lunes, 13 de junio de 2016

Historia de Catalunya (Los Condados [XXVIII])

El Condado de Rosello [IV]

Seguramente como reacción a la amenaza que significaba la cruzada anti-cátara del Languedoc, dirigida por nobles franceses hacia 1209, el rey Pedro "el Católico" concedió en herencia a su tío Sancho, conde de Cerdanya desde 1181, el condado del Rosello, incluyendo el Conflent y aquellos territorios del Alt Rosello y del Vallespir, que habían formado parte del Condado de Besalú; por tanto el condado del Rosello volvía a coincidir con la diócesis de Elna. Sancho I de Rosello-Cerdanya, fue sucedido por su hijo Nuño Sancho, a la muerte del cual (1242), sus condados revirtieron a la Corona de Aragón.

En su testamento de 1261, Jaume I de Aragón dispuso que los condados del Rosello y la Cerdanya habían de pasar a formar parte del reino de Mallorca, que correspondería a su hijo Jaume, quedando separados de Aragón, Cataluña y Valencia que serían para Pedro "el Grande"; a partir de entonces, el infante Jaume administra como "veguer" su futuro reino.

Tras la muerte de Jaume "el Conqueridor" (1276), este testamento se puso en práctica y los condados del Rosello y de Cerdanya pasaron a dominio de Jaume II de Mallorca (1276-1311), que convirtió a Perpignán en la segunda capital del reino.

El territorio de los condados del Rosellon y Cerdanya, se dividía en veguerías: la veguería del Rosello, con capital en Perpignán se unió a la de Vallespir con el territorio de Illa que, hasta 1309 había formado parte de la del Conflent. La veguería de Conflent, con la capital en Vilafranca de Conflent, correspondía, aproximadamente, al actual Conflent con la veguería del Capcir; la veguería de Cerdanya tenía su capital en Puigcerdà con la veguería del Baridà y el territorio de la Vall de Ribes disponía de su propia administración.

En 1344, Pedro "el Ceremonioso", se anexionó el reino de Mallorca y constituyó los condados del Rosello y Cerdanya gobernándose ambos independientes de la gobernación del Principat de Catalunya, con capital en Perpignán.

En el siglo XV, las tensiones políticas de Catalunya condujeron al estallido de la "Guerra de los Remensas" (1462-1472) cuando Catalunya se rebeló contra Juan II. Entonces, para conseguir la ayuda de Luis XI de Francia contra los rebeldes, Juan II firmó en 1462 el Tratado de Bayona con el que se empeñaban al rey de Francia los condados de Rosello y Cerdanya a cambio de recibir armas y dinero. En 1463, Luis XI ocupó los condados donde, a partir de 1472, cuando ya la guerra había terminado en el resto de Catalunya, comenzó a extenderse la revuelta contra los franceses; el 12 de febrero de 1473, Juan II entró, con un ejército, en Perpignán y se atrincheró en ella mientras la guarnición francesa se retiraba al castillo real y un nuevo ejército de Luis XI volvía a sitiar Perpignán. Tras una tregua acordada en 14 de junio, se llegó al "Tratado de Perpigán", pactando que los combates se llevaran a cabo en un territorio neutral. Sin embargo, Luis XI, contraviniendo el tratado ocupó Elna en 1474 e hizo ejecutar al gobernador Bernat d'Oms en el castillo de Perpignán. El 10 de mayo de 1475, tras ocho meses de asedio, los perpignaneses aceptaron la orden de Juan II de rendirse a los franceses. Por haber resistido este largo y penoso asedio, Juan II concedió a Perpignán el título de Fidelíssima Vila. La represión francesa fue extrema, y se produjeron varias revueltas contra los ocupantes, como la del 1477. La dominación francesa finalizó con el "Tratado de Barcelona" (1493) en la que Carlos VIII de Francia aceptó restituir los condados a Fernando "el Católico".

Durante el siglo XVI, los condados del Rosello y la Cerdanya se vieron afectados por las continuas guerras entre la Monarquía Hispánica y Francia. En 1520, un ejército francés se apoderó de la Torre de Querol y llegó a Puigcerdà; en 1542, Perpignán fue defendida por el duque de Alba contra el batallón dirigido por Enrique, príncipe de Francia. Los franceses efectuaron un nuevo intento de anexión en 1595. Debido a esta inseguridad, Carlos I y Felipe II reforzaron las fortificaciones de Perpignán y convirtieron el antiguo palacio de los reyes de Mallorca en una ciudadela.

