miércoles, 2 de marzo de 2016

Leyendas en catalunya (Salvador Puig [II])

El 2 de marzo de 1973 un contable de la sucursal del Banco Hispanoamericano de Barcelona resultó herido de gravedad durante un atraco perpetrado por Salvador Puig Antich, Jean Marc Rouillant, José Luis Pons Llobet y Jordi Solé Sugranyes. A partir de entonces la policía creó un grupo especial para desarticular esta banda. La nueva situación creó dudas y contradicciones en el seno del MIL. En agosto de 1973, en una reunión en Francia, la mayoría de sus miembros, descontentos con la trayectoria del grupo, decidieron su disolución. Sin embargo, Puig Antich, los hermanos Solé Sugranyes y José Luis Pons decidieron continuar
El 15 de septiembre de 1973, en lo que fue el último atraco del MIL, en Bellver de Cerdaña la Guardia Civil detuvo a Oriol Solé y a José Luis Pons, mientras que Jordi Solé consiguió escapar a Francia. Unos días después la policía detuvo a la novia de Pons y a Santi Soler que, al ser interrogado, acabó confesando que tenía una cita el 25 de septiembre con Xavier Garriga en el bar El Funicular. Se preparó un operativo para ese día esperando detener a Garriga. Aunque no se esperaba la presencia de Puig Antich, finalmente los dos anarquistas son abordados. Garriga iba desarmado y no opuso resistencia. Puig se resistía al arresto, por lo que entre los inspectores Bocigas y Santorum y el subinspector Anguas trataron de reducirle con una zancadilla y mediante golpes en la cabeza con la culata de las pistolas. En ese momento le ocuparon una pistola Kommer, calibre 6,35 milímetros, cargada y sin montar. Sin embargo el forcejeo continuó y cinco policías introdujeron a Puig y a Garriga en un portal situado en el número 70 de la calle Girona. En ese momento se escuchó un disparo, que aprovechó Garriga para escapar, aunque fue perseguido por los policías Rodríguez y Algar y atrapado gracias a la colaboración ciudadana. Mientras tanto se produjo un tiroteo en el portal donde habían quedado Puig Antich, Bocigas, Anguas y Fernández Santorum, resultando malherido Puig Antich y muerto el subinspector Francisco Anguas Barragán, de 23 años
Puig Antich fue encarcelado, acusado de ser el autor de los disparos que causaron la muerte a Anguas Barragán y, posteriormente, juzgado en consejo de guerra y condenado a la pena capital "por la muerte de un funcionario público por razones políticas". Partidos políticos, colectivos de derechos humanos y mandatarios extranjeros, como el Vaticano o el canciller alemán Willy Brandt pidieron su indulto. Los abogados, hermanas y novia de Puig Antich coinciden en afirmar que los partidos y sindicatos tradicionales de oposición no se movilizaron para pedir el perdón del sentenciado y así evitar su muerte o, al menos, buscar postergarla. Salvador pasó su última noche en la celda 443 de la cárcel Modelo de Barcelona, y fue ejecutado mediante garrote vil por el verdugo titular de la Audiencia de Madrid, Antonio López Sierra, en la sala de paquetería de la prisión el 2 de marzo de 1974 a las 9:20 horas de la mañana, certificando su muerte un capitán médico a las 9:40 horas. En muchos países de Europa se organizaron manifestaciones como protesta por la ejecución.
El mismo día, casi simultáneamente y por el mismo método fue ejecutado en Tarragona Georg Michael Welzel (alias Heinz Chez) en lo que se consideró un intento de las autoridades franquistas de distraer la atención respecto a la ejecución de Puig Antich. Puig Antich está enterrado en el Cementerio de Montjuïc.
Lo sorprendente es que había tres policias, un detenido y el asesino es el detenido. Que ya estaba desarmado. Otro crimen de los años de la dictadura o que el subinspector Anguas, debía saber algo por lo cual silenciarlo, para siempre


Leyendas en catalunya (Salvador Puig [I])

