lunes, 1 de agosto de 2016

Historia de Catalunya (La Coronela de Barcelona [XVI])

No existió propiamente, una bandera que identificara a la Coronela de Barcelona como a unidad, sino que la bandera de la primera compañía del I batallón, cuya capitanía se reservaba honoríficamente al conseller en Cap, pero que era efectivamente comandada por Vicente Duran con el rango de teniente, hacía las funciones de bandera coronela siguiente el protocolo de un regimiento de infantería
Mención aparte merece la Bandera de Santa Eulalia, que no tenía relación orgánica con la Coronela sino que era la bandera de guerra de Barcelona. Desde la edad media la bandera de Barcelona había sido la tradicional cuartelada de la cruz de Sant Jordi con el senyera (emblema de los Comtes de Barcelona, pese a quien le pese y demostrable). Paralelamente el cabildo catedralicio custodiaba una bandera con la imagen de Santa Eulalia de Barcelona, copatrona de la ciudad, que era usada ceremonialmente durante la procesión del Corpus Christi. En el siglo XVI, por alguna razón que no se ha podido contrastar documentalmente, la tradicional bandera cuartelada de las armas heráldicas de la ciudad cayó en desuso, pasando a adoptarse la bandera religiosa con la imagen de Santa Eulalia como bandera de guerra de Barcelona. En el siglo siguiente, durante la "Guerra de Catalunya" (1640-1652), la bandera con la imagen de Santa Eulalia presidió el Tercio de la Bandera de Santa Eulalia en las batallas contra los tercios de Pedro Fajardo y Pimentel, marqués de los Vélez. En el inventario realizado en la Casa de la Ciutat de Barcelona en 1674 se documenta la existencia de una bandera procesional y de un pendón de Santa Eulalia, que eran sagradamente custodiados en un arca que solo se podía abrir con tres llaves distintas. Dado que no existen encargos para la confección de nuevas banderas en los registros de los consellers de Barcelona, el historiador Francesc Riart considera que la hipótesis que guarda mayor fundamento es que la bandera de Santa Eulalia que llevó el conseller en Cap Pedro Juan Rossell en la victoriosa batalla de Montjuic (1641) contra los tercios del marqués de los Vélez, fuera la misma que el conseller en Cap Rafael Casanova llevó el 11 de septiembre de 1714. De hecho, la documentación muestra que en marzo de 1714, cuando el conseller en Cap Rafael Casanova y el conseller segundo Salvador Feliu de la Peña instaron al general comandante Antonio de Villarroel a usar las tropas la Coronela en combate abierto contra el cordón de bloqueo borbónico en el campo delante de Barcelona, bajo el amparo de la Bandera de Santa Eulalia, estos hicieron los preparativos siguiendo el protocolo fijado en 1640. La descripción que hizo Francisco de Castellví de la bandera detalla que era de color rojo carmesí, sobre la que figuraba la imagen de Santa Eulalia de Barcelona, flanqueada por las armas de la ciudad, y con un sagrado cáliz con el lema: "Exugere Deus, Judicam Causa Tuam, ('Ven Dios, y juzga tu causa')"

Historia de Catalunya (La Coronela de Barcelona [XV])

