viernes, 8 de julio de 2016

Historia de Catalunya (Consell de Cent [VII])

Ésta se apresuró aplicar su programa (medidas proteccionistas, desvalorización de la moneda, saneamiento de la administración municipal) para favorecer los productos propios frente a los importados y para poder reducir los impuestos.
La situación, pese al apoyo de la monarquía, era de flagrante ilegalidad. Y para resolver la delicada situación, Alfonso "el Magnánim", desde Nápoles, concedió un nuevo privilegio de regimiento de la ciudad (1455). Dicho privilegio repartía de forma fija la composición de los órganos de gobierno municipal entre los diversos estamentos. Los jurados del Consell de Cent, que siempre serían 128, se repartían en cuatro grupos de 32, cada uno formado por miembros de un estamento (ciudadanos honrados, mercaderes, artistas y menestrales). "El Trentenari", formado por 32 miembros, se dividía en cuatro grupos de ocho, uno por cada estamento. Por último, el poder ejecutivo de los consellers se distribuía de la manera siguiente: el consejero jefe y el consejero segundo, por los ciudadanos honrados; el consejero tercero, por los mercaderes; el cuarto, por los artistas; y el quinto, por los menestrales. Con este nuevo privilegio se trataba de establecer un reparto más equitativo del poder municipal. Y si bien los ciudadanos honrados continuaban teniendo una posición preeminente -especialmente manifiesta en el hecho de que se les atribuían siempre los dos primeros consellers- y estaban sobrerrepresentados con relación a su peso demográfico, los estamentos más populares tenían garantizada una participación estable en todos los órganos fundamentales de gobierno, incluido el cargo de consejero.

Pero este privilegio no tuvo éxito de manera inmediata. El programa de la Busca no prosperó, en parte por una falta de tiempo y en parte por la oposición encarnizada de la Biga. Y en 1462 al estallar la guerra civil, los bigaires pudieron recuperar el poder. Cuando finalizó el conflicto bélico (1472) siguieron gobernando el municipio hasta que Fernando II, como una más de las diversas reformas que emprendió para enderezar el país, inició la reforma del Consell de Cent.

Sin embargo, Fernando II no derogó del todo el privilegio de 1455, sino que tan sólo lo modificó. Las reformas más importantes (1493, 1498, 1509) consistieron en un refuerzo del peso político de los ciudadanos honrados, el acceso de la pequeña nobleza al gobierno municipal y el uso del método de la insaculación (elección por sorteo) de los cargos municipales. Así, aunque el privilegio de 1455 en su forma original casi no se llegó a aplicar, modificado por las reformas de Fernando II, sí que tuvo un largo periodo de vigencia, hasta el fin del propio Consell de Cent en 1714.

fuente: http://www.bcn.cat

Historia de Catalunya (Consell de Cent [VI])

En el caso concreto de Barcelona, la crisis se manifestó con la pérdida del statu quo que había permitido el gobierno de la oligarquía urbana (ciudadanos honrados) desde el origen del municipio. Si bien había habido algunos intentos de modificar la situación, nunca habían tenido éxito. Ahora la fractura social era muy profunda, y la acometida contra el gobierno oligárquico, mucho más fuerte. La ciudad se dividió en dos bandos o partidos: la Biga y la Busca. La Biga (la pieza de madera que sostiene el peso de un edificio, en este caso, el peso de la ciudad) estaba formada por los ciudadanos honrados, emparentados a veces con la pequeña nobleza, por algunos comerciantes enriquecidos en el gran comercio de importación y por rentistas. Las medidas económicas que tomaban los bigaires (partidarios de la Biga) desde el municipio (que controlaban) iban en contra de los intereses de los sectores vinculados a la economía productiva, representados por los menestrales.