Salvador Puig Antich nació en Barcelona, el 30 de mayo de 1948 - fue asesinado en Barcelona el 2 de marzo de 1974. Hijo de una familia trabajadora con una ideología burguesa, cristiana y progresista, Salvador era el tercero de seis hermanos. Su padre, Joaquín Puig, había sido militante de Acció Catalana durante la República; exiliado en Francia en el campo de concentración de Argelès-sur-Mer, a su vuelta a España fue condenado a muerte e indultado en el último momento. Su madre, Immaculada Antich, era una mujer activa con una amplia vida social, de temperamento extrovertido y alegre, referente de la vida familiar.
La madre y la abuela de Salvador, junto a la figura de su hermano mayor Joaquim, fueron de gran influencia durante su infancia. Su padre, por lo contrario, siempre se mantuvo un tanto al margen de su educación.
El joven Salvador empezó a estudiar en el colegio religioso La Salle Bonanova junto a su hermano Joaquim hasta que fue expulsado por indisciplina (por pegar a un profesor que había faltado a un compañero de clase). Después estudió en los Salesianos de Mataró en régimen de internado, tras haber pasado por la escolanía de los capuchinos de la Iglesia de Pompeya, donde, como otros compañeros, compaginó con algún trabajo esporádico.
A partir de los dieciséis años compaginó el trabajo en una oficina con los estudios nocturnos del Bachillerato y preuniversitario en el Instituto Maragall, donde hizo amistad con Javier Garriga y los hermanos Solé Sugranyes, Oriol e Ignacio), todos ellos futuros compañeros del Movimiento Ibérico de Liberación (MIL). Serían Ignacio y Javier quienes iniciaría a Salvador en la política. Javier era militante de las Fuerzas Socialistas Federadas (FSF) e Ignacio de Acción Comunista, donde también militaba Santi Soler, quien luego sería uno de los ideólogos del MIL.
Los episodios del "Mayo francés" de 1968 y la muerte del estudiante Enrique Ruano en la Dirección General de Seguridad en 1969 fueron decisivos para que Puig Antich decidiera implicarse activamente en la lucha contra la dictadura franquista. Su primera militancia sería en 1967 en las plataformas de Comisiones Obreras del barrio Sant Josep Oriol, formando parte de la Comisión de Estudiantes del Instituto Maragall. Ideológicamente, pronto evolucionó hacia posiciones anarquistas, que rechazaban cualquier tipo de dirigismo y jerarquía dentro de las organizaciones políticas y sindicales en la lucha de la clase obrera hacia su emancipación. Tras iniciar estudios universitarios de Ciencias Económicas, hace el servicio militar en Ibiza, donde es destinado a la enfermería del cuartel. Una vez licenciado, se incorpora al Movimiento Ibérico de Liberación (MIL), integrándose en su rama armada, en lucha contra el capitalismo.
Puig Antich y sus compañeros se movían con facilidad en el mundo de la lucha clandestina. Puig participa, haciendo de chófer, en las acciones del grupo, que consistían generalmente en atracos a bancos. Los botines se destinaban a financiar las publicaciones clandestinas del grupo. Crearon la revista "CIA" [Conspiración Internacional Anarquista] y la editorial "Mayo 37". También se ofrecieron para ayudar económicamente a huelguistas, pero a éstos les daba miedo recibir un dinero proveniente de los atracos. Viajaban a menudo al sur de Francia, donde se relacionaban con viejos militantes cenetistas.


Leyendas en Catalunya (Josep Rovira)