La bandera de un regimiento de infantería era un elemento de identidad y prestigio, y a la vez una herramienta práctica para establecer la posición del mando militar, a la que en el caos de la batalla debían prestar sumar atención los soldados para seguir la órdenes que se establecieran. Un regimiento de infantería reglado tenían una bandera principal, y dos o tres banderas menores; dada su carga simbólica, la captura de una bandera enemiga, de «un color» según la terminología de la época, era apreciada sobremanera como señal de victoria. La defensa de la bandera para evitar que cayera en manos del enemigo suponía habitualmente una feroz lucha a muerte
Dada la base gremial de la Coronela de Barcelona, cada gremio tenía sus propias banderas para su uso religioso-ceremonial, y de combate. Desde el siglo anterior, durante la Guerra de Cataluña (140-1652), los gremios disponían de banderas religiosas y de guerra; al estallar Guerra de Sucesión Española los gremios barceloneses renovaron sus banderas de guerra, que acompañaban siempre a la compañía cuando entraba en servicio de guardia de portales y murallas de Barcelona. Dichas banderas de guerra medían unos 2 metros por lado, y estaban engalanadas como las del ejército de Carlos III de Austria: asta, lanza, cordones, borlas y, en algunos casos, guaspa. En cuanto al diseño, las había de pintadas y de cosidas, luciendo las armas de la cofradía gremial sobre fondo de color.
Tras la reforma de 1713 que reorganizó la Coronela en 6 batallones, se dotó a cada batallón de una bandera con la imagen del santo patrón o misterio católico bajo la advocación del cual estaba: Santísima Trinidad, Inmaculada Concepción, Santa Eulalia de Barcelona, Santa Madrona, San Severo de Barcelona, y Virgen de la Merced. El capitán de la 7ª compañía del II Batallón Francisco de Castellví y Obando narró que cada una de las seis primeras compañías de cada batallón mostraban en el anverso la imagen del santo patrón con el escudo heráldico de Barcelona debajo, y en el anverso las reales armas de Carlos III de Austria con el símbolo heráldico del gremio repetido en las cuatro esquinas de la bandera, una descripción que no se ha podido cotejar con la documentación de los gremios

Historia de Catalunya (La Coronela de Barcelona [XIV])

Por lo que respecta a los tambores, para el uniforme de 1706 se aprovecharon los del antiguo Tercio de Barcelona; los tambores estaban bajo las órdenes del Tambor Mayor, y su cometido era el dar entrada y salida en el ritual del cambio de la guardia. También debían servir de fondo musical para los actos tradicionales y protocolarios, y si en 1706 eran 10, en 1710 pasaron a 15, y en 1714 a 20. Su uniforme era rojo carmesí, tanto casaca como la divisa, el forro y las medias; el característico galón libreado de los tambores era de plata. Las cajas de los tambores iban pintada con los mismos colores de rojo y plata, decoradas con las armas heráldicas de la ciudad, y engalanadas con borlas y cordones. El carácter ritual de los tambores estuvo siempre presente en las tradiciones de la unidad y se documentan en las entradas del rey Carlos III de Austria en Barcelona, en la entrada de la reina Isabel Cristina de Brunswick-Wolfenbüttel, en los cambios de guardia de la Coronela de Barcelona, en la guardia del Palacio Real, las funerales, y en las parada y desfiles castrenses que realizó la Coronela de Barcelona, com el que tuvo lugar en marzo de 1714.
El arma estándar con que se armó el ejército catalán en 1713 fue el fusil, siendo la mayoría de facturación inglesa o austríaca. Anteriormente, en 1707, cuando la Coronela de Barcelona finalizó el proceso de militarización, sustituyó los obsoletos mosquetes y arcabuces con los modernos fusiles. El armamento se completaba con bayoneta de casquillo y espada. Al cinto llevaban una cartuchera ventral, de cuero y con el escudo heráldico de Barcelona grabado, así como las vainas para la bayoneta y para la espada. El frasco con la pólvora de cebar podía ir ligado al cinto y los granaderos incorporaban al equipamiento un zurrón, también grabado con las armas de la Ciudad, donde llevaban las granadas. Como elemento distintivo y para facilitar la operación de lanzamiento de las granadas de mano, los granaderos no vestían con el tricornio, sino con gorra granadera. Amparados por las constituciones catalanas, los milicianos guardaban el fusil en su casa

Leyendas en Catalunya (Raimon Penyafort [III])

En 1238, el capítulo general de su orden le confió la revisión del texto de sus Constituciones y en 1239 fue elegido como el tercer general de la orden de los dominicos, en capítulo general de la orden en París. En ejercicio de su cargo, se encargó de visitar los principales conventos así como la obtención de bulas papales para el desarrollo de la Orden y la integración de la rama femenina dentro de los dominicos.
En 1240 dimitió tras un breve, pero intenso período de gobierno, regresando al Convento de Santa Caterina de Barcelona, donde vivió treinta y cinco años durante los que actuó como inquisidor del Reino y asesor jurídico y en los que se encargó del oficio de confesor y consejero del rey Jaume I. Su intervención en todos los asuntos religiosos relevantes de la Corona queda patente en el hecho que cuatro diócesis (Barcelona, Vic, Lleida y Girona) fueron dirigidas por dominicos. Falleció el día 6 de enero de 1275 en la ciudad de Barcelona, a los 95 ó 100 años
Durante su vida desempeñó una importante acción pastoral y misionera. Así, fundó un studium o escuela de lengua árabe en Túnez (1245) y en Murcia (1266) para facilitar la conversión de los musulmanes. Por otro lado, solicitó a Santo Tomás de Aquino la redacción de un manual apologético, conocido como Summa contra gentiles (1259 - 1261), cuyo fin principal era el de proporcionar argumentos racionales y filosóficos a los predicadores para convertir a judíos y árabes.