Historia de Catalunya (Los Condados [XXVII)

El Condado de Rosello [III]

El conde Guislabert del Rosello, trasladó su residencia condal desde Castellrosello hasta una villa llamada Perpignán, la cual inició un ascenso continuado hasta acabar convertida en la capital del Rosello, en detrimento de Elna, la sede episcopal rosellonesa.

A Guasfred II le sucedió su hijo Guislabert II (1074-1102) que pactó con el conde de Empúries sobre los derechos respectivos acerca de las posesiones militares y eclesiásticas. Gerard I (1102-1113), hijo y sucesor de Guislabert II, había marchado a Tierra Santa como cruzado y participó en las conquistas de Antioquía (1098) y Jerusalén (1099). En 1102, volvió al Rosello para hacerse cargo del condado, pero en 1109 marchó de nuevo a Tierra Santa donde murió asesinado en 1112, pasando el condado a su hijo Gausfred III.

Durante la época del conde Gausfred III (1113-1164) en el Rosello hubo períodos muy turbulentos a causa de los ataques de los piratas sarracenos, y a las malas relaciones mantenidas con el conde Hugo I de Empúries (1116-1154) motivadas por sus ambiciones territoriales sobre el Rosello. Por ello, en el conflicto empuriano-barcelonés de 1128, el conde del Rosello se puso de parte de Ramón Berenguer III; por otro lado, después de un breve período de tregua, en 1147, Gausfred I y Hugo I volvieron a enfrentarse por el dominio del castillo de Requesens.
La crisis política rosellonesa se acentuó con la sublevación de Gerard contra su padre, Gausfred III. Éste pudo conservar el condado gracias a la ayuda de Hugo III de Empúries (1154-1175), favorable, en contra de la opinión de Hugo I, al entendimiento con la dinastía del Rosello. En 1162, Gausfred III se reconcilió con su hijo y Gerard obtuvo el señorío de Perpignán siendo reconocido, nuevamente, como heredero del condado.
Gerard II de Rosello (1164-1172), enfermo y sin hijos, dejó el condado en herencia a Alfonso "el Casto" (Rey de Aragon), decisión tomada, según manifiesta el conde, de acuerdo con el consejo de sus súbditos. En su testamento Gerard II estableció que el Rosello "todo íntegramente lo doy a mi señor el rey de los aragoneses" por la fe depositada en su soberano Alfonso II, que fue inmediatamente reconocido como rey en Perpignán.1 En los círculos políticos roselloneses, ante la extinción del linaje condal parece que se juzgó más conveniente unirse al dominio real aragonés, cuyos monarcas eran descendientes directos de Guifré "el Pilós", en lugar de considerar los derechos de Hugo III de Empúries sobre el Rosello, por la descendencia de las dinastías condales empurdana y rosellonesa de un tronco común: el de los antiguos condes de Empúries-Rosello de los siglos IX y X. Sunyer II (862-915), Gausbert (915-931) y Gausfred I (931-991), a la muerte del cual, sus hijos, Hugo I de Empúries (991-1040) y Guislabert I de Rosello (991-1014), se habían repartido el dominio reconociéndose, sin embargo ciertos derechos comunes sobre la totalidad del antiguo patrimonio.

Contando pues con el apoyo de la aristocracia local en 1173, después de muerto Gerard II, Alfonso "el Casto" convoca una asamblea de nobles roselloneses en Perpignán, en la que estableció unos estatutos de paz y tregua válidos para todo el condado del Rosello y la diócesis de Elna.

Historia de Catalunya (Los Condados [XXVI)

El Condado de Rosello [II]

Con la muerte de Luis "el Tartamudo" (879), se inicia la descomposición del Imperio carolingio. Durante el último cuarto del siglo IX, los reyes francos perdieron el poder y en todas las regiones del reino los nobles locales convirtieron sus cargos en hereditarios. De esta forma, en todo el imperio carolingio, los condes dejaron de ser funcionarios nombrados y destituidos por el rey, para convertirse en pequeños soberanos.
En esta situación de crisis terminal del imperio carolingio, a la muerte de Miró "el Viejo" (895), el condado pasó a su primo hermano Sunyer II de Empúries, sin que en ello interviniera para nada el poder real.

