miércoles, 24 de agosto de 2016

Historia de Catalunya (La Renaixença [II])

También fue muy conservador y clerical, Antoni de Bofarull, autor del primer folletín en catalán "L'orfeneta de Menargues" o "Catalunya agonisant" (1862). Al mismo tiempo se produjo el resurgimiento de la historiografía catalana, que arranca en 1836 con la publicación de las "Memorias" para ayudar a formar un diccionario crítico de escritores catalanes, de Félix Torres Amat, la primera historia indirecta de la literatura catalana, y "Los condes de Barcelona vindicados", de Próspero de Bofarull y Mascaró, "una historia a la vez crítica y laudatoria de los primeros condes-reyes", a las que siguieron tres años después "Recuerdos y bellezas de España" de Pau Piferrer, que en palabras de su autor relata con pasión "las felices épocas de los Raimundos y los Jaimes" y elogia a todos los que fueron "el sostén de las libertades de su patria, que nunca consintieron que fuesen holladas por mano de Rey", por lo que esta obra es considerada como la primera "en dibujar las grandes líneas de la historia nacional de Catalunya", en palabras de Josep Fontana, quien además señala que en ella se esboza "el cuadro esencial de los hechos que hoy conmemoramos como los hitos de la nacionalidad, incluyendo el 11 de septiembre"

Entre los continuadores de estas obras pioneras destacaron Víctor Balaguer, con "Bellezas de la historia de Catalunya" (1853) e "Historia de Catalunya y de la corona de Aragón" (1860), cuyo propósito según el autor era reivindicar para España como "un único, sí, unido, pero confederado", y Antoni Bofarull, quien además de editar las grandes crónicas medievales catalanas inició en 1876 la "Historia crítica (civil y eclesiástica) de Catalunya". El historiador Jaume Vicens Vives señaló en el siglo siguiente que la obra de Balaguer proporcionaba argumentos a los poetas patrióticos y la de Bofarull a los juristas y a los políticos.
Los conceptos de lengua y patria quedan equiparados por Herder en el romanticismo alemán. La Renaixença se consolida en el entorno de una burguesía culta que encuentra en el romanticismo un interés por el propio pasado. Se reivindica un pasado glorioso durante la formación de las diferentes naciones europeas, en la Edad Media. En el transcurso del movimiento que conocemos como "Renaixença", se utiliza poco este término ante Renacimiento, refiriéndose a la lengua, a la literatura y a la patria. La primera vez que hay constancia del uso del término es cuando Pere de Rosselló realiza un discurso como secretario de los Jocs Florals de 1869. El 1871, se fundó la revista quincenal "La Renaixença", pero en sus artículos se continúa empleando la palabra Renacimiento para referirse a la patria y a las letras catalanas.
La Renaixença es el periodo literario que va desde el final de la Decadencia hasta el Modernismo, enmarcado por un movimiento cultural y de concienciación nacionalista más amplio (alcanza todas las manifestaciones culturales), surgido dentro de la burguesía a raíz de las transformaciones provocadas por la "Revolución Industrial". Así, la Renaixença se identifica claramente con el "redreçament" cultural catalán y, sobre todo, con la recuperación de su lengua.

Historia de Catalunya (La Renaixença [I])

