miércoles, 20 de abril de 2016

Presidents de la Generalitat (Pau Claris i Casademunt [II])

Finalmente, la situación derivó en la revuelta de mayo de 1640. El odio al virrey, a Conde-Duque de Olivares y a la administración virreinal crecieron en el Principado entre otoño e invierno de 1639, azuzados premeditadamente desde las instituciones catalanas y un importante sector del clero entre el que se destacaron Pau Claris y el obispo de Gerona, Gregori Parcero. Además, se produjo el encarcelamiento del diputado militar Francesc de Tamarit.
En 1641, tras los sucesos y desde la Generalidad, los diputados alegaban al rey que la paciencia de los campesinos que acogían a las tropas había estado al límite ante la frecuente estancia de las mismas desde 1626. El Rey y el juez del "Breve Apostólico" investigaron la conducta de Claris y del obispo: Claris fue acusado de intervenir en los disturbios contra los soldados y el obispo sospechoso de encubrirlo, pero no lo pudo condenar por carencia de pruebas.
La gravedad de los incidentes posteriores, muerte de Joan Miquel Mont-rodon en Santa Coloma de Farners, incendio de las iglesias de Riudarenas y la de Montiró y la entrada en Barcelona de unos doscientos campesinos (22 de mayo de 1640) para liberar al diputado Francesc de Tamarit, culminó con el "Corps de Sang" (7 de junio de 1640), cuando la entrada en Barcelona de unos 400 ó 500 segadores amotinados provocó la muerte del virrey Comte de Santa Coloma.
La situación cogió por sorpresa a Olivares, ya que la mayoría de sus ejércitos estaban localizados en otros frentes en Europa y no podían acudir a Catalunya. Pese a que Olivares optó por la prudencia a toda costa y trató de echar marcha atrás el 27 de mayo de 1640, la situación se le escapaba de las manos. El odio a los "Tercios" y a los funcionarios reales pasó a generalizarse contra todos los hacendados y nobles situados cerca de la administración. Ni siquiera la Generalidad controlaba ya a los rebeldes, que lograron apoderarse del puerto de Tortosa. Estos hechos desencadenarán la ruptura definitiva entre la Generalidad y el gobierno del Conde-duque de Olivares.
La inminente respuesta del Conde-duque de Olivares decidió a Pau Clarís a buscar ayuda militar en Francia: las conversaciones iniciadas por su sobrino Francesc Vilaplana acabaron con la firma en Barcelona (12 de diciembre de 1640) de un pacto de vasallaje y confederación militar y, posteriormente (16 de enero de 1641), con la proclamación de la República Catalana dependiente de Francia poniendo así al Principado de Catalunya bajo la protección y la soberanía Francesa, como una más de sus provincias.
Pero la revuelta también escapa a este primer y efímero control de la oligarquía catalana. La sublevación derivó en una revuelta de empobrecidos campesinos contra la nobleza y ricos de las ciudades que también fueron atacados. La oligarquía catalana se encontró en medio de una auténtica revolución social entre la autoridad del rey y el radicalismo de sus súbditos más pobres.
La vida de la República catalana fue efímera: ante el inminente peligro de asedio de Barcelona por el ejército del Marqués de Los Vélez, Pau Claris decidió reconocer a Luis XIII de Francia como Comte de Barcelona mediante el "Pacto de Ceret", la administración francesa nombró a un virrey. El ejército franco-catalán derrotó al ejército español en la "Batalla de Montjuïc" el 26 de enero de 1641. Pau Clarís murió repentinamente un mes después de la victoria, según algunas tesis envenenado por agentes del rey. Francesc Fontanella (Conseller en Cap) hasta poco tiempo antes de la batalla de Montjuïc y gran amigo de Pau Clarís, le dedicó un caluroso homenaje. Catalunya, mientras tanto se convertía en uno más de los frentes de la "Guerra de los Treinta Años" que enfrentaba, en toda Europa, a los Habsburgo españoles y austriacos a sucesivas coaliciones en las que participaba Francia.
En 1651, tras ser nombrado virrey de Catalunya, don Juan José de Austria comienza el asedio de Barcelona que se rendirá al año siguiente en 1652, aunque los enfrentamientos continúan hasta la "Paz de los Pirineos" de 1659. Aunque la Guerra de los Treinta Años se había cerrado con el "Tratado de Westfalia" de 1648, continuaba la guerra entre Francia y España, en la que se veían especialmente envueltos los territorios de Catalunya allende los Pirineos. Cuando en 1659 Luis XIV y Felipe IV firman la "Paz de los Pirineos", este último cede a Francia los territorios pertenecientes al condado del Roselló y parte norte del Cerdanya, invalidando así las demarcaciones establecidas por las Constituciones de Catalunya.

