crímenes, concluyendo erradamente que se trataba de casos aislados.
A pesar de la actitud torpe e ingenua de
 la Policía, la Prensa se aventuró a sacar sus propias conclusiones y el
 25 de mayo de 1991 un periódico austríaco sacó una nota en que se 
hablaba de un asesino serial suelto y se lo bautizaba como "El 
Estrangulador de Viena". No importó que los investigadores vieneses se 
resistiesen a vincular los asesinatos de Viena con los otros casos de la
 serie, los periodistas habían iniciado su propia línea indagatoria y, 
en medio de diversas especulaciones sobre el supuesto asesino serial, la
 búsqueda de opiniones calificadas condujo a los periodistas a buscar la
 ayuda y las opiniones de Jack Unterweger, hecho que equivalía a pedir 
que el asesino ayude a atrapar al asesino y se pronuncie sobre quién 
podría ser el asesino, siendo evidente que eso implicaba facilitarle 
información y darle medios de poder para manipular la opinión pública y 
sostener la ilusión de su inocencia. Fue así que Jack Unterweger, que 
para entonces colaboraba en el diario austríaco El Correo, inició una 
amplia labor de cobertura sobre los asesinatos de “El Estrangulador de 
Viena”…
Naturalmente Jack aprovechó la 
oportunidad y entrevistó a criminalistas, a políticos, a policías, a 
agentes encargados de la investigación. En cierta ocasión, Jack tuvo la 
perversidad de preguntarle a uno de los investigadores del caso si creía
 que las prostitutas de Austria tenían miedo. "Creo que están aterradas", respondió
 el investigador, y Jack usó esa respuesta para alertar a la sociedad 
austríaca sobre el hecho de que un asesino serial estaba actuando.
Asesinos en Serie (Jack Unterweger [IV])
A la mañana siguiente el cadáver de 
Blanka fue hallado en la orilla del río Moldava: no tenía ropa, estaba 
boca arriba y cubierto con hojas y ramas, tenía medias grises atadas al 
cuello, las piernas abiertas en posición sexualmente provocativa, un 
anillo de oro en el dedo, marcas de golpes, puñaladas y 
estrangulamiento. Los forenses determinaron que había muerto tan solo 
unas horas antes. Cinco semanas después del asesinato de 
Blanka, Brunhilde Masser desapareció, siendo vista por última vez el 26 
de octubre de 1990.
El 5 de diciembre de ese mismo año, la 
prostituta Heidemarie Hammerer desapareció en la turística ciudad de 
Bregenz, localizada en la frontera entre Suiza y Alemania. En la víspera
 de Año Nuevo su cadáver fue hallado en el bosque por unos turistas: 
tenía el vientre cubierto de hojas secas, cargaba puestas sus joyas, las
 piernas estaban desnudas y su falda con un trozo de tela cortado y 
colocado en su boca a modo de mordaza.  Los forenses determinaron que la
 chica había sido golpeada y sujetada con esposas o ligaduras. No había 
restos de semen (lo que no implica que el agresor no haya tenido sexo 
con ella), pero se veían pequeñas fibras de tela roja, fibras que no 
encajaban con las prendas y pertenencias de la víctima. Inmediatamente 
luego del hallazgo del cadáver, la Oficina Regional de la Policía 
Federal de Austria inició una investigación.
Normalmente un asesino serial habría 
esperado más; pero, apenas transcurridos cinco días, el cadáver de la 
prostituta Brunhilde Masser fue descubierto por excursionistas en el 
norte de un solitario bosque de Graz. La difunta mujer yacía desnuda, 
recostada sobre el lado derecho, cubierta de hojas, sin los bienes 
personales alrededor aunque con las joyas puestas al igual que los 
cadáveres anteriores. Tenía las nalgas con mordeduras de animales 
carroñeros y estaba en avanzado estado de descomposición, a pesar de lo 
cual los forenses consiguieron determinar que ciertos signos del cadáver
 manifestaban que la víctima había sido acuchillada y estrangulada con 
sus propias medias. La escena claramente presentaba semejanzas con los 
casos anteriores, siendo así indicio de que muy probablemente un asesino
 serial andaba suelto. Sea como fuere las evidencias no eran abundantes,
 al punto de que en el caso de Masser los testimonios se redujeron a 
alguien que había visto por los alrededores a un hombre que caminaba 
junto a ella y vestía una cazadora de cuero.
No había mucho que hacer, y el 7 de marzo de 1991 la prostituta Elfriede
 Schrempf también desapareció, reportándose dos días después del suceso 
el acoso de un hombre que llamó dos veces a la familia de Schrempf para 
realizar comentarios ofensivos sobre la ocupación de la desaparecida 
chica.