Fue un movimiento cultural en los territorios de habla catalana que llega a su esplendor durante la segunda mitad del siglo XIX. Su nombre surgió de la voluntad de hacer renacer el catalán como lengua literaria y de cultura después de los siglos de diglosia respecto al castellano (periodo llamado genéricamente "Decadència"). Es paralelo a otros similares, como el Rexurdimento gallego.
Los autores más importantes de este movimiento fueron Joan Maragall, Jacinto Verdaguer y Buenaventura Carlos Aribau y uno de los puntos clave de su difusión fueron los Jocs Florals. El estilo de la "Renaixença" es parecido al Romanticismo europeo, predominio de los sentimientos, la exaltación patriótica y los temas históricos. La lengua utilizada mezclaba cultismos y neologismos con palabras de la cultura popular. El inicio de la "Renaixença" se ha situado tradicionalmente en agosto de 1833 cuando se produjo la publicación de la "Oda a la Patria" de Buenaventura Carlos Aribau en el diario "El Vapor", a la que siguieron los 27 poemas en catalán de Joaquim Rubió i Ors que publicó en el Diario de Barcelona a partir de 1839 y que fueron reunidos en el libro titulado "Lo Gayter del Llobregat" (1841), el seudónimo del autor, quien en la introdución exponía su programa literario, basado en el amor a "las cosas de sa patria" y en la reivindicación del idioma que "desgraciadament se pert dia a dia" y del que algunos se avergüenzan de que se les "sorprengue parlant en catalá"
El interés del movimiento se centró en la literatura, y dentro de ella en la poesía, por lo que se considera como uno de sus hitos la celebración de los primeros !Jocs Florals" en 1859 organizados por el Ayuntamiento de Barcelona, aunque tuvo un antecedente en 1841 con el certamen poético convocado por la Academia de Buenas Letras, en el que resultaron premiados un poema de Rubió i Ors sobre los almogávares y una memoria histórica de Braulio Foz sobre el compromiso de Caspe. Los Jocs con sus tres premios ordinarios: "a la fe, la patria y el amor" fomentaron los poemas de exaltación historicista y los tres discursos rituales, del presidente, el secretario y uno de los mantenedores, se convirtieron en "una cátedra de regionalismo", según se dijo tiempo después, que atraían a un público numeroso y variado. Así, "los Jocs avivaron el sentimiento de catalanidad, mientras proclamaban la españolidad de Cataluña"
Sin embargo, como denunció a principios del siglo XX el líder nacionalista catalán Enric Prat de la Riba, los que impulsaban los Jocs Florals, "lloraban los males de la lengua catalana y en su casa hablaban en castellano; enviaban a los Juegos Florales hermosas composiciones llorando trágicamente los males de Cataluya, y fuera del redil de los Jocs ya no se acordaban de Catalunya y se asociaban con sus enemigos". Proponían la huida hacia un pasado idealizado en un momento de grandes cambios económicos y sociales, ya que, a excepción del liberal progresista Víctor Balaguer, aunque su primera poesía en catalán la dedicó "A la Verge de Montserrat", la mayor parte de los integrantes de la primera Renaixença fueron afines al moderantismo. Rubió i Ors, por ejemplo, fue mucho más conocido en España por obras integristas como "El libro de las niñas" (1845) o "Manual de elocuencia sagrada" (1852) y en el discurso que pronunció ante la reina Isabel II con motivo de la apertura del curso 1861-1862 de la Universidad de Barcelona, defendió que "las universidades, manteniéndose católicas, sean en España las encargadas de impedir que el error se derrame por nuestro suelo"

Historia de Catalunya (Els Rebomboris del Pa)

