lunes, 2 de mayo de 2016

Presidents de la Generalitat (Josep Grau)

Josep Grau, vivió entre los s. XVII - XVIII. Doctor en derecho y procurador, fue el cien decimoctavo Presidente de la Generalitat de Catalunya entre los años 1706 y 1707, durante la "Guerra de Sucesión". Era el decano del capítulo de la sede de Solsona.
Su nombramiento como President se produjo el 18 de noviembre de 1706, catorce meses después de morir en el Sitio de Barcelona su antecesor, Francisco de Valls i Freixa.
Fue una mandato de transición de sólo medio año, hasta la próxima elección. En este periodo, está viva una cierta situación de calma en el conflicto bélico. Se había levantado el Sitio de Barcelona el 11 de mayo de 1706, las tropas aliadas del Archiduque Carlos de Austria avanzan hacia Zaragoza y Madrid, donde se entroniza el archiduque como rey de Castilla. Finalmente, la pérdida de la batalla de Almansa no será hasta el 25 de abril de 1707, unos meses antes de producirse el relevo regular del trienio.

Presidents de la Generalitat (Francesc de Valls)

Francesc de Valls, ¿? - Muere en Barcelona el 26 de septiembre de 1705. Era camarero del Monestir de Sant Pere de Camprodón y fue President de la Generalitat de Catalunya entre el 22 de julio de 1704 hasta el día de su muerte el 6 de septiembre de 1705.Se desconoce su biografía, pero se sabe que murió a causa de las heridas del bombardeo aliado del día 16 de septiembre, donde las tropas aliadas lanzaron 300 bombas en Barcelona y una de ellas tocó de lleno la "Casa dels Diputats". El suyo es un mandato de transición entre el primer Borbón, Felipe V y el archiduque Carlos III que convocó las "Corts de Barcelona" (1706) en este mismo trienio. Desde mediados de 1704 comienza una represión del virrey filipista Francisco de Velasco contra destacados miembros de la comunidad y por las mismas instituciones. El efecto inmediato es la radicalización de la población hacia la causa austracista.Entre disturbios y represiones el virrey debe afrontar el sitio de Barcelona, ​​que termina con la capitulación el 9 de octubre de 1705, el 22 el archiduque hacía una breve visita, para hacer la entrada oficial el 7 de noviembre por jurar las Constitucions.Tras su muerte, el cargo de diputado eclesiástico quedó vacante debido a la inestabilidad y la incertidumbre del momento histórico (cerco aliado, Corts Generals de Carlos III y el asedio borbónico del 1706). El sustituto sería Josep Grau que tomó posesión el 18 de noviembre del 1706.

Presidents de la Generalitat (Josep Antoni Valls i Pandutxo)

Josep Antoni Valls i Pandutxo, nació en el s. XVII - Murio en 1706. Fue el cien decimosexto Presidente de la Generalitat de Catalunya en el año 1701. Fue nombrado el 17 de febrero de 1701 en sustitución de Clemente de Solanell y de Foix quien había muerto a pocos meses de terminar el mandato. Su nombramiento siguiendo el proceso de extracción normal, fue protestado por el Consell de Cent si bien terminó aceptándolo. Durante su corto mandato reclamó al nuevo rey Felipe V que viniera a Barcelona a jurar las Constitucions Catalanes y contribuyó con la corona con el envío de un tercio de 2.000 infantess hacia Mallorca y Mahón y unos 400 hacia Andalucía.
Era arcediano de Sant Llorenç de la sede de Tarragona (1681-1706)

Leyendas sobre las flores (El Acebo)

