miércoles, 2 de marzo de 2016

Leyendas en catalunya (Salvador Puig [I])

Salvador Puig Antich nació en Barcelona, el 30 de mayo de 1948 - fue asesinado en Barcelona el 2 de marzo de 1974. Hijo de una familia trabajadora con una ideología burguesa, cristiana y progresista, Salvador era el tercero de seis hermanos. Su padre, Joaquín Puig, había sido militante de Acció Catalana durante la República; exiliado en Francia en el campo de concentración de Argelès-sur-Mer, a su vuelta a España fue condenado a muerte e indultado en el último momento. Su madre, Immaculada Antich, era una mujer activa con una amplia vida social, de temperamento extrovertido y alegre, referente de la vida familiar.
La madre y la abuela de Salvador, junto a la figura de su hermano mayor Joaquim, fueron de gran influencia durante su infancia. Su padre, por lo contrario, siempre se mantuvo un tanto al margen de su educación.
El joven Salvador empezó a estudiar en el colegio religioso La Salle Bonanova junto a su hermano Joaquim hasta que fue expulsado por indisciplina (por pegar a un profesor que había faltado a un compañero de clase). Después estudió en los Salesianos de Mataró en régimen de internado, tras haber pasado por la escolanía de los capuchinos de la Iglesia de Pompeya, donde, como otros compañeros, compaginó con algún trabajo esporádico.
A partir de los dieciséis años compaginó el trabajo en una oficina con los estudios nocturnos del Bachillerato y preuniversitario en el Instituto Maragall, donde hizo amistad con Javier Garriga y los hermanos Solé Sugranyes, Oriol e Ignacio), todos ellos futuros compañeros del Movimiento Ibérico de Liberación (MIL). Serían Ignacio y Javier quienes iniciaría a Salvador en la política. Javier era militante de las Fuerzas Socialistas Federadas (FSF) e Ignacio de Acción Comunista, donde también militaba Santi Soler, quien luego sería uno de los ideólogos del MIL.
Los episodios del "Mayo francés" de 1968 y la muerte del estudiante Enrique Ruano en la Dirección General de Seguridad en 1969 fueron decisivos para que Puig Antich decidiera implicarse activamente en la lucha contra la dictadura franquista. Su primera militancia sería en 1967 en las plataformas de Comisiones Obreras del barrio Sant Josep Oriol, formando parte de la Comisión de Estudiantes del Instituto Maragall. Ideológicamente, pronto evolucionó hacia posiciones anarquistas, que rechazaban cualquier tipo de dirigismo y jerarquía dentro de las organizaciones políticas y sindicales en la lucha de la clase obrera hacia su emancipación. Tras iniciar estudios universitarios de Ciencias Económicas, hace el servicio militar en Ibiza, donde es destinado a la enfermería del cuartel. Una vez licenciado, se incorpora al Movimiento Ibérico de Liberación (MIL), integrándose en su rama armada, en lucha contra el capitalismo.
Puig Antich y sus compañeros se movían con facilidad en el mundo de la lucha clandestina. Puig participa, haciendo de chófer, en las acciones del grupo, que consistían generalmente en atracos a bancos. Los botines se destinaban a financiar las publicaciones clandestinas del grupo. Crearon la revista "CIA" [Conspiración Internacional Anarquista] y la editorial "Mayo 37". También se ofrecieron para ayudar económicamente a huelguistas, pero a éstos les daba miedo recibir un dinero proveniente de los atracos. Viajaban a menudo al sur de Francia, donde se relacionaban con viejos militantes cenetistas.


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