Revuelta ocurrida en Barcelona los días 28 de febrero, 1 y 2 de marzo de 1789 (con repercusiones en Vic y en Mataró), motivada por el reiterado encarecimiento del pan.Las malas cosechas de 1787 y del 1788 habían provocado una fuerte subida del precio del trigo durante los meses de enero y febrero de 1789, al tiempo que las variedades más económicas de pan, como el pan moreno, escaseaban y eran de mala calidad. En anunciarse un nuevo aumento de precio a partir del día 1 de marzo, hubo un alboroto popular en Barcelona la noche antes: una multitud descontenta asaltó el pastel y la incendió en buena parte, a la vez que se apoderaba del pan, de la pasta para cocer y del dinero; al mismo tiempo prendió fuego a las barracas de venta de pan y asaltó las casas de los arrendadores de la fabricación de pan. El capitán general, Francisco González y de Bassecourt, conde de El Asalto, envió tropas para reducir los amotinados, pero estos las apedrearon y él tuvo que refugiarse en la Ciudadela ante la actitud amenazadora de la gente, que sólo fue disuadida de quemar la casa de la ciudad por la presencia de la tropa. El orden de los capuchinos intentó apaciguar el alboroto, pero sólo tuvo éxito en parte y con la entrega de dinero a los amotinados. Al día siguiente, 1 de marzo, domingo, se reprodujeron los incidentes: una multitud se presentó en el plan de Palau y reclamó la rebaja del precio del pan, lo que obtuvo por escrito, así como la libertad de los detenidos de la noche anterior. Los disturbios se reprodujeron, pero, por la tarde, con la exigencia de que fueran rebajados los precios de la carne, del vino y del aceite. Ante la negativa, un grupo numeroso penetró en la catedral por la fuerza, insultó el obispo y tocó a rebato. Las autoridades prometieron la reducción de los precios y el obispo renunció a una parte del derecho de golpes, que encarecía la entrada de trigo en la ciudad. Mientras tanto los concejales, la nobleza y los representantes gremiales organizaron patrullas que disolvieron los grupos de la ciudad y detuvieron algunos amotinados, mientras desde la Ciudadela los cañones eran encarados en la ciudad. El 2 de marzo hubo todavía disturbios aislados, pero las patrullas evitaron nuevos incidentes y obligaron a los comerciantes a abrir sus establecimientos. Las campanas de las iglesias fueron privadas de sus badajos durante una semana, para evitar nuevos toques de rebato. La nobleza y los gremios se hicieron cargo del coste de mantener el precio del pan y de mejorar su calidad. La represión del gobierno de Carlos IV fue muy dura: el capitán general fue destituido y sustituido por el conde de Lacy, que impuesto siete penas capitales en Barcelona y otros en Vic y en Mataró; otros amotinados fueron deportados. La dureza de la represión suscitó la repulsa de la ciudad, que pidió el indulto de los condenados a muerte, sin obtenerlo. Muchos barceloneses abandonaron la ciudad el día de la ejecución en señal de desaprobación, lo que desmentiría el carácter exclusivamente plebeyo del alboroto. La ciudad permaneció militarmente ocupada durante varios meses. Se remarcó el origen común de los Rebomboris del Pan con la Revolución Francesa del mismo año, favorecida por la crisis agraria de los años 1787 y 1788, común a todo el occidente europeo.

fuente:  http://www.enciclopedia.cat

Literatura Catalana (Vicent Ferrer [III])

Vicent Ferrer fue uno de los antisemitas más nefastos que existieron en la historia de España. Su lema era "bautismo o muerte". De los judíos dijo que eran "animales con rabo y que menstrúan como las mujeres". Afirmaba que "los judíos tienen entre otros el más oculto y abominable oprobio pues les sale de la cara aquel exangue olor y amarillez de su rostro (...) La señal de Caín está puesta sobre ellos y es el olor que exhalan". Fue impulsor del pogromo de 1391 en el barrio judío de Valencia, donde actualmente se ubica la plaza Sant Vicent Ferrer; y en Toledo consiguió la transformación de la Sinagoga Mayor de Toledo en la Iglesia de Santa María la Blanca. Como resultado, bien de sus predicaciones, bien de la violencia de la revuelta antijudía de 1391, una gran cantidad de judíos se convirtieron al cristianismo, originándose a partir de entonces una importante comunidad de cristianos nuevos. Hay autores que niegan que Vicent Ferrer estuviera en Valencia en 1391, y que insisten en que nunca aprobó la violencia, aunque sí que pensaba que aquel quebranto era una buena oportunidad para intensificar la catequesis. Su trabajo se vio facilitado por su conocimiento intenso del hebreo, las tradiciones, y las Escrituras.
Vicent tuvo un trato especial con los convertidos, encargando su formación y educación en el cristianismo a personas seleccionadas, o como el converso musulmán Atmez Hannexa, que tomó el nombre de Vicente cuando se bautizó, del que se preocupó para que él y su familia tuvieran una pensión para su socorro y sustento, y pudiera predicar entre musulmanes y cristianos.
Le pidieron que asistiera al Concilio de Constanza, pero él optó por seguir con su trabajo y continuó predicando por Francia, evitando las zonas en guerra. Recorrió el  Midi-Pyrénées (Francia), la Auvernia, pasando luego a la Bretaña, donde transcurrirán los últimos meses de su vida. Encontrándose gravemente enfermo, decidió partir hacia Valencia. Sufrió una terrible tempestad al salir del puerto de Vannes lo que él interpretó como una señal de Dios para que volviera a Vannes a pasar el resto de sus días. Falleció en Vannes el 5 de abril de 1419. Su sepulcro se halla en la catedral de dicha ciudad. El 29 de junio de 1455 tras votarlo en el consejo de cardenales, Calixto III anunció la canonización de Sant Vicent Ferrer.