Josep Rovira Canals, nacio en Rubí (Barcelona) e 1902 – París, 1968) fue un político y militar comunista español, dirigente del Partido Obrero de Unificación Marxista (POUM).
Nacido en el seno de una familia de clase trabajadora, comenzó a trabajar como albañil a los 13 años de edad. Al negarse a participar en la Guerra del Rif, desertó y se exilió en Francia. Allí conoció a Francesc Macià, con el que colaboraría en la preparación del Complot de Prats de Molló, organizado en 1926 por Estat Català.
Regresó a Catalunya donde evolucionó hacia el socialismo revolucionario, por lo que tras militar brevemente en Estat Català-Partit Proletari ingresó en enero de 1933 en el Bloque Obrero y Campesino (BOC), liderado por Joaquín Maurín. En abril de 1934 fue elegido miembro de su Comité Ejecutivo.
En aquella época fue además uno de los principales animadores del Ateneo Enciclopédico Popular de Barcelona. En este centro conoció a la militante del BOC, María Manonelles, que se convertiría en su compañera. En 1934 se encargó de la dirección del semanario L’Hora, y en octubre de ese año desarrolló una amplia actividad al frente de los Grupos de Acción del BOC durante la Revolución de octubre de 1934.
En septiembre de 1935 el BOC se fusiona con la Izquierda Comunista de España dando nacimiento al POUM, del que pasa a ser miembro del Comité Ejecutivo. El 18 de julio de 1936, ante el golpe de Estado, organiza a través del Comité Militar que dirige, la intervención armada de los grupos de combate del POUM, que junto a las milicias de la CNT, la Guardia de Asalto y la Guardia Civil, derrotarán la sublevación en la capital catalana.
El 21 de julio se crea el Comité Central de Milicias Antifascistas de Catalunya en el que es nombrado representante del POUM. En agosto parte a Aragón, donde toma el mando de las columnas milicianas del partido que luchan en los frentes de Zaragoza y Huesca. Bajo su mando se produce el avance hacia Huesca de la Columna Lenin. Al producirse la militarización de las milicias la columna se convierte en la 29ª División del Ejército Popular de la República, permaneciendo como su comandante hasta junio de 1937.
El 16 de junio de 1937 se desencadena la represión estalinista contra los dirigentes y militantes del POUM, que se cobrará la vida de Andreu Nin. Ese mismo día, tras participar en la ofensiva contra Huesca, recibe orden del Alto Mando del Ejército del Este para presentarse en el Cuartel General de Barcelona. Allí fue detenido por la policía. Tras las protestas de las divisiones 24ª y 28ª (confederales) que combaten junto a la 29ª, Indalecio Prieto intervino como Ministro de Defensa, siendo liberado a los veinte días. No obstante la 29ª División es disuelta en el mes de julio como parte del proceso de represión del POUM. A pesar de ello los oficiales consiguen ser destinados a otras unidades del Ejército.
El POUM se reorganizó en la clandestinidad durante el siguiente periodo de la Guerra Civil Española, siendo elegido Rovira miembro del Comité Ejecutivo clandestino. En octubre de 1938 es de nuevo detenido y encarcelado, aunque no es incluido en el proceso judicial contra el POUM, sino acusado de participar en las Jornadas de Mayo de 1937 y otras graves acusaciones demostradamente infundadas. Este proceso no pudo llegar a término debido a la entrada de las tropas franquistas en Barcelona en enero de 1939. Logró ser liberado de la Cárcel Modelo de Barcelona por un comando del POUM y pasar a Francia cuando el Ejército rebelde se encontraba ya cerca de la frontera.
En el exilio participó en la reorganización del POUM, encargándose de la ayuda a los presos durante la Segunda Guerra Mundial, organizando una red en colaboración con la Resistencia francesa para pasar la frontera pirenaica a presos evadidos, agentes de la Resistencia y judíos perseguidos por los nazis.
El 10 de noviembre de 1944 se celebra en Toulouse una conferencia general del POUM en el exilio. Tras ella la evolución política de Rovira le lleva a la escisión, junto a un sector del partido, que desembocará en la fundación del Moviment Socialista de Catalunya.
En 1965 participó no obstante en los actos conmemorativos del 30º aniversario de la fundación del POUM. Falleció en París en 1968, siendo sus restos trasladados a Catalunya unos años después.


Asesinos en Serie (Thierry Paulin [IV])

