viernes, 8 de julio de 2016

Historia de Catalunya (Consell de Cent [VI])

En el caso concreto de Barcelona, la crisis se manifestó con la pérdida del statu quo que había permitido el gobierno de la oligarquía urbana (ciudadanos honrados) desde el origen del municipio. Si bien había habido algunos intentos de modificar la situación, nunca habían tenido éxito. Ahora la fractura social era muy profunda, y la acometida contra el gobierno oligárquico, mucho más fuerte. La ciudad se dividió en dos bandos o partidos: la Biga y la Busca. La Biga (la pieza de madera que sostiene el peso de un edificio, en este caso, el peso de la ciudad) estaba formada por los ciudadanos honrados, emparentados a veces con la pequeña nobleza, por algunos comerciantes enriquecidos en el gran comercio de importación y por rentistas. Las medidas económicas que tomaban los bigaires (partidarios de la Biga) desde el municipio (que controlaban) iban en contra de los intereses de los sectores vinculados a la economía productiva, representados por los menestrales.

Éstos se agruparon en el partido de la Busca (la astilla, la brizna, en oposición a la Biga), partido que también contó con la participación de algunos ciudadanos honrados, mercaderes y artistas a título individual.
Pero según la legislación vigente, recordemos que la elección de los cargos municipales se basaba en el sistema de cooptación, la Biga tenía garantizada la perpetuación en el ejercicio del gobierno municipal. Sólo el poder superior de la monarquía podía alterar la situación. Y así fue. En este contexto político se produjo una alianza táctica entre la monarquía y los buscaires (partidarios de la Busca); ambos tenían el mismo enemigo coyuntural: la oligarquía urbana, opuesta tanto a las pretensiones preeminenciales de la monarquía como a la política reformista de los buscaires.

Como Alfonso "el Magnánim" residía en la lejana Nápoles, la resolución del conflicto recayó en manos de los lugartenientes generales, primero la reina María y después Galceran de Requesens. En primer lugar, la Reina permitió que los buscaires se agrupasen en el "Sindicat dels Tres Estaments" i Poble de Barcelona (1452). Pero esta medida no era suficiente, porque los buscaires, pese a estar organizados, continuaban teniendo vedado el acceso al poder municipal. Era necesaria una actuación más enérgica. Y ésta vino del lugarteniente general Requesens, que el 30 de noviembre de 1453 suspendió las elecciones a consellers y nombró una nueva conselleria de partidarios de la Busca.

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