Pero la obra más importante y conocida son las Decretales de Gregorio IX, promulgadas por este papa en 1234. Como tal y junto a los libros posteriores, fue el cuerpo de Derecho canónico en uso en la Iglesia Católica hasta la aprobación del Código de Derecho Canónico de 1917.
Además de las obras anteriormente citadas, es autor de una "Summa Iuris Canonici" (escrita aproximadamente entre 1218 y 1221), de las "Dubitalia cum responsionibus ad quaedam ad Pontificem" (primera mitad S. XIII) y de pequeños tratados sobre afinidades y consanguinidades matrimoniales, de casos jurídicos (Summa de casibus poenitentiae) y compilaciones de las Decretales para el uso de los dominicos.
Se le suelen atribuir diferentes milagros y hechos extraordinarios, de entre los que destaca la utilización de su capa como embarcación para llegar a Barcelona desde Sóller. Por ello, el Concilio de Tarragona de 1279 solicitó su canonización, que fue realizada en 1601 por el Papa Clemente VIII, previa beatificación en 1542 por Pablo III. Para celebrarlo, se llevaron a cabo dos certámenes poéticos en Barcelona en los que hubo participación castellana y catalana y de los que Rebullosa publicó un libro (Relación, 1601). Su festividad se introdujo en 1671 en el Santoral católico para el día 23 de enero, siendo desplazada al 7 de enero (día posterior a su muerte) en 1969.
Sus restos mortales fueron depositados en el Convento de Santa Caterina y, en 1838, trasladados a la Catedral de Barcelona que ocupan la capilla actual desde 1879.

Leyendas en Catalunya (Raimon Penyafort [I])

Santa Margarida i els Monjos (Barcelona), 1175 ó 1180 - Barcelona, 6 de enero de 1275. Es el santo patrón de los juristas, del Derecho canónico, de los abogados y de los Colegios de Abogados. Clérigo barcelonés y miembro de la orden religiosa de los dominicos, sus acciones más destacadas son la compilación de las Decretales de Gregorio IX (Corpus Iuris Canonici) y la introducción de la Inquisición en el Reino de Aragón.
Hijo del señor del castillo de Peñafort (en el condado de Barcelona) y de su esposa Sara, los primeros datos que figuran de él son de 1204, año en el que empezó a ejercer de clérigo y escriba de la Catedral de Barcelona. Con la finalidad de ampliar sus conocimientos, viajó hasta la Universidad de Bolonia, donde se licenció en cánones y trabajó como profesor entre 1217 y 1222. Recién llegado a Barcelona, fue nombrado canónigo en Barcelona y pavorde (1223), si bien renunció a tales distinciones e ingresó en la Orden Dominicana, congregación que había conocido en Bolonia. De 1223 a 1228, año en el que acompañó al legado papal Jean d'Abbeville en su recorrido por los reinos hispánicos para implantar la reforma y decisiones del Concilio de Letrán IV, no hay referencias documentales sobre su vida, por lo que se cree que se dedicó al estudio y en la redacción de tratados, como la Summa de casibus poenitentiae o las glosas al Decreto de Graciano. Con Jean d'Abbeville viajó hasta Roma, en donde alcanzó el rango de capellán y penitenciario (1232) del papa Gregorio IX.1 , quien le encargó la elaboración de las Decretales.

