martes, 13 de febrero de 2018

Un teatro anatómico (8 Aneddotas de Barcelona) [IV]

En 1650 el depósito de cadáveres del corralet -el aula de las anatomías del Hospital de la Santa Creu- se saturó con la epidemia de peste que sufrió la ciudad aquel año, importada de África a través de los soldados que venían de luchar en la guerra de los Segadors. La solución improvisada para dar cabida a los numerosos cadáveres fue habilitar un espacio en plena calle, a la vista de los curiosos. Así empezó la tradición de los teatros anatómicos en la ciudad de Barcelona. El teatro estable, de estilo barroco, se ubicó en la Real Academia de Medicina de Catalunya, en la calle del Carme. El recinto estaba distribuido en un salón circular con sillones en las gradas, donde la mesa de disección se situaba en el centro. Cualquier ciudadano podía asistir al “espectáculo” protagonizado por un catedrático que diseccionaba los cuerpos de fallecidos que no habían sido reclamados en el hospital o bien habían sido condenados a muerte.

 http://www.lavanguardia.com/local/barcelona/20161020/411125850457/anecdotario-de-barcelona-roser-messa-pep-brocal.html

El gabinete de curiosidades de los Salvador (8 Aneddotas de Barcelona) [III]

La familia de apotecarios y naturalistas, apellidados Salvador no coleccionaba animales vivos, sino muertos –disecados o sumergidos en alcohol-, pero también reunió plantas exóticas, minerales, fósiles, variedad de objetos y una biblioteca con más de 1.400 libros. La colección de curiosidades de los Salvador fue el primer museo de Barcelona abierto al público, en el siglo XIX. Hoy una parte importante de sus piezas aún se conservan en el Institut Botànic. También destaca la calle del Raval que lleva el nombre de uno de los miembros de la familia, Jaume Salvador, que también es homenajeado con dos estatuas, una en el parque de la Ciudadela, y la otra, en el Hospital de Sant Pau.

http://www.lavanguardia.com/local/barcelona/20161020/411125850457/anecdotario-de-barcelona-roser-messa-pep-brocal.html