miércoles, 27 de julio de 2016

Historia de Catalunya (La Coronela de Barcelona [VII])

Finalizado el sitio se pudieron entregar las patentes oficiales a los capitanes del Braç militar de Catalunya, siendo uno de los primeros que la recibieron Sebastián de Dalmau y Oller en 12 de mayo de 1706. El nombramiento de los oficiales, capitán, teniente y alférez, bajo las órdenes de los cuales debían combatir las compañías de la Coronela, quedó a la elección de los propios gremios. Los capitanes debían ser elegidos de entre la aristocracia catalana afiliada al Braç militar de Catalunya, y una vez hecha la propuesta la presentaban al rey, quien le entregaba la patente oficial pertinente. A partir de entonces los nuevos nombramientos de capitán debían contar con la aprobación de los ya existentes, los capitanes viejos, y a partir de 1713, con la aprobación en persona del propio Protector del Braç militar de Catalunya. De acuerdo a las patentes, el rey Carlos III de Austria pagó el sueldo de los oficiales mayores y los capitanes de la Coronela, y a partir del 1711, los de los tenientes y alférez, cuando éstos recibieron, también, la patente del rey. El 22 de agosto de 1706 se dio un nuevo paso hacia la militarización de los civiles que servían en la Coronela: el rey, con el visto bueno de los Tres Comunes de Catalunya, hizo una declaración respecto al Capítulo de Cortes CCCIII en el que se especificaba que mientras los civiles estuvieran de guardia, estaban bajo jurisdicción militar. Para mantener el control directo de la milicia, el Consell de Cent de Barcelona publicó un memorial el 30 de noviembre de 1706 declarando que, a pesar de que los civiles estaban bajo la jurisdicción militar, serían los consellers quienes decidirían quien entraba de guardia y aplicaría las sanciones dispuestas en el código militar. El proceso de militarización culminó entre octubre de 1706 y marzo de 1707, cuando la milicia gremial pasó a uniformarse completamente, y los antiguos mosquetes fueron sustituidos por los nuevos fusiles reglamentarios, quedando a todos los efectos equiparada a un regimiento de infantería del Real Ejército de Carlos III de Austria. Asimismo los gremios vieron bendecidas las banderas de sus compañías; todos los gastos eran sufragados por los gremios barceloneses, excepto el armamento que era pagado por la Corona Española.

En poco menos de un año tras la entrada de Carlos III de Austria en Barcelona, la antigua milicia gremial había sido completamente reorganizada en la Coronela de Barcelona, una unidad híbrida civil-militar, comandada per oficiales del Braç militar de Catalunya a sueldo de la Corona, sometida a jurisdicción, completamente uniformada y armada, lista para entrar en combate y movilizada, no ya cuando solo era necesario, sino a partir de entonces de manera permanente custodiando toda la ciudad.

Historia de Catalunya (La Coronela de Barcelona [VI])

A partir de entonces y dada la necesidad de expulsar a la Casa de Borbón del suelo español, se procedió a la leva del Real Ejército de Carlos III de Austria; la ciudad priorizó la leva del regimiento de infantería de Barcelona, y no fue hasta febrero de 1706 cuando se terminó la configuración definitiva de la Coronela. Organizada en 44 compañías bajo el mando de la aristocracia catalana encuadrada en el Braç militar de Catalunya, totalizaba a 3.200 combatientes escogidos de entre los 4.525 cofrades afiliados a los gremios barceloneses.14 El 20 de marzo de 1706 el nuevo monarca entregó patente oficial de coronel al Conseller en Cap de Barcelona, con la particularidad que al ser dicho cargo anual, la patente era también válida para todos sus sucesores.

En esa situación Felipe V tomó la iniciativa y tras recibir los refuerzos enviados por su abuelo Luis XIV de Francia, se lanzó al ataque dispuesto a recuperar Barcelona de un golpe antes que la rebelión se extendiera. En abril se plantó delante de las murallas de la ciudad e inició el sitio de Barcelona (1706), mientras el grueso de sus tropas se lanzó a la conquista de Montjuïc. A finales de mes, ante lo difícil de mantener el enclave, cundió el rumor entre los barceloneses que las tropas inglesas habían pactado con las borbónicas la rendición de la fortaleza, rumor que hizo estallar un motín general en Barcelona; durante los disturbios cayó asesinado el propio conseller en Cap de 1705-1706, Francisco Nicolás de Sanjuan. Quedaron al frente del gobierno de la ciudad el conseller segundo, el mercader Francisco Gallart, y el conseller tercero, un jurista llamado Rafael Casanova; la dura actuación de Francisco Gallart y Rafael Casanova consiguió finalmente acabar con el motín y salvar el gobierno de la ciudad. El 8 de mayo se descubrió en el horizonte a la flota inglesa bajo el comando del almirante John Leake, provocando el levantamiento del sitio y la caótica huida de las tropas borbónicas, que dejaron abandonados en el campo delante de Barcelona a todos sus heridos, los suministros, y todo el tren de artillería. Un año más tarde, el 6 de febrero de 1707, el archiduque Carlos le concedió a Rafael Casanova el título de "Ciutadà Honrat" (ciudadano honrado) por haber salvado a la ciudad durante el sitio borbónico de Barcelona de 1706.