Literatura Catalana (Vicent Ferrer [II])

En esta época Vicent siguió su trabajo de predicación por todo el antiguo reino de Valencia, de las que tenemos constancia, como una Cuaresma en Segorbe u otra en Valencia capital. También hay que destacar su intervención en sentencias entre religiosos, o sus clases como profesor de teología en "La Seu" (catedral) de Valencia entre 1385 y 1390.
En 1394 fue elegido papa de Avignon Pedro de Luna como Benedicto XIII, y llamó a Vicent, le ofreció distinciones cardenalicias y obispados, pero Vicent no veía con buenos ojos el ambiente de la curia de Avignon y marcha al convento de los predicadores de la ciudad. El cisma le causaba un gran dolor interior, y en ese momento sufre una enfermedad que parecía llevarle a la muerte. El 3 de octubre tiene una visión que cambia el rumbo de su vida y desde ese momento se dedica a la predicación itinerante, a la que se consagra totalmente, recorriendo los caminos de Europa occidental a pie.
Vicent seguía siendo partidario de los papas de Avignon. Recordaba las plagas bíblicas y afirmaba que la novena plaga eran las tinieblas: durante tres días estuvieron hombres y mujeres sin verse el uno al otro y decía que esto significaba "el Cisma" y los tres días eran los tres papas que había en ese momento, Juan, Gregorio y Benedicto.
Tras su intervención en Caspe y en sus frecuente encuentros con el rey Ferran , Benedicto XIII y el emperador Segismundo tratan sobre la unión de la Iglesia. El 6 de enero de 1416, Vicente Ferrer en Perpignán, leyó un documento por el que la Corona de Aragón se sustraía de la obediencia a Avignon. Al año siguiente en 1417 fue elegido Martín V como Papa de toda la Cristiandad.
Su participación está documentada por su propio hermano Bonifacio que también participó como compromisario representando a Valencia. Vicent llegó a Caspe en abril de 1412 y era el octavo compromisario por orden jerárquico, pero fue el primero, tal vez por su prestigio y peso moral en emitir el voto, y seguramente esto fue decisivo para el futuro de la Corona de Aragón y de la futura España. Su voto fue a favor de Fernando de Antequera y tras él, su hermano y otros tres compromisarios de Aragón y Valencia hicieron lo propio votando también por Fernando, dos compromisarios votaron por el Conde de Urgel, uno se abstuvo y otro no había formado una opinión. Según algunas crónicas los partidarios del Conde de Urgell trataron de asesinar a Vicent por tierras de Lleida.

Literatura Catalana (Vicent Ferrer [I])