La historiografía mercedaria lo presenta como uno de los cofundadores de la Orden en especial por su rol de legislador, dado que, se dice, entregó a los mercedarios la Regla de san Agustín y las Constituciones de la Orden de Predicadores como base para la nueva institución. Gregorio IX le ofreció el arzobispado de Tarragona, pero cansado y enfermo, lo rechazó junto a los otros honores papales, retirándose al Convento de Santa Catalina, en Barcelona (1236).
Poco tiempo después reinició su actividad, donde destacan, entre otras: su colaboración en las Cortes de Monzón de 1236; la intercesión en favor de Jaime I en la causa de excomunión, consiguiendo que se levantara (1237); favoreciendo la dimisión del obispo de Tortosa y en los nombramientos de los obispos de Huesca y Mallorca (reconquistada recientemente); y, finalmente, en la realización de actividades puramente jurídicas, tales como ejercer de juez o de asesor, principalmente en procesos de herejía y nulidades matrimoniales

Leyendas en Catalunya (Català Fabri)

Fue uno fraile franciscano que ejercieron de inquisidor en la Occitania y murio mártir. El papa Juan XXII inició su canonización pero ésta no se acabó. A pesar de ello es venerado como santo y su festividad se celebra el 11 de febrero. (un asesino convertido en santo, algo normal en la Iglesia Cristiana)Con el ánimo de controlar y someter los herejes valdenses a la humillante sambenito con la cruz, el Inquisidor de Provenza Fray Jacques Bernard envió los dos hermanos franciscanos Catalán Fabri y Pedro Pascual como comisionados en el obispado de Valença. Allí, la población consideró que ese gesto suponía la culminación de una serie de vejaciones y se preparó un plan para asesinarlos. Los conjurados asaltaron el priorato de Montoison donde pasaban la noche y los mataron.No se sabe el origen de Fabri; Pedro Pascual era natural de Cuneo (su nombre era Pietro de 'Pasquali).Fueron enterrados en el convento franciscano de Valença y pronto concitaron devoción a su entorno y la percepción de milagros en sus tumbas. El papa Juan XXII se propuso canonizarlos pero los mismos franciscanos no veían muy favorable a sus intereses la proliferación de santos a su orden. A pesar de que la canonización no llegó a término, su veneración fue en aumento y la tradición los considera santos. En la región, se celebra su festividad el 11 de febrero. Algunos santorales equivocan y hablan de los frailes como predicadores en Valencia

Leyendas en Catalunya (Gaietà Ripoll i Pla)

Nació en Solsona (Solsones), el 22 de enero de 1768 - Valencia, 31 de julio de 1826, fue un maestro de Ruzafa que murió condenado a la horca para promover la enseñanza laica durante la Década Ominosa.Gaietà Ripoll había luchado contra los franceses en la guerra de la independencia y en 1810 fue hecho prisionero y trasladado a Francia donde entró en relación con grupos de pacifistas cuáqueros y librepensadores franceses. En 1814 volvió y sirvió a la Milicia Nacional hasta que se licenció en 1823. La Iglesia Católica, concretamente "Las Juntas de Fe de la Inquisición", presidida la de Valencia por el canónigo José María Despujol, lo condenaron por hereje y masón y bajo la acusación de no impartir la doctrina cristiana a sus alumnos.Primero sufrió dos años de prisión y luego fue condenado a morir quemado, sin embargo en lugar de quemarlo murió en la horca sobre un barril con unas llamas pintadas (en un gesto de presunta humanidad).Una vez muerto fue quemado en el crematorio de la Inquisición situado junto al puente de San José que atraviesa el Turia. Tras la muerte de Ripoll la Inquisición quedó en suspenso.Hubo protestas y presiones para la opinión pública europea e incluso algunos miembros del gabinete de Fernando VII estaban en contra y recomendaron al rey de quedar al margen de la cuestión.En 1835 la viuda de Fernando VII, la regente María Cristina de Borbón, como medida contra el carlismo, firmó la Real Orden que disolvía las Juntas de Fe y con ella definitivamente la Inquisición. Es considerada la última víctima en Europa de la Inquisición. Alfred Bosch ha escrito una novela, Inquisitio, basada en su vida.En la ciudad de Valencia hay una plaza periférica con el nombre de "maestro Ripoll" aunque sin ninguna inscripción que indique quién fue el titular de la plaza, y por qué murió.