Historia de Catalunya (La Coronela de Barcelona [V])

Ese mismo año la armada inglesa lanzó un desembarco sobre Barcelona (1704) durante el cual el virrey Velasco movilizó nuevamente a la milicia gremial. Siguiendo las nuevas reglamentaciones francesas impuestas por la Casa de Borbón, al conseller en Cap se le otorgó el nuevo rango de "Coronel", y al estar bajo su mando la milicia gremial, esta paso a ser llamada "Coronela de Barcelona". Fracasado el desembarco inglés, el virrey Velasco descubrió que la intentona había contado con la complicidad de destacados próceres catalanes, quienes habían urdido un complot para hacerse con el poder en Barcelona desde el interior. A partir de ese momento el virrey Velasco ordenó la desmovilización total de la "Coronela de Barcelona", pidió auxilio urgente a la corte de Madrid solicitando se le enviaran refuerzos militares para contener a la ciudad, e inició una política indiscriminada de detenciones contra todos aquellos a los que consideraba no eran afectos al nuevo rey Felipe V. Los fieles a la Casa de Austria, austracistas, habían sido hasta entonces una minoría, pero las detenciones arbitrarias en Barcelona vulnerando gravemente las constituciones catalanas, agravadas con la detención también en 5 de febrero de 1705 de Pablo Ignacio Dalmases en Madrid, quien había sido enviado para protestar ante Felipe V en persona por la actuación de su virrey, provocaron que la mayoría indiferente a la cuestión dinástica ser radicalizara contra Felipe V, deseando el retorno de la Casa de Austria al gobierno de la monarquía española en la persona del archiduque Carlos de Austria.

Tres meses más tarde, el 3 de mayo de 1705, estalló la rebelión en Catalunya. Desde la ciudad Vic los fieles a la Casa de Austria armaron varias compañías de migueletes comandadas entre otros por José Moragues. En agosto se lanzó una columna que inició la marcha sobre Barcelona, mientras la armada inglesa desembarcaba nuevamente frente a las playas de Barcelona dispuestas a iniciar el sitio de Barcelona (1705). En septiembre, rodeada la ciudad, los consellers de Barcelona se presentaron ostentosamente ante el virrey Velasco, ofreciéndose a movilizar a la "Coronela de Barcelona·" dada la tesitura; el virrey Velasco, a pesar de no haber recibido ninguno de los refuerzos que había solicitado reiteradamente a la corte Madrid, y contar con reducidos efectivos, se negó absolutamente a entregar las llaves de la armería de Barcelona y armar a la Coronela, temeroso de un golpe militar desde el interior de las murallas. Tras la Batalla de Montjuic (1705) y la pérdida de la fortaleza que dominaba la ciudad el virrey Velasco acabó capitulando en octubre de 1705 y la ciudad recibió al archiduque Carlos de Austria como a un libertador. Tras el tradicional juramento de obediencia y respeto de las constituciones catalanas, fue proclamado Comte de Barcelona y, por primera vez en suelo español, aclamado como nuevo rey Carlos III de España; tras lo cual éste accedió a la petición de los consellers de Barcelona de restaurar plenamente el privilegio de autonomía militar de la ciudad, que había perdido tras el fin de la "Guerra de Catalunya" (1640-1652) cincuenta años antes, y que fue restaurado mediante el Real Decreto del 29 de noviembre de 1705

Historia de Catalunya (La Coronela de Barcelona [IV])

En 1684 se dio un nuevo paso cuando ante la nueva invasión francesa, el virrey tuvo que abandonar Barcelona con el ejército para la defensa de Girona, solicitando a los consellers que armaran algunas compañías para guarnecer la ciudad en su ausencia. Entonces, aprovechando la ausencia del virrey, el Consell de Cent en coaligación con el Braç militar de Catalunya, se extralimitó en sus competencias y levantó un milicia de 46 compañías bajo el mando de capitanes seleccionados de entre los miembros del Braç militar de Catalunya; el cuerpo encuadraba a un total de 4.500 hombres armados, que asumieron de-facto la custodia de murallas y portales. A la vuelta del virrey, estupefacto, ordenó inmediatamente el desarme de la milicia y la entrega de los símbolos de mando.