Durante casi todo el siglo X, el condado del Rosello estuvo unido al condado de Empúries pero, al parecer, a finales del siglo IX una parte del antiguo condado del Rosello (Alt Rosello, Conflent y una gran parte de Vallespir) ya había pasado al dominio del conde Miró II de Cerdanya, hijo de Guifré "el Pilós", quedando reducido a la parte costera del Rosello y del Vallespir. Dentro del conjunto formado por Empúries y el Rosello, el núcleo político perteneció siempre a la parte empurdana; los condes de Empúries y Rosello residían en la ciudad de Empúries hasta que, a causa de la presión de los piratas normandos y árabes, el conde Gausfred I estableció la residencia condal en Castello d'Empúries. Tras la muerte de Gausfred I (931-991), sus dos hijos, contraviniendo el testamento paterno que establecía un gobierno común e indivisible sobre todos sus dominios, se repartieron los condados: Hugo I (991-1040) fue conde de Empúries y Guislabert I (991-1014) lo fue del Rosello. Del co-gobierno dispuesto por Gausfred sólo quedaron unas determinadas cláusulas pactadas entre ambos herederos: el derecho a asistir a los juicios y pleitos celebrados en cualquiera de los dos condados, repartiéndose los derechos percibidos de justicia; permitir que el conde del Rosello permaneciera en Empúries, la antigua capital, cobrándole todos los censos y usos del lugar, o que Hugo y Guislabert pudiesen poseer dominios en el territorio del otro. En 1014, Hugo I de Empúries, aprovechando la muerte de Guislabert y la minoría de edad de su hijo y sucesor Gausfred II (1014-1074), invadió el Rosello; empresa que fracasó gracias a la ayuda del conde de Besalú, Bernat Tallaferro y de su hermano el abad Oliva, ex-conde de Berga, a Gausfred II, reconocido como conde del Rosello en el pacto de 1019, auspiciado por Oliva. La división en 991 fue irreversible y los condados de Empúries y Rosello no volvieron a tener un condado común.

Historia de Catalunya (Los Condados [XXV)

El condado de Rosello [I]

Fue uno de los condados existentes durante la Alta Edad Media en el territorio denominado por el estado carolingio, como la "Gotia"
Los orígenes del condado del Roselló se encuentran en un antiguo condado visigótico cuya jurisdicción correspondía, muy probablemente, al de la antigua ciudad iberorromana de Ruscino y con el obispado de Elna. Este primitivo condado, que comprendía las comarcas históricas de Plana del Rosello, Conflent y Vallespir (Catalunya Nord), lo creó el rey visigodo Liuva I en el año 571.
Los árabes ocuparon el condado en 721 y conservaron su dominio hasta que en 760 el rey Pipino "el Breve" lo anexiona al reino de los francos después de haber conquistado Narbona a los musulmanes en 759. Durante estos cuarenta años de dominio sarraceno, el condado del Rosello queda prácticamente despoblado. Pipino "el Breve" restableció el antiguo condado visigótico, fijando la capital en Ruscino; los condes poseían un castillo, el "Castrum" o "Castellum Rossilio", por eso Ruscino pasó a llamarse Castellrosellón.

La historia del condado del Rosellón entre los siglos VIII y IX no es demasiado conocida. Entre los años 812 y 832 fue conde de Rosello Gaucelmo, hijo del conde Guillem I de Tolosa, hermano de Bernat de Septimania y hermanastro del conde Bera. En 816 Gaucelm se convirtió en conde de Empúries y, a partir del año 829 utilizó el título de marqués de "Gothia".

En 832, el condado del Rosello quedó incluido dentro de los dominios del conde Berenguer de Tolosa que, tras su muerte, pasó a Bernat de Septimania. Después de que Bernat de Septimania fuera ejecutado en Tolosa, en 844, por orden de Carlos "el Calvo", el dominio del condado del Rosello le fue concedido al conde Suniari I de Empúries. El conde Guillem II de Tolosa, hijo de Bernat de Septimania, asesinó a Sunyer I en 848 rigiendo el condado hasta que también fue asesinado en el 850. A partir de ese momento el condado del Rosello fue regido por los condes francos: Alerán (850-852); Odalrico (852-857); Hunifred (857-863) y Bernat de Gothia (863-878). Como recompensa por su participación en la represión de la revuelta de Bernat de Gothia, el conde Miró "el Viejo", de Conflent, hermano de Guifré "el Pilós", fue nombrado conde del Rosello por el rey Luis "el Tartamudo" en 878.