Las razones que llevaron a Thierry a cometer aquellos crímenes continúan siendo un misterio, por lo que los psiquiatras tuvieron que hacer un retroceso a su infancia para tratar de ver más claro.
En realidad jamás tuvo un hogar, ni una familia que le quisiese y se preocupase por él. Antes de llegar a la adolescencia ya lo habían custodiado tres personas: su abuela, su madre y luego su padre, pero todos se lo fueron quitando de encima poco a poco, lo que Thierry interpretó como un rechazo. Por otra parte, su inclinación homosexual había despertado un desprecio general en su entorno. Privado de todo cariño, no sentía hacia los mayores ningún respeto. Se negaba a ser como todos los adultos que conocía, pues eran indignos de su confianza y respeto, y continuó siendo un niño reservado, desafiante y violento. La falta de amor le había endurecido hasta el punto de ignorar el sufrimiento, tanto si él era víctima o agresor, no tenía piedad. Lo demuestran sus posteriores declaraciones a la policía: “Yo sólo ataco a los débiles”.
Acabó confesando que no siempre actuaba solo y que su amante Jean Mathurin había tomado parte en los primeros crímenes.
A principios de 1988, Paulin cayó enfermo, mientras su cuerpo comenzaba a sucumbir a los efectos del SIDA. En un año fue hospitalizado en un estado de parálisis casi total, sufriendo de tuberculosis y meningitis. Murió durante la noche del 16 de abril de 1989, en el ala del hospital de la prisión de Fresnes.
Sólo Mathurin fue juzgado por los primeros nueve ataques y asesinatos, recibiendo una cadena perpetua, además de 18 años sin libertad condicional. Fue encarcelado hasta enero de 2009, aunque técnicamente, Thierry Paulin nunca fue condenado por los asesinatos de los que se le imputaban.

fuente:  El texto expuesto es de la autora Margarita Bernal

Asesinos en Serie (Thierry Paulin [III])

Los asesinatos de las ancianas se convirtieron en el tema de conversación principal de todo París y provocaron las protestas y manifestaciones de la población en contra de los delitos violentos. Poco a poco el pánico comenzó a extenderse por la ciudad y se tomaron medidas de emergencia, como un espectacular despliegue de policías procedentes de varios departamentos en las zonas que el asesino acostumbraba frecuentar, teléfonos de socorro por si alguien veía algo extraño, asesoramiento destinado a las personas mayores, etc.
En el verano de 1986, dos años después de su comienzo, el asesino había acabado con la vida de dieciséis ancianas, hasta que pasó un período sin que se cometiese ningún crimen de ese tipo en la zona. Los agentes no podían llegar a sospechar siquiera que el asesino en serie tan temido se encontraba por aquel entonces entre rejas detenido por venta de cocaína. Ese hombre se llamaba Thierry Paulin.
Cuando Thierry obtuvo la libertad tras estar doce meses entre rejas por venta de drogas, reanudó su vida y sus viejas costumbres. Una de ellas, fue la de seguir asesinando; mientras, la policía de París seguía investigando los crímenes.
Pero esta vez los agentes contaban con un as en la manga: la primera víctima de Thierry, la señora de 91 años a la que había atacado para robarle sus ahorros, se había ido recuperando del trauma y tres años después les proporcionó una detallada descripción del agresor.
Inmediatamente se distribuyó su retrato robot (hablado) por todas las comisarías de París y sus alrededores y al poco tiempo Thierry era identificado y detenido.
Tras comprobar que sus huellas correspondían con las tomadas en los lugares de los crímenes, fue interrogado sin interrupción durante cuarenta y tres horas seguidas por la Brigada Criminal, y terminó confesándose autor de más de 20 crímenes.
Lo que dejó atónitos a los policías, era la indiferencia con la que Thierry describía los mismos, absolutamente incapaz de comprender la terrible gravedad de lo que había hecho. Para él, la vida de un ser humano carecía por completo de valor.



Asesinos en Serie (Thierry Paulin [II])