Éstos se agruparon en el partido de la Busca (la astilla, la brizna, en oposición a la Biga), partido que también contó con la participación de algunos ciudadanos honrados, mercaderes y artistas a título individual.
Pero según la legislación vigente, recordemos que la elección de los cargos municipales se basaba en el sistema de cooptación, la Biga tenía garantizada la perpetuación en el ejercicio del gobierno municipal. Sólo el poder superior de la monarquía podía alterar la situación. Y así fue. En este contexto político se produjo una alianza táctica entre la monarquía y los buscaires (partidarios de la Busca); ambos tenían el mismo enemigo coyuntural: la oligarquía urbana, opuesta tanto a las pretensiones preeminenciales de la monarquía como a la política reformista de los buscaires.

Como Alfonso "el Magnánim" residía en la lejana Nápoles, la resolución del conflicto recayó en manos de los lugartenientes generales, primero la reina María y después Galceran de Requesens. En primer lugar, la Reina permitió que los buscaires se agrupasen en el "Sindicat dels Tres Estaments" i Poble de Barcelona (1452). Pero esta medida no era suficiente, porque los buscaires, pese a estar organizados, continuaban teniendo vedado el acceso al poder municipal. Era necesaria una actuación más enérgica. Y ésta vino del lugarteniente general Requesens, que el 30 de noviembre de 1453 suspendió las elecciones a consellers y nombró una nueva conselleria de partidarios de la Busca.

Historia de Catalunya (Consell de Cent [V])

En dicho privilegio se confirmaron genéricamente y a perpetuidad, hasta entonces todos los privilegios municipales de Barcelona habían sido eventuales, las disposiciones de Jaume I sobre el gobierno municipal de la ciudad y se ratificó la preeminencia, en temas locales, de los consellers sobre el veguer (juramento del veguer en manos de los prohombres; facultad de los consellers de promulgar y reformar ordenanzas y bandos, y obligación del veguer de proclamarlos y ejecutarlos; participación de los consellers en la función judicial de veguer). El "Recognoverunt proceres", sería confirmado por los monarcas posteriores (1286, 1291, etc.), se convirtió en la base fundamental del estatuto jurídico del municipio, completado y ampliado por privilegios posteriores, obtenidos tanto en función de las necesidades del "Consell de Cent" como de las coyunturas políticas de cada momento.

En un principio, las diversas actividades municipales tenían lugar en el propio Palau Reial. Pero muy pronto el "Consell de Cent" fijó su sede en el magnífico convento gótico de Santa Caterina de los frailes dominicos, en unas estancias cerca de la portería. Esta situación se prolongó hasta 1369, año en que a causa de serias diferencias con los inquisidores, que eran dominicos, los consellers decidieron trasladarse provisionalmente al "Convent de Framenors" y, a la vez, edificar una sede propia. El Saló de Cent, el espacio más importante del nuevo edificio, se terminó en 1373, y su fachada gótica en 1402, con lo que Barcelona ya dispuso de una Casa de la Ciutat digna de su rango.

El sistema de gobierno del municipio barcelonés no varió sustancialmente desde la época del Recognoverunt proceres hasta mediados del siglo XV. La causa del cambio fue la grave crisis que afectó a Barcelona a partir de la segunda mitad del siglo XIV. Esta crisis general en toda Europa occidental, afectó especialmente a Catalunya. Las causas fueron diversas y se fueron presentando de forma gradual: el desequilibrio entre la producción agraria y las necesidades alimentarias de la población (motivo de importantes crisis de subsistencias); la crisis demográfica y la reducción de la población (sobre todo en el campo) a causa de las grandes epidemias que asolaron Catalunya; la crisis financiera, con la quiebra de la banca privada y el endeudamiento excesivo de las instituciones públicas; la reducción del volumen y por ende de las ganancias, del comercio internacional; y la crisis social y agraria, con la aparición de movimiento remença. La crisis también tuvo un aspecto claramente político: el enfrentamiento entre la concepción autoritaria de la monarquía, defendida por los soberanos, y la concepción pactista radical de las oligarquías del país.