Presidents de la Generalitat (Pau Claris i Casademunt [I])

Pau Claris i Casademunt, nacio en Barcelona el 1 de enereo de 1596 - Muere en Barcelona el 27 de febrero de 1641. fue un político y eclesiástico catalán y el 94 presidente de la Generalidad de Cataluña al inicio de la Guerra de los Segadores. El 16 de enero de 1641, proclamó la República Catalana bajo la protección de Francia.De familia paterna procedente de Berga (Barcelona), tanto el abuelo (Francesc) como el padre (Joan) fueron destacados juristas en Barcelona. Su madre era Petronila Casademunt i Paz era el menor de cuatro hermanos, de los que destacó también el mayor, Francesc, que fue jurista y ejerció una fuerte influencia sobre su hermano. La familia de Pau Claris formaba parte de la burguesía administrativa barcelonesa y tuvo un poder económico muy elevado.Hay un gran desconocimiento de los estudios de Pau Claris; sólo sabemos que se doctoró en derecho civil y canónico en la Universidad de Barcelona y que estudió la carrera en el período comprendido entre el 1604 y el 1612.Pau Claris fue nombrado "beneficiado eclesiastico" (era un ente jurídico erigido por la autoridad eclesiástica a título vitalicio y que comportaba un oficio espiritual y que proporcionaba a quien la ejercía, durante la Edad Media y el Antiguo Régimen, el derecho a disfrutar de una prebenda o renta [ proveniente de bienes inmuebles, de diezmos, censales, derechos por la administración de sacramentos, etc.) y otros privilegios de carácter judicial, fiscal o militar]) de la sede el 28 de agosto y canónigo el 25 de septiembre de 1612. Fue destinado a la diócesis de Urgell.En 1626, Claris fue elegido como representante del "brazo" eclesiástico en las Corts de Barcelona que se abrieron el 28 de marzo, en medio de una gran tirantez que provenía ya del 1621 cuando, al morir el Rey de España, Felipe III , su sucesor no quiso jurar las Constituciones de Catalunya. Los motivos de disentimiento entre los "brazos" y la monarquía de Felipe IV fueron sobre todo: la cuestión de los "quintos" (impuesto que consistía en que las ciudades del Principado pagaban una quinta parte de sus impuestos anuales a la corona), el problema de la "observancia", Constitución acordada el 1481 que exigía la obligación de cumplir el derecho catalán a los "oficials reials" y la eterna voluntad de querer frenar los privilegios de la Inquisición en tierras catalanas. El brazo eclesiástico no adoptó esta vez una actitud servil, exhausto económicamente por la presión de los impuestos reales y minado por la castellanofòbia que provocaban los continuos nombramientos de obispos castellanos en las diócesis catalanas. El abandono de la sala por parte de los capítulos catedralicios el 3 de mayo, en querer someter una votación para la concesión de 3.300.000 ducados para el rey, provocó la salida inmediata del Felipe IV hacia Madrid.No fue hasta el 1632 que no se retomaron las corts, aunque con los mismos diputados que el 1626. En esta ocasión, fue cuando se hizo más evidente la rebeldía contra la corona española de una brillante generación de juristas catalanes encabezados por Joan Pere Fontanella, los cuales arremetieron jurídicamente contra dos nuevos motivos de enfrentamiento: el derecho de los consejeros a permanecer cubiertos ante la presencia real y la mecánica de la insaculación, en la que se disputaba la facultad de los brazos para proveer cargos de la Generalitat sin la anuencia del rey. 
El año 1632, Claris fue nombrado por su "brazo" para tratar el tema de la insaculación y el 15 de julio los estamentos nombraron a dieciocho personas (la Divuitena) que ejercería el auténtico papel de Consell Ejecutiu.El episodio político más destacable de este periodo de la vida de Claris fue, sin duda, los llamados disturbios de Vic. A raíz de una concesión papal al Rey de España del establecimiento de una décima sobre las rentas de la Iglesia en España, que serviría de subsidio a la Corona, estalla el malestar popular en la diócesis de Vic con virulencia, bajo la guía del arcediano Vic doctor Melcior de Palau i Boscá y el apoyo apasionado de dos canónigos de Urgell: Jaume Ferran y Pau Claris. El secuestro de la propiedad eclesiástica de Vic por parte de la Real Audiencia, provocó manifestaciones revolucionarias con libelos difamatorios y amenazas de subversión en el campo, durante la primavera y verano de 1634. A pesar de las presiones del obispo de Girona, el Consejo de Aragón sólo se atrevió a aprisionar un diácono disidente, Pablo Capfort. Finalmente, el conflicto se calmó por la vía de retrasar el pago de la "décima" hasta noviembre.Claris asistió, los años 1630 y 1636 a los concilios eclesiásticos provinciales de Tarragona. En el de 1636, con el apoyo del obispo de Tortosa, el castellano Justino Antolínez de Burgos y de Saavedra, se consiguió aprobar una disposición por la que todas las prédicas en el Principado fueran en catalán.