Ese mismo día otra anciana de 83 años era atacada en un distrito vecino, pero la mujer no contó con tanta suerte como la anterior, pues la atacaron golpeándola fuertemente y la asfixiaron posteriormente con una almohada robándole la pequeña cantidad de 200 francos. El cadáver fue encontrado atado con la cuerda de una cortina.
Cuatro semanas más tarde fue hallada otra mujer, esta vez de 89 años, asfixiada con una bolsa de plástico y a la que le faltaban unos 500 francos y un reloj valorado en 300 francos.
A partir de ahí los crímenes se volvieron más violentos y de una crueldad extrema. La siguiente víctima fue una maestra jubilada de 71 años, quien tras ser amordazada y maniatada con un cable, fue golpeada con tal fuerza que tenía la nariz y la mandíbula rotas. Habían utilizado una bufanda para estrangularla. La autopsia revelaría posteriormente que la mayoría de los huesos de la parte derecha del cuerpo se hallaban destrozados. El asesino se llevó unos 10,000 francos.
Dos días después se encontró un nuevo cadáver. Una mujer, de 84 años, había recibido varios golpes en el rostro, luego le dieron una mortal paliza y la torturaron hasta la muerte. Tenía la boca y la garganta abrasadas por ácido; la habían obligado a ingerir sosa cáustica, quizá para que confesara dónde guardaba el dinero. Se calcula que el botín fue de unos 500 francos.
Así continuaron los crímenes en días sucesivos hasta alcanzar la terrible cantidad de ocho mujeres brutalmente golpeadas y asesinadas en tan sólo cinco semanas.
La policía apenas podía realizar la inspección ocular del lugar de un crimen cuando ya se le notificaba de otro caso.
El robo de dinero parecía ser el único móvil de aquellos crímenes brutales, pero las cantidades eran tan ridículas que la policía pronto desechó la idea. Cuando la policía parisina intentó trazar un perfil del asesino de ancianas le resultó muy complicado, pues aquellos crímenes no encajaban en ningún modelo conocido. El asesino no tenía móvil sexual, pero sí era desconcertante el sadismo y la brutalidad demostrados en los crímenes.
Los investigadores dedujeron en seguida que se trataba de una persona sin empleo fijo, debido a las horas en que se cometieron los asesinatos, y que ésta tenía una buena presencia física o que era una persona “encantadora” a primera vista, pues nunca se hallaron cerraduras forzadas ni puertas golpeadas. Por las heridas de las víctimas, también pensaron que se trataba de alguien joven y robusto, pero todo eso no era suficiente para atrapar con rapidez al asesino reincidente.




Asesinos en Serie (Thierry Paulin [I])

Thierry Paulin, nacio en La Martinica el 28 de noviembre de 1963 - fallecio en Fresnes (Francia) el  16 de abril de 1989. Llamado posteriormente la bestia de París y el monstruo de Montmartre1 fue un asesino en serie de la década de 1980.
Su padre viajó a Francia después de su nacimiento, dejando a su madre adolescente para valerse a sí misma con el bebé. Paulin fue criado en Martinica por su abuela paterna, quien tenía un restaurante y supuestamente prestaba poca atención a su nieto. Cuando tenía diez años, Paulin comenzó a vivir con su madre casada, tratando de armonizar con sus hermanastros y hermanas. Su comportamiento comenzó a ser errático y violento hacia los otros niños, y eventualmente su madre le preguntó a su padre sobre la posibilidad de llevarse a su hijo a Toulouse, Francia. Su padre aceptó con el fin de evita pagar la pensión alimenticia.
Como estudiante de raza mestiza entre pares blancos, Paulin tenía unos pocos amigos, y se desempeñaba pobremente en la escuela, fallando en los exámenes. A los 17 años, decidió entrar al servicio militar, uniéndose a las tropas paracaidistas; sin embargo, sus compañeros lo despreciaban por su raza y su homosexualidad.
El 14 de noviembre de 1982, le robó a una anciana en su tienda, amenazándola con un cuchillo; la atendedora lo conocía como cliente, por lo que pronto fue arrestado. En junio de 1983, fue sentenciado a dos años a prisión, pero la sentencia fue suspendida (avec sursis), permitiendo a Paulin estar en libertad
En 1984, después de dejar el ejército, Paulin se enteró que su madre y su familia ahora vivían en Nanterre, un suburbio al norte de París. Fue allí a vivir con ellos, pero su relación era hostil.Paulin se hizo mesero en Paradis Latin, un club nocturno famoso por sus espectáculos de travestis. Allí, comenzó una carrera como artista, vestido y cantando canciones de su cantante favorita, Eartha Kitt. Su madre fue invitada a ver la actuación de su hijo, pero dejó el club pocos segundos después que comenzó la actuación.
El evento más importante que le ocurrió a Paulin en Paradis Latin fue conocer a Jean-Thierry Mathurin. Mathurin de 19 años de edad nació en la Guayana Francesa, y era un adicto a las drogas. Paulin se enamoró de él y pronto se hicieron amantes. Paulin también era adicto, pero menos grave, y también vendía drogas.
El 5 de octubre de 1984 dos hombres atacaron a una anciana de 91 años robándole todos sus ahorros tras atarla, amordazarla y golpearla. Cuando la encontraron, su estado de nervios era tal que fue incapaz de proporcionar una descripción de los agresores.