Nació el 23 de enero de 1350 en el seno de una familia acomodada del cap i casal, la ciudad de Valencia. Fueron sus padres Guillermo Ferrer y Constancia Miguel, quienes tuvieron tres hijas y tres hijos. Guillermo Ferrer era notario y estaba bien relacionado con las clases altas, lo cual le permitió conseguir para su hijo un bautizo con ilustres padrinos y el "beneficio de Santa Ana" en la Parroquia de Sant Tomás. Cuando éste nació, Valencia terminaba de sufrir la Peste Negra.
El joven Vicent se inició en los estudios en una de las múltiples escuelas de latinidad de Valencia. Tras haber ingresado en el Convento de los Predicadores de Valencia, en febrero de 1367 tomó el hábito dominico. Entre 1368 y 1375 fue enviado por sus superiores a profundizar sus conocimientos en Lleida, Barcelona y Toulouse. En Lleida, donde se encontraba el Estudio General de la Corona de Aragón, dio clases como profesor de Lógica.
Vicent trabajó activamente en conseguir solucionar el llamado "Cisma de Occidente". En 1377 regresaban los Papas a Roma tras casi tres cuartos de siglo en Avignon. Pero al morir Gregorio XI se eligió a Urbano VI, lo que llevó a graves disturbios y momentos de tensión con denuncias sobre la legalidad de la elección. Las ausencias de algunos electores y las presiones francesas a las que se sumó el cardenal español Pedro de Luna conocido posteriormente como el Papa Luna, llevó a que un grupo de electores declarara nula en agosto la elección y eligiera el 20 de septiembre a Clemente VII. La Europa cristiana quedaba dividida entre los que obedecían a Roma y los de Avignón.
Pedro IV "el Ceremonios", terminó por apoyar a Clemente VII y este delegó en Vicent Ferrer para intervenir en el reino de Valencia, donde ya se encontraba el delegado de Urbano VI.
Su actividad en Valencia a favor de Clemente VII fue intensa, lo que llevó a que el rey recibiera distintas cartas y denuncias unas a favor y otras en contra. Tal fue la situación que le llevó a renunciar voluntariamente a su cargo de Prior del Convento de los Predicadores, cargo que ostentaba desde hacia algún tiempo. Su apoyo a Avignon le llevó a escribir un tratado en 1380.

Literatura Catalana (Francesc Eiximenis)

Nacio en Girona, hacia 1330 - Perpignan, 1409. Fue un escritor franciscano del siglo XIV en la Corona de Aragón.
Posiblemente uno de los autores catalanes medievales más leídos, copiados, publicados y traducidos, se puede afirmar que tanto en el ámbito literario como en el ámbito político, tuvo mucha influencia. Entre sus lectores podemos encontrar a importantes personalidades de su época, como por ejemplo a los reyes de la Corona de Aragón: Pere IV "el Ceremonios", Joan I "el Caçador" y Martí I "el Humà", a la reina María de Lluna (mujer de Martí "el Humà"), y al Papa de Avignón Benedicto XIII
Cuando era muy joven, entró en la orden franciscana. Su formación empezó en las escuelas de la orden franciscana en Catalunya. Después fue a las universidades más importantes de Europa: la Universidad de Oxford y la Universidad de París. En especial le influyó la Universidad de Oxford, ya que allí los franciscanos tuvieron un importante estudio. Así pues podemos considerar a diversos franciscanos ingleses (y autores británicos en general) como a los autores que más influyeron en Eiximenis. Podemos citar entre otros a Robert Grosseteste (llamado Linconiensis por Eiximenis, ya que fue obispo de Lincoln), Juan de Gales, Richard Kilvington, Alejandro de Hales, Ricardo de Mediavilla, Thomas Bradwardine, Guillermo de Ockham, Juan Duns Escoto.
En 1371 se intentó que fuera como profesor a la Universidad de Lleida. Pero le faltaba el título de Doctor en Teología ("magister in sacra pagina"), y por lo tanto este intento no prosperó. Eiximenis consiguió este título en la Universidad de Toulouse el 1374 con la ayuda y el apoyo financiero del rey Pere IV "el Ceremonioso".
En Valencia la actividad de Eiximenis, además de sus tareas literarias, fue incansable. 1391 fue un año muy difícil para la ciudad y reino de Valencia, ya que hubo muchos problemas sociales. Entonces organizó Eiximenis una especie de ejército de plegarias en algunos monasterios y conventos alrededor de Valencia. En 1392 recibió el encargo, junto con otras personas, de revisar los libros judíos que fueron robados durante "el Pogrom" de 1391. Al final de 1397 fue miembro de una comisión que debía asesorar al rey Martí I sobre el Cisma de Occidente. En 1397 y 1398 tomó parte en la preparación de dos cruzadas valenciano-mallorquinas contra la piratería de los musulmanes del Norte de África. En 1399 fue Eiximenis también presidente de una comisión que pretendía la unificación de todas las escuelas de Valencia. El Consell (órgano de gobierno de Valencia) lo rechazó esto en 1400, pero se puede afirmar que este intento fue un claro precedente de la Universidad de Valencia, que fue fundada oficialmente en 1499. Los últimos años de Eiximenis en Valencia (1404–1408) fueron dedicados a la fundació y dotación del convento franciscano de "Sant Esperit" (en Gilet, cerca de Sagunto). Este convento fue fundado por la reina María de Lluna.
En 1408 tomó parte en el Concilio de Perpignán. Allí le nombró el Papa de Avignón Benedicto XIII primero Patriarca de Jerusalén y después administrador apostólico (obispo provisional) de la diócesis de Elna (antiguo nombre de la diócesis de Perpignán).
Eiximenis murió en Perpignán en abril de 1409