Leyendas en Catalunya (Ugarés [I])

Los vasallos vivian atemoriazados ante aquel señor feudal que incluso tenía fama de poder viajar en el tiempo y que salia principalmente al anochecer, y que poco a poco estaba acabando con la juventud de la zona, ya que tras ser raptados e introducidos en la fortaleza, nunca más se sabía de ellos.
En 1423 un seismo destruyó casas e incluso el "Castell de la Estella" era engullido por la tierra, como si fuese un castigo divino.
Esto facilitó que poco a poco los habitantes de la zona "olvidaran" al tétrico personaje feudal. Pero durante el otoño de 1483, 60 años después. Una epidemia asoló las poblaciones vecinas al "castell. Todos los religiosos, conventos cercanos e incluso la población civil comenzó a creer que aquella epidemia estaba provocada por el espiritu maligno de "Ugarés", que una vez fallecido había conseguido salir de su tumba, a pesar de estar enterrado bajo centenares de piedras de las ruinas y que había decidido castigar nuevamente a sus vasallos.
Según las leyendas, en la zona donde estaba la fortaleza, desde el terremoto, emitia un olor a azufre o a huevos podridos, lo que daba más significado a ese pacto entre las fuerzas endemoniacas y el guerrero proveniente desde los Balcanes.
Durante siglos los habitantes de la zoba no se atrevieron a pasar de noche por la zona, por temos a esos seres ue podían habitar el castillo. La leyenda de el "Ugares",  desaparece de la faz de la tierra en el año 1483, cuando bajo la influencia de los reyes Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón, Tomás de Torquemada fue nombrado como Gran Inquisidor de Castilla, Aragón, Catalunya y otros territorios ibéricos. Y hablar de la existencia de un ser diabolico en la zona, habría conllevado a que interviniera y muchos de sus ciudadanos fueran considerados "herejes"
Hoy en día se desconoce en que lugar exactmente estaba estaba fortaleza, que fue fagocitada por el terremoto, pero según las creencias podría estar en Amer (Girona), donde si hubo un Castell, que desapareció en los seimos sucedidos en la zona de la Garrotxa y el Ripolles, por esa época


Leyendas en Catalunya (Ugarés [I])

Cuenta la leyenda que en una de las "invasiones" constrastadas por la historia, alrededor del 924 de nuestra era. Uno de aquellos fieros y pagános guerreros murio en la batalla (hay leyendas que dice, que en una batalla, en la que sufrió un ataque de posesión que descargó contra sus enemigos) o fue asesinado tras haber perdido tiempo por una zona boscosa. Siendo enterrado en tierra no sagrada, la leyenda dice cerca de un menir o una piedra megalítica.
Siglos después en la misma zona se construyó un castillo, o casa amurallada que se llamó el "Castell de la Estella". Aqui nace a finales del s.XIII y principios del XIV, la leyenda del Ungarés.
Ya incluso Durante las obras y luego ya construido hubo toda clase de desgracias, como enfermedades plagas y muertes extrañas. El que rigió el castillo también ha pasado a la historia con el nombre de Ugarés y se dedicó a realizar todo tipo de tropelías como asesinar niños y luego beberse la sangre de estos y comerse sus cuerpos (decían que le había poseído el espíritu del antiguo Ugarés).
Parece ser que, ya durante las obras y luego ya construido hubo toda clase de desgracias, como enfermedades plagas y muertes extrañas. El que rigió el "castillo" también ha pasado a la historia con el nombre de Ugarés y se dedicó a realizar todo tipo de tropelías como asesinar niños y luego beberse la sangre de estos y comerse sus cuerpos (decían que le había poseído el espíritu del antiguo Ugarés).
Algunos restos encontrados alrededor de esta fortificación daban fe de las horribles orgias, festivales de sangre y ceremonias satánicas que se celebraban en esa zona. La poblaciones que debían vasallaje a este señor feudal, incluso hablaban que los criados de él, estaban poseidos por un espiritu maligno.
Más tarde se comenzo con la esa leyenda del misterioso magiar ue estaba enterrado en el mismo lugar en que estaba emplazado la fortaleza, que unido a esas leyendas que recorrian "vox populi", sobre vampiros de la zona de donde provenía el guerrero, hizo que aumentase sus temores.