El Horoscopo Maya (El Murcielago)

Murcielago: Nacidos entre el 26 de julio y el 22 de agosto

Luchadores, emprendedores y de fuerte carácter, el Murciélago nació para ser un héroe. Líderes innatos, centrarán la atención de quienes los rodean. De ahí, su capacidad de éxito. Además, su modo de ser los convierte en jefes por excelencia.

Dar órdenes y tomar decisiones les cuesta muy poco. Impulsivos, no temen los desafíos. Hacen las cosas y luego las piensan. Así, lo más normal del mundo sería ver a un Murciélago metido en riñas o disputas. Pero nunca llegará la sangre al río.

Son excelentes políticos, gobernantes, gerentes, economistas, empresarios, ministros y también poseen una veta humorista.

En el amor, el murciélago pasa por diferentes etapas: es protector, guardián del hogar y buen jefe de familia. A veces, la mujer murciélago hace de padre y madre a la vez. Pero también los murciélagos necesitan momentos de soledad y preservar su independencia por eso la persona que esté a su lado debe ser igual a él, tener vida propia y otras amistades con las que relacionarse. Necesita admirar a la persona que tiene al lado y sentir que es digna de su amor, debe brillar con luz propia pero sin opacar en ningún momento la luz del murciélago.

El Horoscopo Maya (La Tortuga)

Tortuga: Nacidos entre el 27 de junio y el 25 de julio

La tranquilidad del hogar les gusta por encima de todas las cosas. La Tortuga es tranquila, es por eso que construirá su porvenir sin prisa. El trabajo lento y constante es el que le gusta, ya que no confía en los resultados rápidos y fáciles.

Considerado uno de los signos sabios por los mayas, la Tortuga puede llegar a desarrollar su inteligencia hasta límites insospechados. Aunque no tengan una formación específica, la vida les pone ante sí los conocimientos necesarios para que su nivel intelectual sea elevado.

Necesitan sentirse a gusto en su lugar de trabajo, rodearse de armonía y tener relaciones cordiales con sus compañeros. Es un empleado fiel y solícito y no le importa quedarse fuera de su horario de trabajo si es necesario.

Contar con una tortuga de amiga, es sacarse la lotería. En el amor son bastante tímidas, si esperás que un chico de este signo se te declare, es imposible en tiempo real. Consejo: decile vos primero cuáles son tus sentimientos por él.

El Horoscopo Maya (La Ardilla)

Ardilla: Nacidos entre el 30 de mayo y el 26 de junio

Charlatanes. Así son las Ardillas. Personas a las que les cuesta guardar un secreto, que hacen del rumor una realidad y que consiguen hacer volar los cotilleos.

Gusta de tener muchos amigos. En su agenda de contactos la lista de números de teléfono es interminable. Así, se podrían pasar largas horas al día colgados del auricular. ¡Sin exagerar! Inestables, suelen cambiar de opinión varias veces al día. Esto desorienta a quienes tienen a su alrededor, que dudan en muchas ocasiones de su credibilidad.

Activo e inquieto, su mayor afición es la charla larga y distendida. Sin embargo, una de sus habilidades es hacer varias tareas a la vez.

En el amor son magnéticas, atraen a la gente como un imán. Pero si se deslumbran con una persona, caen rendidas a sus pies. Le encantan las pequeñas atenciones, sabe apreciar un gesto de amor como si su pareja aparece con un ramo de margaritas silvestres, un simple chocolatín, o un poema de amor escrito con faltas de ortografía.

El Horoscopo Maya (El Perro)

Perro: Nacidos entre el 4 de abril y el 1 de mayo

El amor es su motor en la vida. Nobles por naturaleza, poseen una vocación innata de servicio. Por eso, muchos de ellos serán médicos o enfermeros. Lo malo es que muchas veces se olvidan de ellos mismos, de sus necesidades, de sus deseos...

Sin embargo, cada buena obra que hacen, les es devuelta con creces. La vida les regala una sonrisa. El Zorro sabe entender a la gente y, por lo tanto, sabe llegar a ella rápidamente. Siente el dolor ajeno como algo propio. Así, no sería de extrañar verlo llorar simplemente porque alguien a su alrededor lo esté haciendo.

Tradicionalistas y conservadores: quieren casarse, tener un trabajo seguro y con éste tener los recursos económicos para poder disfrutar de sus hijos.

El zorro es trabajador, aunque debe aprender a relacionarse un poco mejor con el dinero. Trabaja, trabaja, pero el dinero nunca le alcanza. El problema es que el zorro se mete en empresas que no generan ganancias, pese a eso, su corazón es de oro.