Asesinos en Serie (Jack Unterweger [III])
Jack nació en la pobreza y padeció el hambre, la ignorancia, la 
frustración y otros males, pero ahora había alcanzado la gloria y gozaba
 de prestigio y holgura económica. Aparecía en programas televisivos, 
hablando en entrevistas donde daba su opinión en debates sobre temas 
como seguridad pública, rehabilitación de reos y reinserción social. Ya 
no era ignorado ni tenía que vestir el poco elegante uniforme 
carcelario, ahora era una de las voces más respetadas en el tema de la 
reinserción del delincuente, vestía un flamante terno blanco con flor 
roja en la solapa, y no hablaba ya con reos sino con criminólogos, 
intelectuales, periodistas e incluso funcionarios del gobierno. La 
sociedad lo respetaba, en gran parte porque él era un símbolo viviente 
de que el sistema funcionaba.El nuevo Jack era constantemente invitado para comentar sus libros, participar en conversatorios, dar conferencias, escribir columnas en prestigiosas revistas, cortar listones de inauguraciones o incluso presenciar los estrenos de sus obras que un grupo teatral presentaba. Y además podía gozar ampliamente de las mujeres pues, aparte de ser guapo, tenía los dos grandes imanes de mujeres: fama y dinero. Antes cualquiera lo habría despreciado, ahora cualquiera podría envidiarlo pues Jack era el tipo de hombre que vestía trajes de seda, usaba cadenas de oro y conducía lujosos autos deportivos con matrícula personalizada ("JACK 1", por ejemplo), autos con los que deslumbraba a las féminas y se estacionaba frente a bares o discotecas de alta sociedad en donde, como si de soplar y hacer botellas se tratase, seducía a bellas y sensuales jovencitas con las que luego iba a alguna cómoda habitación en la que disfrutaba los "placeres de la carne". Jack era un donjuán intelectual, capaz incluso de conquistar mujeres que no necesitaban de su dinero, cosa esta que cierto reportero plasmó cuando, en referencia al inicio de la relación entre Jack y una joven y adinerada amante suya, escribió lo siguiente: "Su ropa interior cayó al suelo en cuanto Jack entró. Todas las chicas en Austria estaban locas por él".
Gregg McCrary, agente y creador de perfiles criminales del FBI, dijo cierta vez que: "Cuando se educa a un psicópata, lo único que se consigue es un psicópata educado". Y es que la cultura y la educación, nada o muy poco pueden contra esa maldad innata propia del psicópata, y Jack Unterweger sería el ejemplo perfecto de eso; pues, mientras un Jack firmaba autógrafos y participaba en conversatorios, otro Jack seguía abrigando el oscuro deseo de matar. Por eso, entre septiembre de 1990 y julio de 1991, el mundo conoció al Jack escritor y sufrió al Jack asesino, quien con gran habilidad logró, en ese periodo, asesinar a 11 prostitutas y a la vez escribir y sonreír para las cámaras y la ingenua opinión pública.
Asesinos en Serie (Jack Unterweger [II])
La presión de los agentes fue suficiente
 para derrumbar emocional y moralmente a Jack, haciendo que éste 
confesara el asesinato de Margaret. Según dijo, lo hizo porque imaginó a
 su madre delante de él, porque la vio en Margaret y toda su ira salió 
repentinamente, haciéndole desfogar en la chica toda esa rabia guardada.
 Debido a esa y a otras conductas, el psicólogo forense Klaus Jarosch 
describió a Jack como un psicópata y sádico sexual de tendencias 
narcisistas e histriónicas, como un "criminal incurable" que "tiende a 
repentinos ataques de ira y rabia".
Después de la confesión, Jack fue 
juzgado y en 1976 se le sentenció a cadena perpetua. Allí él entró como 
un analfabeto, pero su inquieta inteligencia lo movió a aprender a leer y
 a escribir, con una avidez y una rapidez tales que aquel constituyó el 
inicio de un nuevo Jack Unterweger. Dijo por ello el investigador Nigel 
Blundell: "en cada oportunidad que tuvo, estudió minuciosamente 
todos los libros a su alcance. Leyó a los grandes escritores. Editó un 
periódico en la prisión y también una revista literaria". Y es que,
 como se ve, Jack no solo poseía una buena inteligencia sino un marcado 
talento literario, de modo que, tras años de leer y leer, él comenzó a 
crear poemas, cuentos y obras de teatro, delineando su salto a la fama 
con la escritura de su autobiografía en 1984. El título de aquella obra 
fue "Fegefeuer: eine Reise ins Zuchthaus" ("Purgatorio: un viaje a
 la prisión") y dentro de sus páginas Jack narró su oscura infancia, su 
tormentosa adolescencia y sus repudiables crímenes. Muchos críticos 
amaron la obra y el libro ganó un premio literario y se convirtió en 
best-seller. El Jack Unterweger escritor había surgido e iniciaba sus 
memorias con estas palabras: 
"Mis manos sudorosas están atadas a mi
 espalda, con cadenas de acero alrededor de las muñecas. La fuerte 
presión en mis piernas y en mi espalda me hace percatar de que mi única 
escapatoria es acabar con esto. Permanezco despierto, removido de la 
liberadora inconsciencia de las ovejas. Bañado en mierda, temblando. Mis
 pequeños sueños miserables son un diario recordatorio. Con ansiedad 
miro fijamente en la oscuridad desconocida de la quieta noche allí 
afuera. Hay seguridad en la oscuridad. Yo intento desviar mis 
pensamientos de las preguntas sobre el tiempo. Yo pregunto solamente por
 el momento inmediato en el que yace mi fuerza. Es todavía de noche, ya 
tarde en la noche, acercándose viene la mañana". 
