martes, 30 de agosto de 2016

Historia de Catalunya (El "Principat de Catalunya" [V])

El rey Alfons II "el Casto" fue el primero que recibió y unir los títulos de rey de Aragón y conde de Barcelona, ​​titulado el 1166: "Ego Ildefonsus, Dei gratia rex Aragonensium te comas Barchinonensium", estas dignidades fueron heredadas por sus sucesores, a las que se fueron añadiendo el resto de dignidades (títulos) de soberanía sobre los territorios conquistados, llegando en 1405 al rey Martí I "el Huma", que se titulaba: "En Marti, por la gracia de Dios Rey Darago, de Valencia, de Mallorca, de Cerdeña y Córcega, y Conde de Barchinona, de Rossello, y de Cerdanya". La corona y título principal de los monarcas del Casal de Aragón del linaje de los condes de Barcelona fue la de ser reyes de Aragón, por lo que la dignidad de rey de Aragón siempre ocupó la posición jerárquica primera y principal. La dignidad (título) de Conde de Barcelona por el soberano de Catalunya quedó sellada jurídicamente durante el reinado de Pere "el Grand"; al iniciar éste su reinado, modificó la costumbre de sus antecesores y optó por emplear sólo el título de Rey de Aragón, renunciando a utilizar los títulos de Rey de Valencia y Conde de Barcelona; asimismo creó un nuevo símbolo como distintivo personal, la Cruz de Alcoraz. Este estilo tan sólo se modificó tras la conquista de la isla de Sicilia en 1282, cuando el rey pasó a utilizar el título de Rey de Aragón y Sicilia (Aragonum te Sicilie rex). Estas decisiones crearon polémica tanto en el Reino de Valencia como en Catalunya, y en las Corts Catalanes de 1283 se aprobó la Constitución (ley) catalana núm. XXIX, que obligaba al rey ya sus sucesores incluir este título en todas sus cartas y sellos, y que en la práctica obligaba al rey de Aragón a intitularse Conde de Barcelona en Catalunya. 
El símbolo principal del Principado de Catalunya era la "senyal real". Si bien en un principio, estas armas heráldicas eran propias de los condes de Barcelona, ​​desde Ramón Berenguer IV, más tarde también reyes de Aragón, siendo su símbolo principal tanto como soberano del Principat, de la Corona de Aragón, así como, de su familia, con el tiempo se fueron territorializando. Este hecho se produce ya a finales del siglo XIV y principios del XV, como se puede ver por las declaraciones de: La reina María de Luna, en las Cortes Catalanes de 1396, donde dispuso que las galeras solamente llevaran: "Armas del condado de Barcelona, ​​es decir, barras amarillas y rojas ". O a las de su marido, el rey Martí "el Huma", en su parlamento a las Corts Generals de Catalunya, celebradas en Perpignan en 1406, recordando las palabras que Jaume II dijo a su hijo Alfonso, al partir este verso Cerdenya, en 1323: "Hijo, yo os dó la bandera nuestra antigua del Principat de Catalunya".


A lo largo de la Edad Moderna, la "senyal real", continuó siendo, siendo el símbolo principal del Principado, a través de la declaración que hicieron los diputados catalanes a la emperatriz Isabel en 1528: "Caro gados el nombre y Rey sea de Aragón , las armas empero que aquel hace son del Principat de Catalunya", aparece en algunas obras pictóricas como el escudo del Principat de Catalunya, de 1637, que decora el Salón de los reinos en el Palacio del Buen Retiro en Madrid, o en "Apoteosis heráldica de Barcelona", ​​de 1681, donde aparece escrito en latín con el escudo de las cuatro barras el Principat de Ghotolonia.

Historia de Catalunya (El "Principat de Catalunya" [IV])

