jueves, 4 de agosto de 2016

Leyendas en Catalunya (La Cova d'en Daina)

La Cova d'en Daina es un dolmen de granito de grandes dimensiones construido entre 2700 a. C. y 2200 a. C. Está ubicado en las afueras del núcleo urbano de Romanyá de la Selva en Catalunya
El conjunto fue descubierto en los años 1900 por el antiguo propietario de los terrenos Pere Cama i Casa. En 1957, las excavaciones promovidas por Lluís Esteva Cruañas hallaron numerosos huesos, dientes, siete puntas de flecha de sílex, fragmentos de cuchillo, trozos de cerámica y cuentas de collar. En 1931, fue declarado Monumento Nacional.
El recinto megalítico está protegido por un crómlech en forma de anillo externo de 11 metros de diámetro formado por grandes piedras de granito. El dolmen mide 7,60 m de largo por 1,70 m de ancho y 1,50 m de alto. La cámara funeraria, de forma rectangular, está separada de la galería por tres piezas que conforman la puerta de entrada.


Historia de Catalunya (Constitució de l'Observança)

 Era un capítulo de la corte promulgado en las Corts de Barcelona de 1480-1481 que establecía el sometimiento del rey a la observancia y cumplimiento de las constituciones catalanas. Ya durante el reinado de Alfons V "el Magnanim" en las Corts de Barcelona (1421) se había acordado la primacía de los "Usatjes de Barcelona", encargando a la Diputacio del General de Catalunya el control de cualquier extralimitación real, pero el creciente autoritarismo de Joan II "el Gran" desencadenó el sangriento final de la edad media en Catalunya con la "Guerra civil catalana" (1462–1472). Tras el conflicto Feran II "el Católic" inició la política de "Redreçament" (reforma) ratificando el pactismo como pilar rector de la política en Catalunya durante la edad moderna; mediante dicho capítulo de corte se consagró el imperio de la ley sobre cualquier atisbo de absolutismo y se ratificó a la Generalitat como institución encargada de velar por el cumplimiento de leyes por parte del rey y sus oficiales; en caso de vulneración constitucional (contrafacción) se apelaba a la Real Audiencia de Catalunya y, a partir de 1702, al "Tribunal de Contrafacciones". Inicialmente fue denominado "Capítulo de corte Poco valdría", por ser estas sus primera palabras, pero posteriormente y a pesar de no ser propiamente una constitución sino un capítulo de corte fue conocido como "Constitución de la Observacia"

Historia de Catalunya (La Coronela de Barcelona [XXV])

El 13 de septiembre se procedió a la ceremonia de capitulación; el sargento mayor de la Coronela Félix Nicolás Monjo y de Corbera, en representación del herido Conseller en Cap y coronel de la milicia Rafael Casanova, y el coronel Juan Francisco Ferrer, en representación del herido general comandante del ejército Villarroel, entregaron solemnemente las llaves de Barcelona al teniente general marqués de Guerchy. Seguidamente el Duque de Berwick procedió a pasar revista al ejército francés, puesto en armas ante su persona, y el duque ordenó mediante bando que cualquier oficial, soldado, vivandero, y cualesquiera otras gentes que seguían a las tropas, serían castigados con la pena de muerte si injuriaban de palabra el honor de los catalanes tratándoles de "rebeldes".
Acto seguido ordenó a sus tropas que entraran en la ciudad de Barcelona. El 14 de septiembre se inició el desarme de las tropas del ejército de Catalunya; se les ordenó presentarse delante de Les Atarazanes a las 8 de la mañana y, tras desarmarlos, tomar sus banderas, y darles pasaportes, los oficiales franceses y españoles se los disputaron para que tomasen partido en sus respectivos ejércitos. Al día siguiente, 15 de setiembre, se procedió a la misma operación con las tropas milicianas de la Coronela. Los gremios entregaron sus 42 banderas, el Consell de Cent la tan nombrada Bandera de Santa Eulalia, y la Generalitat de Catalunya la Bandera de Sant Jordi. El ceremonial continuó y a las 3 de la tarde se las llevaron al Real del mariscal duque de Berwick en el campo delante de Barcelona. Berwick ordenó que fueran enviadas a Madrid y que fueran presentadas a Felipe V como trofeos de guerra para ser colgadas en la Basílica de la Virgen de Atocha, se celebró una misa de Te Deum por el fin de la guerra, y durante tres noches se dispararon fuegos artificiales. Pero Felipe V rechazó las banderas alegando que no reconocía a ninguna bandera de "rebeldes", y las devolvió a Barcelona para que fueran quemadas por el verdugo tal cual criminales que habían cometido los delitos de rebelión y Lesa majestad. El 20 de septiembre llegó el marqués de Lede procedente de Madrid, prohibió que se entregaran mas pasaportes, y expuso a Berwick las órdenes que traía de la corte de tomar prisioneros a los oficiales militares que habían luchado durante el sitio; dos días después, el 22 de septiembre, y contraviniendo el pacto de capitulación, Villarroel y todo el estado mayor del ejército de Catalunya, fueron detenidos y encarcelados. Finalmente el 3 de octubre de 1714 se ordenó mediante bando el desarme total de los catalanes, debiendo entregar "todas, y qualesquier Armas de qualquier genero, ó calidad que sean, y de qualquier medida, assi de fuego, como de corte, ó Cortantes, como son Pistolas, Pedreñales, Fusiles, Escopetas, Espadas, Sabres, Bayonetas, Puñales, Cuchillos con punto, y otras semejantes"