Presidents de la Generalitat (Miquel d'Alentorn i de Salbà)

Miquel d'Alentorn i de Salbà, vivio y murio en el s. XVII. Fu abad de las ciudades gironinas de Amer  y de Roses. Fue nombrado Presidente de la Generalitat de Catalunya el 22 de julio de 1635. Era hijo de Alejandro d'Alentorn i de Botella, señor de Seró, y de Angela de Salbà y de Montmany. Era tío de Onofre d'Alentorn i de Mir miembro del brazo militar en 1640. Los hijos de éste, Onofre y Valerià d'Alentorn i Bullfarines asistieron por el brazo militar en las Corts de Barcelona (1701) y 1705. Durante el su trienio al frente de la Generalitat se recuperó la capitalidad del virreinato que, como castigo, había sido trasladada en Girona entre 1635 al 1637.

Presidents de la Generalitat (Garcia Gil de Manrique y Maldonado)

Garcia Gil de Manrique y Maldonado, nacio en el Pobo de Dueñas (Gualajara) en 1575 - Muere en Alcala la Real (Jaen) en 1651. Fue nombrado rector del Estudio General de Barcelona, ​​origen de la actual Universidad de Barcelona (1626-1628), Obispo de Girona (1627-1633) y de Barcelona (1633 a 1651).  Al inicio de la "Guerra dels Segadors" (1640) fue nombrado lugarteniente de Catalunya. Fue nombrado President de la Generalitat de Catalunya el 9 de octubre de 1632 en una segunda extracción, ya que en la del 22 de julio de 1632 había sido elegido Lluis de Montcada i de Gralla, Caballero de la Orden de Jerusalén y canónigo de la catedral de Vic, que finalmente no compareció.Garcia Gil fue un gran teólogo de Salamanca, donde también había estudiado filosofía. Se trasladó a Roma donde ejerció de abogado en la Curia romana entre 1609 y 1629. Pasó a obispo auxiliar de Cuenca y posteriormente obispo de Útica (Túnez) el 1618. Fue inquisidor de los tribunales de Toledo y Zaragoza, y fiscal supremo del Santo Oficio de la Inquisición. Fue obispo de Girona el 30 de agosto de 1627 y hasta el 1632 que fue nombrado obispo de Barcelona poco antes de ser extraído como diputado eclesiástico.Durante su trienio al frente de la Generalitat mostró una actitud correcta enfrentándose a la corona cuando convenía. Denunció a los inquisidores que cobraban tasas a los barcos y los soldados que incumplían la "Constitución del Vectigal" (Este era un el impuesto sobre la carne que los compradores de la Casa del monarca adquirían en la ciudad, y del que el rey pretendía estar quedar exento). Los problemas con el rey tenían como denominador común la financiación real para atender los diferentes frentes bélicos, especialmente la "Guerra de los treinta años". Tuvo que mediar ante una petición de 600.000 escudos que Felipe IV había hecho al papa y que éste repercutió en sus diócesis. Los obispados catalanes no estaban de acuerdo y pidieron la intervención de Gil de Manrique que se vio atrapado entre respetar la jerarquía religiosa o atender a sus ciudadanos.Tuvo que atender las reclamaciones del lugarteniente Enrique d'Aragón, duque de Segorbe y Cardona para que el consistorio atendiera los costes de reparar el castillo de Perpignan pendientes desde 1585. El lugarteniente lo pidió el 6 de septiembre de 1634 y volvió a insistir el 22 de enero de 1635. Estas reclamaciones iban emparejadas con un nuevo intento para cobrar el "quinto", lo que denota la precaria situación de las finanzas reales. La consecuencia de la falta de atención de estas reclamaciones por la Generalitat, fue el traslado de todos los juzgados y la sede del virrey en la ciudad de Girona.Por sus servicios a la corona fue nombrado Lugarteniente de Catalunya en 1640 relevante a Enrique d'Aragón muerto cuando llevaba un mes en el cargo, probablemente envenenado. Enrique d'Aragón había relevado al difunto "Comte de Santa Coloma" asesinato en el "Corpus de Sangre", revuelta que Manrique intentó apaciguar. Era contrario a los franceses y se negó a prestar juramento de fidelidad a Luis XIII, por eso estuvo exiliado de Barcelona en el período que aquellos gobernaron la Ciutat Comtal