La primera referencia documental del término Catalunya aparece en la "Liber Maiolichinus de Gesto Pisanorum Illustribus", una epopeya latina que narra la Cruzada pisano-catalana del año 1113-1114 contra Madina Mayurqa ovillada por el arzobispo de Niza Pedro II y el conde Ramón Berenguer III de Barcelona. Esta obra fue redactada entre 1115 y 1120 y se refiere al conde de Barcelona como "Dux Catalanensis", en su territorio como "Catalania", ya sus hombres como "Catalanenses". A pesar de los diversos estudios, se desconoce aún la etimología de la palabra "catalán" y "Catalunya", así como tampoco se entiende por qué aparece primero en un documento pisano y no en la documentación catalana. Sin embargo, se constata que Catalunya tenía una connotación eminentemente geográfica, y que durante los gobiernos de Ramón Berenguer III y Ramón Berenguer IV no respondía a ninguna estructura política, ya que sigue sin aparecer en la misma documentación condal. El conde de los barceloneses ("comas Barchinonensis") Ramón Berenguer IV ejercía su principatum y dominatum sobre varios condados, que sólo a partir de la fecha del 1114 y en base a la realidad histórica documentada, se pueden calificar correctamente de catalanes: condado de Barcelona, ​​el condado de Girona, el condado de Osona, el condado de Manresa, el condado de Besalú, el condado de Cerdanya, el condado de Berga y el condado de Conflent. Por otra parte, el condado de Urgell, el condado de Pallars Jussà, el condado de Pallars Sobirà, el condado de Rosello y el condado de Empúries continuaban gobernados por dinastías propias.
 Los soberanos de Catalunya ostentaron la dignidad (título) de Conde de Barcelona. Si bien las jurisdicciones nobiliarias durante la edad media recibía la calificación de su señor, por lo que un conde regía un condado, un duque regía un ducado, y un rey un reino, ya pesar de que la fundación y estructuración de Catalunya como un estado medieval fue obra del rey Alfonso II "el Casto", la dignidad (título) que este ostentó como soberano de Catalunya fue el reputado y prestigioso título que su padre Ramón Berenguer IV de Barcelona siempre había exhibido en primer lugar jerárquico y como más importante, el de ser Conde de Barcelona. Denominaciones como la de "rey de Aragón", "rey catalano-aragonés" o "conde-rey", fueron creadas a finales del siglo XIX y no responden a los usos históricos ni al ordenamiento protocolario tradicional del Principat de Catalunya

Historia de Catalunya (El "Principat de Catalunya" [III])

Un nombre alternativo utilizado en las Corts de Barcelona de 1283 es ​​el de Universidad de Catalunya, equivalente a la denominación de común para referirse al conjunto de habitantes. El término se institucionalizó el gobierno local de Ibiza, de Mallorca y de Perpignan. Los reyes de Mallorca participaban en las cortes catalanas como feudatarios, y sus habitantes se integraban en el brazo respectivo del Principat. Las islas Baleares eran consideradas una prolongación del Principat, al igual que los condados de Cerdanya y Rosello. Pero a partir del siglo XIV, los baleares dejaron de concurrir a las Corts despachando directamente con el rey por medio de embajadores. A menudo se ha utilizado el título nobiliario de Príncipe por el heredero de la corona. En el caso de la corona de Aragón el heredero llevaba el título de Duc de Girona, más tarde cambiado a Príncipe de Girona. El Principat de Catalunya no se trata de un título nobiliario sino de una denominación jurídica equivalente a dominio o soberanía.El nombre de Principat se siguió utilizando en los Decretos de Nueva Planta de la administración borbónica, con el ámbito restringido sin la Catalunya del Nord, y fue plenamente vigente hasta el siglo XIX. Los movimientos republicanos prefirieron abandonar el nombre de Principat, pero, en cambio, los movimientos pancatalanistas prefieren mantenerlo para referirse a la Catalunya estricta, diferenciada de la Catalunya Grand. Hoy el término Principat no está recogido en el Estatuto de Autonomía de Catalunya, pero continúa vigente como denominación tradicional.El nombre de Catalunya se empezó a utilizar a mediados del siglo XII para designar el conjunto de condados que formaban la Gothia que se desvincularon, gradualmente, de la tutela franca hasta convertirse en soberanos. El origen de la palabra, Catalunya, aún es incierto y abierto a interpretaciones. La teoría más aceptada es que se deriva de "tierra de castillos",  y que haya evolucionado del término castlà, el gobernador de un castillo.  De acuerdo con esta teoría, el término castellano sería homólogo. Otra teoría sugiere que Catalunya proviene de "Gotholàndia" es decir la tierra de los vasos; de hecho, los francos menudo llamaban el territorio catalán (o incluso, la Península Ibérica) como Gothia. Otras teorías sugieren que proviene de un mítico príncipe alemán, Otger Cataló, o de la palabra laketani, tribu que habitaba las tierras de lo que hoy son el Vallès y el Barcelonès, y que por influencia italiana evolucionó a katelans y dentro de catalanes

Historia de Catalunya (El "Principat de Catalunya" [II])

