
Como toda carretera peligrosa, que se precie, esta también tiene su propia "
Leyenda Urbana de la chica de la curva".
 Hasta que se construyo la autopista que atraviesa el macizo del Garraf,
 era la única via que conducía desde Barcelona hasta Sitges, sin tener 
que dar un enorme rodeo, y son algunos viajeros los que se han cruzado 
con la esta chica y que han tenido una experiencia "paranormal" con un 
ser que no era de este mundo... Es  dificil saber cual de ellos miente o
 dice la verdad o simplemente ha sido un sueño o una pesadilla, pero es 
una carretera que en su día han habido muchos accidentes, y muchas 
muertes trágicas, con lo cual puede quedar la huella de ellos hay 
impregnada en la naturaleza
La Leyenda
Cuentan que  esto sucedió una noche de niebla espesa, en las curvas 
de  garraf(españa), una sucesión de curvas cerradas y muy peligrosas, 
hace  muchos años, mucho antes de que se construyera la autopista que 
ahora  cruza las entrañas de la montaña de garraf.
Era noche cerrada, caía una lluvia suave pero ininterrumpida y la  
niebla cubría la noche con su manto blanquecino, impidiendo ver más allá
  de unos pocos metros.
Un hombre iba conduciendo su coche por las curvas, deseoso de llegar a
  su casa y reencontrarse con su mujer y sus dos hijas después de un  
largo fin de semana de trabajo.
En una de las curvas del camino, vió a una autoestopista, una joven  
rubia, demacrada y pálida, empapada por la lluvia, con un largo vestido 
 blanco desgarrado y sucio de barro. este hombre se apiadó de la joven 
y,  pisando los frenos, decidió llevarla consigo y acercarla hasta el  
pueblo más cercano.
Durante gran parte del trayecto, el hombre y la joven fueron hablando 
 de cosas triviales, cuando, en un momento dado, antes de llegar a una  
de las curvas más cerradas y peligrosas de las cuestas, la joven le  
avisa de que reduzca la velocidad hasta casi detenerse y que pase muy  
poco a poco.
El hombre lo hace, y comprueba, asustado, que, de no haber sido  
advertido por ella del peligro, probablemente se hubiera despeñado por  
barranco con el coche, le da las gracias, agradecido por haberle salvado
  la vida, a lo que la joven contesta:
- No me lo agradezcas, es mi misión; en esa curva me maté yo hace más de 25 años, en una noche como ésta...
Y después de pronunciar éstas palabras, desapareció, dejando como  
única prueba de su espectral aparición, el asiento húmedo del  
acompañante por sus ropas mojadas...
fuente:  
http://dunheim.blogspot.com.es/2013/03/la-chica-de-la-curva.html