Leyendas sobre las flores (El Gladiolo)

Habia una vez dos hermanos que crecieron juntos, profesándose sentimientos de amor y amistad recíprocos hasta que, al llegar a la edad viril se enamoraron de la misma doncella. Su cariño fraternal se transformó gradualmente en indiferencia y finalmente en un odio de naturaleza tan violenta que los impulsó a desenvainar sus espadas y luchar con saña tal, que ambos se hirieron mortalmente. Durante su agonía comprendieron cuan inútil había sido su lucha, y para atestiguar que se reanudaba la paz entre ellos, ambos clavaron sus espadas en la tierra, en el lugar donde habían combatido. De esas espadas nació la flor de la paz, el gladiolo.

Leyendas sobre las flores (El Tulipan)

Cuénta la historia, que los Turcos cultivaban con gran recelo tulipanes en jardines protegidos por soldados. Se dictaron leyes que castigaban duramente el robo de estos. En las batallas, los ejércitos turcos se comparaban a campos de tulipanes dada la similitud de la flor con los turbantes turcos del que deriba el nombre de la flor "thoulypen". Occidente descubrió los tulipanes con la caida de Constantinopla, los mercaderes asaltaban los ricos jardines turcos para apropiarse de esas preciadas plantas, muchos de ellos murieron en el intento.

Leyendas sobre las flores (La Cempasuchil)

Cuentan que en Maninalco al morir alguien, los familiares adornaban la tumba con ramos de pequeñas flores amarillas llamadas Tonalxochitl, pues se creía que estas flores poseían la habilidad de guardar en sus corolas el calor de los rayos solares.
Los Mexicas al pasar por el valle de Malinalco adoptaron esta tradición, solo a ellos esa flor les pareció muy sencilla, y con el paso del tiempo transformaron la flor de Tonalxochitl en una flor con más pétalos, hasta que lograron juntar en una sola flor veinte de aquellas pequeñas flores que hallaron en Maninalco.
Asi decidieron llamarla Cempasúchil que significa "veinte flores". Esta nueva flor simboliza a la vida que nace de la muerte, pues la vida es solo un lapso al termino del cual hay un momento para morir y la muerte es un paso para vivir de una forma distinta. En cambio, los tlapanecas de Guerrero, creen firmemente que la flor de cempasúchil simboliza a los ángeles enviados por Dios para cuidar a los muertos, y a su aroma lo denominan "alma"
. En cambio, los tlapanecas de Guerrero, creen firmemente que la flor de cempasúchil simboliza a los ángeles enviados por Dios para cuidar a los muertos, y a su aroma lo denominan “alma”.
. En cambio, los tlapanecas de Guerrero, creen firmemente que la flor de cempasúchil simboliza a los ángeles enviados por Dios para cuidar a los muertos, y a su aroma lo denominan “alma”.