
Según se supo, la capacidad de combate de Pedro era tal que una vez 
cinco reclusos lo atacaron juntos, pero Pedro mató a tres y dejó 
gravemente heridos a los otros dos. “Yo solo mato a hijos de puta”, dijo
 Pedro cierta vez; aunque, de ser completamente coherente con sus 
palabras, habría tenido que suicidarse ya que solo un verdadero monstruo
 mataría a alguien por roncar demasiado o tener un rostro antipático, y 
eso fue lo que Pedro hizo con dos reclusos, según sus propias 
confesiones.
 Quizá el único asesinato justificable de
 Pedro fue aquella vez en que asesinó a otro recluso que era amigo suyo.
 Y es que su amigo era también el hombre que tiempo atrás había matado a
 su hermana, por lo que Pedro, al enterarse, lo decapitó. "Él era mi amigo, pero simplemente lo tenía que matar, estoy justificado", dijo después en una entrevista.
Sobre la personalidad de Pedro, los 
psiquiatras concluyeron que era un individuo que no sentía 
remordimientos ni compasión, que la mayor motivación en su vida era la "afirmación violenta de sí mismo", y que padecía un carácter "paranoico y
 antisocial".
En el año 2003 y pese a tener 126 años de condena que aún no cumplía, se
 pensó en liberar a Pedro debido a que una ley prohibía a cualquier 
persona estar en prisión más de 30 años. Pero el caso de Pedro era 
especial, pues los delitos cometidos en prisión habían elevado su 
condena a casi 400 años; y así, llegando a un punto medio, se extendió 
la reclusión de Pedro hasta el 2017.
No obstante Pedro era incurable. En 
palabras suyas, matar era “un hábito” y “un vicio”, y eso lo dejó muy 
claro cuando, aprovechando un almuerzo colectivo, atacó a un preso y, si
 no hubiese sido porque el médico y el director de la cárcel aparecieron
 y la víctima mostró respeto por ellos (muchos criminales no respetan a 
las autoridades carcelarias), Pedro no habría dejado de presionar cada 
vez más el cuello de aquel hombre con su pie…
Paralelamente, Pedro había iniciado una 
relación sentimental con una ex convicta (el nombre no se ha revelado). 
Mantenía correspondencia con ella, y hasta recibió una visita suya 
(estando en Taubaté) luego de que ella cumpliera su condena de 12 años 
por robo.
En el 2007 surgió nuevamente la 
controversia —ocasionada por la ley según la cual el preso no puede 
estar más de 30 años— sobre la libertad de Pedro, y esta vez el asesino 
fue liberado a la fecha del 24 de abril del 2007.
Nuevamente libre, Pedro participó en 
seis motines y ganó notoriedad después de hacer una promesa de acabar 
con el "Maníaco del Parque", asesino en serie que había estrangulado a 
varias personas en Sao Paulo.
Por todo esto, alrededor de las 11 de la
 mañana del 14 de septiembre del 2011, Pedro fue recapturado en la casa 
que tenía dentro de la ciudad de  Balenário Camboriú. Los responsables 
de tal captura fueron los agentes de la División de Policía Civil de 
Investigaciones Criminológicas, quienes pudieron dar con Pedro gracias a
 la información que cierta fuente (no se revela cuál) les dio 
previamente, tal y como se ve en las palabras de uno de los oficiales 
que estuvo en la operación: “Recibí información anónima de que Pedrinho 
Matador estaría escondido en algún lugar de la ciudad de Camboriú. 
Armados con esta información, hicimos esfuerzos para localizar con mayor
 precisión la ubicación de Pedrinho, y realmente se confirmó la 
información de que viajó a la región, y así hemos hecho la detención.”
Actualmente Pedro sigue en prisión, y en
 uno de sus recientes tatuajes se puede leer la siguiente leyenda, en la
 cual expresa con sinceridad la motivación de sus crímenes. Dice así: "Mato por placer"
fuente: http://www.asesinos-en-serie.com