Pero admitía 
también las condenas que pesaban sobre él por robo y violación, y no se 
avergonzaba de expresar el odio que latía en su interior: "Manejaba
 mi barra de acero entre las prostitutas de Hamburgo, Munich y Marsella 
[…] Tuve enemigos y los conquisté a través de mi odio interno"
La autobiografía de Jack acabaría por 
ser la llave de su liberación. En ella, Jack era no solamente victimario
 sino víctima, y las palabras que lo colocaban en esa condición tenían 
tal poder que Jack acabó por conseguir el apoyo de críticos y 
reformistas y el respeto de intelectuales que veían en él al paradigma 
del criminal redimido por el arte. Era bien visto en la opinión pública,
 le llovían peticiones de entrevistas y muy pronto habría de iniciarse 
un fuerte movimiento que clamaría por su liberación, movimiento en el 
cual figuraría nada más y nada menos que la escritora Elfriede Jelinek, 
quien en el 2004 acabaría obteniendo el Premio Nobel de Literatura. Y es
 que, para la feminista Elfriede y para otros intelectuales, Jack no 
solamente era un sujeto reformado sino alguien que podía contribuir a la
 mejora de la sociedad a través del poder sensibilizador y creador de 
conciencia crítica propio de la Literatura.
Por ello la presión de los 
intelectuales, de ciertos periodistas austríacos y de algunos políticos 
de izquierda, acabó logrando que el 23 de mayo de 1990 se libere a Jack 
Unterweger, quien antes era un simple criminal ignorante y ahora 
aparecía como un conocido y flamante intelectual que declaraba con 
orgullo a la Prensa:  "La vida es ahora. Vamos a seguir adelante. Es hora de lo nuevo".
Asesinos en Serie (Jack Unterweger [I])
La madre de Jack consumía alcohol y 
drogas, aunque él estuvo poco tiempo con ella pues ésta lo dejó con su 
abuelo cuando él era un niño pequeño, cosa que contribuyó negativamente a
 su formación ya que, según su testimonio, su abuelo era alcohólico y 
tenía relaciones sexuales sin importarle que él lo viese u oyese. Además
 era negligente e irresponsable en la crianza del pequeño Jack, puesto 
que jamás se encargó de enviarlo a la escuela y, si no fuese por la gran
 inteligencia que al parecer heredó de su desconocido padre, jamás se habría encargado de 
aprender por su cuenta a leer y escribir, tal y como lo haría tiempo 
después en prisión.
Por todo ello fue natural que Jack se inclinase desde temprana edad 
hacia el crimen, iniciándose a los 14 años con asaltos a prostitutas, 
pese a que gustaba pagar por sus servicios. Terminó así siendo detenido 
por primera vez a los dieciséis años, a causa de agredir y asaltar a una
 prostituta. Lejos de frenarse tras su detención, Jack subió más 
peldaños en el mundo criminal y, entre 1966 y 1973, robó automóviles, 
asaltó más prostitutas (generalmente empleando un tubo de acero) y pasó 
mucho tiempo en prisión, siendo detenido una y otra vez. 
En 1974, Jack cometió el primero de sus asesinatos con la ayuda de la prostituta Barbara Scholz. Nunca penso en matarla, pero la ira se le fue de las manos. 
Todo comenzó como un asalto a la 
vivienda de Margaret Schaeffer, estudiante alemana de dieciocho años. 
Concluido el robo y con la ayuda de Bárbara, Jack ató a Margaret y la 
trepó en su automóvil, llevándola hasta un bosque cercano en donde 
empleó la correa de su abrigo para atarle las manos a la espalda, tras 
lo cual la golpeó, le quitó la ropa y le exigió que le haga sexo oral. 
Ese momento fue decisivo pues, si Margaret le hubiese practicado unas 
cuantas felaciones, muy probablemente estaría viva y la historia fuera 
muy distinta, pero el caso es que se negó, encolerizando a Jack en tal 
grado que éste la golpeó con su tubo de acero y la estranguló con su 
propio sostén, dejando después el cadáver boca arriba y cubierto por un 
manto de hojas. Era la primera vez que mataba, pero lo necesario para 
que vuelva a hacerlo había despertado.
Fue así que poco después asesinó a otra 
prostituta más: Horveth Marcia. Nuevamente la chica fue estrangulada con
 prendas suyas (sus medias y su corbata), aunque en esta ocasión el 
cadáver fue arrojado al Lago Salzachsee, a causa de lo cual tendría que 
pasar mucho tiempo para que se lo investigase por el delito en cuestión.
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)