No será hasta "Guerra de los Nueve Años" (1688-1697) cuando Barcelona consiguió autorización real para levantar nuevamente su milicia. Ante el inminente asedio francés de la ciudad, el rey Carlos II solicitó por carta de 20 de mayo de 1697 al virrey, que autorizase a la ciudad para alzar, armar y pagar, a la milicia barcelonesa siguiendo las antiguas formas tradicionales. El virrey Velasco siguió las órdenes y el 28 de mayo de 1697 se formó el "Tercio de los gremios" bajo el comando del conseller en Cap de ese año, Francisco Taverner y Montornès. Finalizado el Sitio de Barcelona (1697) siguieron las intrigas sucesorias y la entronización del duque de Anjou como nuevo monarca español bajo el nombre de Felipe V en noviembre de 1700. En 1702 estalló la "Guerra de Sucesión Española" cuando la Casa de Austria invadió los territorios españoles en Italia. En 1703 las potencias marítimas, Inglaterra y Holanda, se unieron a la Casa de Austria y se nombró al archiduque de Austria como nuevo monarca español, bajo el nombre de Carlos III. En 1704 Felipe V ordenó la reorganización de su Real ejército: los tercios españoles perdieron su antaño temible nombre pasando a ser nombrados según la norma francesa, régiment (regimiento), y los maestres de campo que habían forjado el imperio español bajo la Casa de Austria, fueron bandeados para dar lugar a los llamados colonel (coronel).

Leyendas en Catalunya (Margarida Codonyera)

Era una pobre mujer de la población de la Garriga que abrió paso a una gran "caza" indiscriminada en toda la comarca. Un día inconcreto de mayo de 1619 fue apresada, por los guardias de la entonces universidad (ayuntamiento) de La Garriga. Esta había sido denunciada por un vecino de la población acusándola de practicar la brujería al verla danzar en torno a una hoguera junto  a un grupo de gente en un bosque cercano.
El alcalde, no tuvo más que la absurda brillantez que enviar varias misivas a sus iguales de las poblaciones aledañas, diciéndoles que tenían detenida a una mujer, en su prisión acusada de brujería y que a esta se le aplicaría tortura para hacerla confesar.
El 29 de mayo de 1619 detuvieron en Caldes de Montbuí a Eulàlia Puig i Braga y a Margarida Pujol i Ras, acusadas por brujería. Paralelamente, y tras la declaración bajo tortura de la Codonyera, apresaron en Granollers a: Eulàlia Lafarga, Elionor Reig, Gabriela Boira, Anna Boirons, Solera, María Rosa, y a dos hombres, Joan Vives y Jaume Fonolleda.
En Palau Solitar a: Francina Marrats , na Riera y na Fustera. A partir de la detención de Margarida Codonyera, vecina de la población de la Garriga, se inició un "efecto dominó" por toda la comarca del Vallès .

Leyendas en Catalunya (Jeronima Pons)

Conocida como "Joana la Negra", era originaria de la parroquia de Santa Eulàlia de Puig-oriol, dependiente de la población de Lluçà (Barcelona). Estaba casada con Joanot Fumanya, quien era conocido como "Casanova". Se dice que la tal Joana se inició en el año de 1580 en el arte de la brujería, cuando a ella y a otras mujeres se les apareció el demonio en las goles de les Heures, en el Valle de Merlès, pactando con él. Sus primeras acciones como brujas lo realizaron en esta zona, a medio camino entre el Berguedà y del Lluçanès.
Bajo confesión relató el haber actuado en el Lluçanès, el Bages y en el Berguedà, en concreto en la zona de la riera de Merlès. Que en este lugar le había provocado bocio al hijo de Jaume Gascó, de Salselles, y a más gentes de estos lugares como a los habitantes del molí de Vilartimó. Fue torturada el 30 de Octubre de 1618 en la porxada de la prisión de la Vila de Sallent, siendo ejecutada posteriormente en una fecha indeterminada.