La leyenda cuenta que cuando el sol del verano calienta la tierra, la gente (en especial los niños) se arrimaba alrededor de las anchas ramas del Rey Roble para disfrutar de su sombra. El Rey Roble solía sonreír y disfrutar de la alegría que veía en sus súbditos (los niños) al proporcionarles sombra en tan cálidos días. Solía sonreír con un crujir de corteza y un susurro de hojas.
Un día llegó el otoño y las hojas del Rey Roble comenzaron a ponerse de color marrón, luego se secaron y finalmente cayeron. Los niños se quedaban arrimados a su tronco, buscando el cobijo que este Rey ya no podía darles. Luego llegó el invierno, y una nevada cubrió el valle por completo con su blanca sábana. Los niños dormían pegados uno al otro, buscando conservar el calor, pero todos tiritaban de frío. De pronto, uno de los niños señaló al horizonte (quiso hablar, pero el frío le había congelado los labios). Por la colina subía un ser de gran altura. Parecía un anciano estaba cubierto de hojas de color verde oscuro (cortas, pero en abundancia), espinadas… la barba la llevaba minada de unos frutos que eran como pequeñas bolas rojas. Al acercarse a los niños dijo: "Soy el Rey Acebo" y extendió sus manos como si fueran enormes ramas y cubrió con ellas a todos los niños, dándoles el refugio que el Rey Roble no podía darles. El Rey Roble enfadado, quiso atacar al anciano de brazos extendidos. No quería que le arrebatasen sus súbditos. Éste paró el golpe con sus hojas verdes y sujetó al marchito árbol diciéndole: "Escúchame bien, vete de aquí. Descansa durante el invierno y vuelve en primavera, cuando tus ramas estén vestidas de nuevo de hojas verdes y puedas proteger de nuevo a tus súbditos".
Así lo hizo el Rey Roble, mientras que los niños se tumbaron a los pies del Rey Acebo, para que los protegiese de los duros días de invierno. Por eso en Navidad se suele colgar ramas de acebo en las casas para que el Rey Acebo nos siga protegiendo del invierno


Leyendas sobre las flores (El Muerdago)

Cuando Balder, (dios de la primavera), era apenas un niño, su madre, Frigga, (diosa del amor y la belleza), tuvo un sueño en el que se le alertaba sobre la muerte de su hijo, advirtiéndole que al momento que esto ocurriera, todo ser viviente sobre la tierra perecería con él.
Alarmada por dicha amenaza, Frigga habló con los cuatro elementos y todo ser viviente, haciéndoles prometer que nada ni nadie le harían daño. Sin embargo, a Frigga se le olvidó acercarse al muérdago por considerarle muy jóven, insignificante e inofensivo. El malvado dios Loki, disfrazado de anciana, logró descubrir quien era aquel único ser vivo que no había prometido no hacerle daño a Balder, en una oportunidad Balder quiso hacer alarde de su invulnerabilidad, e invitó a todos los dioses a jugar a las lanzas para demostrar que nada podía hacerle daño, Loki, (Dios de la Traición, las Mentiras y los Engaños), aprovechó la oportunidad y elaboró una lanza con punta de muérdago para quitarle la vida al pequeño fanfarrón. Con su muerte, se cumplió la profecía, y al instante, el cielo palideció, las plantas comenzaron a morir, a la vez que el planeta se iba envolviendo en la crudeza del invierno.
Frigga lloraba desesperada y desconsoladamente, mientras besaba a su hijo en nombre de su último adiós, los dioses conmovidos con tan implacable dolor y tan puro amor decidieron devolverle la vida al pequeño Balder, no sin antes castigar a la pequeña planta convirtiéndola en una planta parásito y dependiente de otras plantas para vivir, y así mantenerla vigilada para siempre por haber causado tan enorme desdicha. Una vez devuelto a la vida y como muestra de amor y agradecimiento a su madre, Balder ordenó que en adelante, cada vez que una pareja pasase bajo una rama de muérdago, debía besarse para perpetuar el amor verdadero en la tierra.


Leyendas sobre las flores (La Adelfa)

Cuentan los más viejos que allá por los años en que se luchaba contra los franceses, en la "Guerra de la Independencia", a la ciudad malagueña de Ronda llegaron los soldados de Napoleón dispuestos a derrotar a los guerrilleros, estos eran grupos de personas que se habían unido y ocultos en la Sierra Rondeña y apoyados por el conocimiento del terreno luchaban por su tierra y su libertad.
Los habitantes de la ciudad, listos como nadie, urdieron un plan para aniquilarlos y así, pensaron agasajarlos con una opípara cena consistente en conejos a la brasa. Sorprendidos los franceses no dudaron en aceptar la invitación y así los rondeños comenzaron a perparar un banquete para sus invitados; mientras que algunos hombres salieron a la sierra para cazar los conejos algunas mujeres distrajeron a los soldados cantando y bailando y otras fueron a recoger ramas de adelfa.
Al atardecer empezaron a preparar la cena, prepararon los conejos y los iban ensartando en las varas que habían recogido antes y los asaron. Los soldados comieron tan deliciosa comida regada con buen vino, y bailaron hasta que el sueño los rindió. A la mañana siguiente, todo el ejército allí acampado estaba muerto.