Literatura Catalana (Pere Torroella)

Nacio en La Bisbal d'Empordà (Girona), c. 1420 – L'Empordà, c. 1492. Fue un poeta y militar catalan al servicio de Joan II "el Gran" o de su hijo Carlos IV de Navarra. Es autor de poesías y prosas breves tanto en catalán como en castellano. Ingresó en la corte de Juan de Navarra (luego Joan II) en 1436, a quien sirvió como escudero y copero tanto en las escaramuzas de Castilla como en la corte de Navarra, donde fue sirviente de Carlos de Aragón, Príncipe de Viana e hijo del rey Joan.

A finales de 1450 se trasladó a Nápoles junto a don Juan de Aragón, hijo bastardo de Juan de Navarra. Permaneció allí hasta la muerte del rey Alfons V "el Magnánim" en 1458. Durante esos años entabló amistad con humanistas como Giovanni Pontano, y ejerció de mayordomo del príncipe bastardo.
En 1458, tras la muerte del rey Alfons y el ascenso al trono de su hermano Joan, Pere Torroella se trasladó a Zaragoza y Barcelona como emisario de Carlos de Viana, a quien sirvió hasta su muerte, en 1461. Un año después, en 1462, estalló la "Guerra Civil Catalana" (que enfrentó a la Generalitat de Catalunya y a la monarquía aragonesa), y Torroella luchó en los primeros años junto a los rebeldes. En 1464 se pasó al bando real, al que permaneció fiel hasta el final de la guerra, en 1472.
Desde 1472 hasta su muerte (acaecida seguramente en 1492), Pere Torroella ejerció de consejero de Joan II en Barcelona, pero tras la muerte del rey en 1479 se retiró a sus dominios en el Empurdà, donde murió en compañía de su mujer Violant de Llebià y de su hijo Diomedes.
Pere Torroella es autor de obra en catalán y en castellano. En la primera lengua compuso "Lais", canciones al estilo de Ausiàs March, un soneto (el primero documentado en lengua catalana) y un ambicioso poema colectivo que empieza con el verso "Tant mon voler". En castellano, es autor de decires amorosos, canciones y esparzas. También mantuvo un intenso intercambio epistolar con influyentes personalidades de las cortes aragonesas, como Francesc Ferrer, Hugo de Urríes, Bernat Hug de Rocabertí y Pedro de Urrea. Compuso, finalmente, varias composiciones en prosa de alto interés histórico y literario, como la "Complanta por la muerte de Inés de Clèves" (1448), la "Consolatoria por la muerte de mosén Martín de Ansa" (1451) y el "Razonamiento en defensión de las donas", donde el autor se excusa por haber compuesto las famosas coplas de "Maldezir de mugeres".
Torroella fue una figura central en las cortes aragonesas de la época, y su obra literaria alcanzó gran difusión y estima entre los hombres de su siglo, como muestran sus epistolarios y los autores que decidieron imitar sus versos. Fue, por otro lado, un poeta sensible a las novedades líricas del momento. Asimiló los aspectos más superficiales de la poesía de Ausiàs March, conoció y admiró los versos de Petrarca, leyó con fruición la lírica francesa (especialmente a Otón de Grandson y Guillaume de Machaut), e imitó con destreza las poesía musical de Jordi de Sant Jordi y Martí García. No siempre su gran cultura se vio reflejada en la calidad de sus obras, que presentan, sin embargo, un indudable interés para la "Historia de la Literatura Catalana".