El Principado de Catalunya es un término jurídico (en latín principatus) que apareció en el siglo XIV para indicar el territorio bajo jurisdicción de las Corts Catalaness, el soberano del cual (en latín, princeps) era el rey del Casal de Aragón, sin ser formalmente un reino sino una agrupación de condados con unas leyes uniformadas por las Corts. Previamente ya se utilizaba princeps para denominar al soberano con una autoridad superior a la nominal de conde, y principatus para indicar su dominio formado por varios condados: Borrell II, por consensum principios Borrellum; Ramón Borrell, inclutus princeps Raimundus; Berenguer Ramón I, principios nostri Berengario; Ramón Berenguer I, principios Barchinonensis;  Ramon Berenguer IV, "el Conde y príncipe de Catalunya". En el uso 65 de las Cortes del 1064 se llama a Ramón Berenguer I y Almodis de la Gothia como principes del principatus que consistía en los condados de Barcelona, ​​Gerona y Osona (quedaban al margen los otros condados aunque eran feudatarios),  en el uso 61 se determina la extensión marítima del Principat desde el cabo de Creus hasta Salou, incorporando por tanto el condado de Empúries. En la constitución XVIII de las Cortes del 1188 se define el Principado "desde Salsas hasta Lleida y Tortosa y sus ríos". El 1244 una pragmática de Jaume "el Conquistador" establece el límite con Aragón definiendo Cathalonia universa desde Salses hasta el Cinca.
La primera referencia explícita a la denominación de Principat de Catalunya se encuentra en la convocatoria a las Corts de Perpignan, de 1350, hecha por el rey Pere "el Ceremonios". En las siguientes Corts Generals de la Corona, celebradas en Monzón en 1362, se saluda al rey como "illustrissimus princeps te dominus dominus Petrus dei gratia rex Aragonum [...] te inter alios illi de principatus Cathalonie sub hache forma". En el conflicto entre Pere "el Ceremonios" y Jaume III de Mallorca sobre los condados de Cerdanya y Rosselló, el primero le recuerda "que los dedos condados te suelos son de te dentro Cathalunya te del Principado de Cathalunya". Como estos condados tenían algunas particularidades administrativas, a menudo se utilizaba la denominación los condados en oposición el Principat

Literatura Catalana (Francesc Fontanella i Garraver)

Nacio en Barcelona, entre 1610 y 1620 - Perpignan entre el 1680 y el 1685. Fue un escritor en lengua catalana y sacerdote.
Estudió derecho y consiguió el título en Derecho Civil y Canónico en 1641. Hasta 1652 vivió una vida noble en Barcelona y empezó a escribir poesía amorosa. Se comprometió políticamente y redactó sus dos obras dramáticas: "Tragicomèdia d'Amor, Firmesa i Porfia" ("Tragicomedia de amor, firmeza y porfía", estrenada hacia 1642) y "Lo desengany" ("El desengaño de 1651"). Los dos son textos alegóricos, con algunos elementos pastoriles.
Su poesía era más madura: cambió el seudónimo afrancesado Gilet por el pastoril Fontano. Logró la mejor calidad con los sonetos dedicados a la muerte de su primera mujer. También hay que destacar "A la mort de Nise" ("A la muerte de Nise").
En 1652, a raíz de la derrota de la "Guerra de los Segadores", huyó a Perpignan donde inició una vida totalmente diferente: la muerte de su segunda mujer hizo que ingresara en la Orden dominicana y se hiciera sacerdote. Su poesía cambió el tema amoroso por el religioso y la euforia por el pesimismo.

Literatura Cayalana (Francesc Vicent Garcia i Torres)

Nacio en Tortosa (Tarragona), hacia el 1582 - Vallfogona de Riucorb (, 1623. Apodado Rector de Vallfogona, fue un sacerdote y poeta español en lengua catalana. Estudió en la escuela Puigcerver. Fue ordenado sacerdote en Vic en 1605.
Cultivó una poesía artificiosa y elegante como el soneto "A una hermosa dama de cabell negre que se pentinava en un terrat ab una pinta de marfil" ("A una hermosa dama de cabello negro que se peinaba en una azotea con un peine de marfil") o las "Dècimes d'un galan a les llàgrimes d'una dama" ("Décimas de un galán a las lágrimas de una dama"). También escribió sátiras violentas y composiciones obscenas y groseras. Su estilo fue imitado por muchos autores catalanes del siglo XVIII, fenómeno que se conoce con el nombre de vallfogonisme.
En 1703 se publicó una parte de su obra. La edición de 1770 fue prohibida por la Inquisición española. En 1988 Albert Rossich incluyó poemas suyos en la antología Poesia eròtica i pornogràfica catalana del segle XVII (Poesía erótica y pornográfica catalana del siglo XVII).
Ha sido uno de los escritores a los que se ha atribuido la autoría del "Quijote de Avellaneda", aunque tal hipótesis se considera completamente desestimada en la actualidad.
Hasta los años 1950, la figura del Rector de Vallfogona fue protagonista de muchos chistes.