lunes, 26 de octubre de 2015

Leyendas en Catalunya (Castell de Montsoriu [II])

Entre los años 1566-1574, debido a los grandes deudas acumuladas por los Cabrera, se vieron obligados a la venta de sus bienes a Francisco I de Montcada,
Escudo de los Cabrera en la fuente gótica de Blanes conde de Aitona, pasando a diferentes familias hasta que en 1757 pasó a los duques de Medinaceli. Fue ocupado por las tropas francesas durante la Guerra de la Independencia los años 1808-1814, y más tarde también lo ocuparon los militares en la Primera guerra carlista (1833-1840).

Leyendas 

En el Castell de Montsorriu se dan varias leyendas de interes Una de estas leyendas asegura que todas las Noches de San Juan, al punto de tocar las doce, sale a la cima de la torre más alta del castillo, conocida como la Torre de la Hiedra, la "Dama Roja", una dama medio desnuda con la cabellera extendida que lleva una linterna en una mano y un gran cuerno en la otra. Se asegura que el espectro acerca el cuerno a sus fantasmales labios y hace sonar el cuerno con un sonido que hace estremecer de miedo toda alrededores.
Al momento se escucha otro cuerno que contesta, tocado por un caballero negro montando un gran caballo del color de la noche que saca fuego por la boca y que se sitúa encima del Coll Castellar. A continuación, el caballero, en una rápida carrera, llega al castillo donde monta a la dama de la torre en la grupa y ambos desaparecen como llevados por el viento hasta el año siguiente.
Hay quien asegura que la misteriosa Dama Roja, es una vizcondesa de Cabrera, de nombre Marquesa, que esperó el regreso de su marido, el conde de Empúries, cuando éste fue a la guerra contra los franceses para defender sus tierras ampurdanesas durante la Cruzada contra Catalunya acaecida en el siglo XIII.
Quizás si se va a la medianoche de la Verbena en el castillo de Montsoriu los podrá ver ... o quizás no, son así de caprichosos los seres sobrenaturales. En todo caso, hay una cosa es bien segura: esta fiesta nuestra es una de las más mágicas del año ... al igual que nuestra querida tierra, que también es, y mucho, de mágica.

fuente: http://mitologiayleyendas.ning.com



Leyendas en Catalunya (Castell de Montsoriu [I])

El castillo de Montsoriu (también llamado castillo de Montsoriu, es el castillo más importante del gótico de Cataluña. Se encuentra situado entre las poblaciones de Arbúcies, y Sant Feliu de Buixalleu en la comarca de la Selva y se alza encima de una colina de 632 metros de altitud, actualmente dentro del Parque Natural del Montseny.Es documentado desde el 1002 en la donación de tierras al monasterio de Sant Cugat del Vallés. El mismo año 1002 se menciona a Amat de Montsoriu, vizconde de Girona, como albacea del difunto conde de Barcelona. El 1033 se produce el casamiento de Ermessenda de Montsoriu, hija de Amat de Montsoriu, vizconde de Girona, con Guerau Y de Cabrera, fundadores del monasterio de San Salvador de Breda, centro religioso del vizcondado de Cabrera-Girona, nombrando, se en una donación del año 1053 el castillo de Montesurio y cambiando definitivamente el título de vizconde de Girona por el de Cabrera a partir de Guerau III (1145-1180)Los señores del castillo estuvieron relacionados con la Conquista de Mallorca a través de Guillem de Montsoriu, a las órdenes del rey Jaume I.
Fue residencia de los vizcondes de Cabrera, viviendo épocas de gran esplendor cuando estos señores poseían grandes extensiones de tierras y castillos, que iban aumentando por su fidelidad a los reyes.En 1356, Pedro el Ceremonioso concedió a Bernat III de Cabrera el nuevo condado de Osona. Después de muchos años de servicio fiel al rey, Bernat de Cabrera fue acusado injustamente por la reina Leonor de Sicilia y los nobles aragoneses que conspiraron contra él, y fue decapitado en Zaragoza el 1364. Después de su muerte, su hijo Bernat IV de Cabrera firmó un acuerdo con Pedro III el 1372, y más tarde un segundo en 1381, consiguiendo recuperar las posesiones de la familia, al reconocer el rey el error de la condena.A partir del siglo XV, el castillo sufrió una decadencia progresiva por el traslado de residencia de la familia en el castillo de San Juan de Blanes y sobre todo por los estragos de la Guerra de los remensas durante los años 1462-1472.Por consejo del rey Fernando el Católico, la vizcondesa Anna de Cabrera se casó en 1480 con el primo del rey, Fadrique Enríquez y por el hecho de no haber tenido descendencia pasó el vizcondado al sobrino de su marido Luis Enríquez 1515.


Leyendas en la Peninsula Iberica (La Peña del Rey Moro)

Dice la tradición toledadna que en las noches de luna clara y lu¡minosa se vislumbra una sombra flotando sobre ella y sus alrededores. Es el espíritu del príncipe Abul-Walid que sale de su tumba para contemplar las siluetas de las viviendas, jardines miradores donde cada noche paseaba con su amada reflejados en el resplandor lunar.