Historia de Catalunya (La Coronela de Barcelona [XXIV])

El avance de las tropas catalanas aplastó a los batallones de las Reales Guardias Españolas, que fueron masacrados tal como recordaba el entonces capitán de la unidad Melchor de Abarca y Velasco: "los regimientos de Guardias que les toco pasar por esta parte derramaron mucha sangre, los cuales quedaron totalmente perdidos". Mientras comandaba el contrataque el Conseller en Cap Rafael Casanova cayó herido de un balazo en el muslo, recogiendo la bandera de Santa Eulalia "el Protector del braç militar de Catalunya", Juan de Lanuza y de Oms, conde de Plasencia, y siendo trasladado al Colegio de la Merced, donde había instalado un hospital de campaña. Ante la caída en combate de Rafael Casanova el avance quedó detenido y a partir de entonces los combates se centraron en la posesión del convento de Sant Pere, que fue reconquistado y perdido once veces entre defensores y asaltantes. Ante la enconada resistencia de los barceloneses el mariscal duque de Berwick movilizó a 6.000 hombres más de sus reservas para entrar en combate.

Al mediodía, habiendo caído en combate la cúpula político y militar, estando el Conseller en Cap Rafael Casanova ingresado en el colegio de la Merced y el teniente mariscal Antonio de Villarroel siendo atendido de sus heridas en su residencia, los miembros de la Junta de Gobierno se reunieron con varios oficiales militares para analizar la situación de los combates. En ese ínterin les llegó la noticia que el comandante del sector de Sant Agustí, el coronel Pablo Tohar, siguiendo órdenes del herido teniente mariscal Villarroel, había hecho llamada a la capitulación. Poco después los combates quedaron detenidos en los tres sectores de ataque y se pactó una suspensión de armas hasta las cinco de la tarde. Tras horas de negociaciones, finalmente, a las ocho de la mañana del día 12 de septiembre, a pesar de la obstinación del diputado de la Generalitat de Catalunya Francisco de Perpiñá Sala y Sasala por no acceder a capitulación alguna, al fin la mayoría de la Junta de Gobierno resolvió que dada la falta de gente y el hambre extrema que azotaba la ciudad, debían aceptarse los términos de la capitulación ofertada por el mariscal de Francia. El sitio de Barcelona había provocado unas bajas estimadas en 14.200 asaltantes borbónicos, 6.850 defensores austracistas, y la destrucción de un tercio de la ciudad.

Leyendas en Catalunya (Juan de Enguera)

Nacio en Valencia en el s. XV - Valladolid el 15 de febrero de 1513. Fue un religioso dominico español, inquisidor general.
Perteneció a la orden de Santo Domingo y desempeñó el importantes cargo de confesor de Ferran "el Católic". Este rey, tras la renuncia en 1507 de Diego de Deza al título de inquisidor general, pidió bula al papa Julio II para nombrar dos inquisidores en los reinos de Castilla y Aragón. El primero recayó sobre Gonzalo Jiménez de Cisneros y el segundo sobre Juan Enguera, quien lo tuvo hasta su muerte.
Compaginó esta tarea con el obispado de Vic entre 1506 y 1511, actuando en las diócesis de toda la Corona de Aragón. Tras la bula "dat. V. idus. decembris", fue obispo de Lleida desde el 17 de febrero de 1511 y finalmente obispo de Tortosa desde octubre de 1512.
Si bien sus actuaciones no fueron tan renombradas como las de Cisneros, se encargó de organizar varios capítulos para definir las normas de la inquisición; por ejemplo los de Monzón en 1512 en los que establecía que el número máximo de inquisidores era 10 en Zaragoza y otros 10 en el resto de las ciudades. También fue uno de los firmantes del Tratado de Blois.

Leyendas en Catalunya (Luis Mercader Escolano)

Nacio en Murviedro (Valencia), en 1444 - 9 de junio de 1516. Fue un religioso cartujo, inquisidor general en Aragón.
Nombrado inquisidor por León X en 1513, ostentó este cargo y el de Obispo de Tortosa desde el 20 de mayo hasta su muerte. Apenas se conocen hechos de sus actuaciones, salvo que su cargo como inquisidor fue más de tipo judicial que religioso, y que, para no alterar su conciencia, delegó en su canonista Hernando de Montemayor.