Corría el año 1083 y reinaba en Toledo Yahia Alkadir, nieto de Al Mamun. Alfonso VI cercaba la ciudad, arrasando las campiñas obligando a que el hambre hiciera rendirse a los musulmanes. Yahia recurrió a la amistad que le unía a Alfonso con su abuelo Al-Mamun ofreciéndole tributos, pero nada de ello hizo ablandar el corazón de Alfonso, que estaba ansioso por recuperar la ciudad que tanto bienestar le había ofrecido.
Yahia viendo que la ciudad en poco sería tomada y él no podría hacer nada, intento que los Taifas de Badajoz y Zaragoza le ayudaran pero estos esfuerzos no dieron frutos ya que el rey de Zaragoza murió antes de llevar a cabo su proyecto de ayuda y el de Badajoz murió tras ser derrotado por las tropas de Alfonso VI. Su única solución fue enviar mensajeros al otro lado del estrecho, al norte de África. Los reyes africanos escucharon la petición y antes de mandar ayuda decidieron enviar un mensajero para evaluar la situación y las necesidades reales, así les seria más fácil a la hora de saber que cantidad de ayuda mandar. La elección recayó sobre el joven guerrero Abul-Walid. Cuando el joven príncipe llegó a Toledo, este fue tratado como un héroe, ya que realmente sería su única salvación. Es por ello   que desde que Abul llegó no pararon de rendirle en su honor fiestas, torneos y grandes alabanzas, pero lo que realmente llamaba la atención del joven no eran las fiestas en su honor si no la joven y bella hermana de Yahia que día tras día ambos iban fijando mas minutos sus miradas en el otro. Así de esa forma los dos jóvenes se fueron conociendo y poco a poco enamorando, todos los días salina por la bella ciudad de Toledo recorriendo sus parajes, jardines, oliendo sus flores, la bella Sobeyha le enseñaba cada rincón de Toledo a cuál más bello, y más bello aún lo hacia tener a Sobeyha al lado.

Los dos jóvenes se enamoraron y cada día que pasaban juntos jamás lo olvidarían ninguno de los dos, Abul aunque enamorado no había olvidado lo que le llevo allí, tendría que volver a África para informar de lo que pasaba en Toledo y lo iba posponiendo hasta que un Día decidió que no podía posponerlo más.
La última noche antes de su partida los dos jóvenes se juraron amor eterno, ella le juró que le esperaría hasta que viniera y él le juró que regresaría y esta vez sería para no marcharse mas de su lado. Mientras Abul se hallaba en África reclutando gente y preparando todo lo necesario para volver a Toledo  en ayuda de su amigo Yahia y con él mas intimo deseo de volver a ver a su amada, Alfonso VI se apoderó de la ciudad, que no pudo resistir por mas tiempo, Yahia tuvo que abandonar la ciudad pero no pudo llevarse a su hermana que había enfermado y al ver la tardanza de su amado, murió de pena. Pero antes de su muerte a un esclavo que desde pequeña le había atendido le dejo un último legado, que le dijera que había muerto pensando en él, pero que no intentara tomar la ciudad que se olvidara de ella y regresara a África.

No había pasado mucho tiempo cuando apareció ante Toledo un numeroso y espectacular ejercito Sarraceno, sin saber que la ciudad se hallaba en manos de los Cristianos, era Abul-Walid que después de resolver graves asuntos y de salir de una grave enfermedad se había repuesto para volver a estar junto a su amada.
Al llegar junto a Toledo las malas noticias llegaron a él, la ciudad había sido tomada por los cristianos,  y la peor de las noticias en Esclavo de Sobeyha le trascribía las palabras que había pronunciado su amada antes de morir, Abul se quedo muy triste y lejos de hacer caso a su amada acampo en los alrededores de Toledo, con intención de recuperar aquella ciudad que tantos buenos momentos le habían dado y que daba sepultura a su amada.
Los ejércitos de Abul ocuparon los alrededores de Toledo, al otro lado del río, junto  a los ahora llamados cigarrales y Academia de Infantería, y junto a sus generales empezó a estudiar las posibles ofensivas, esto llevo varios días, por las noches  en la peña más alta donde estaban acampados los musulmanes dicen que noche tras noche se veía la figura de Abul, mirando cada calle de Toledo por donde había paseado con su amada. Rápidamente los cristianos empezaron a temer la entrada de Abul ya que los comentarios eran diarios entre los ciudadanos, algunos decían que medía  dos metros, otros que era mas fuerte que un oso y día tras día eran mas los temerosos a los Árabes.
Por esto Ruiz Díaz de Vivar (El Cid)   que se encontraba en Toledo ideo un plan, y así se llevó a cabo. Una noche a favor de la oscuridad y sin que nadie lo esperase, se adelantó a las intenciones enemigas y salió de las murallas de Toledo con un numeroso ejercito, con mucho sigilo ataco a los musulmanes sin que nadie lo esperara, las sombras fueron sus mas firmes aliadas pues los moros llegaron a pelearse entre si
A la mañana siguiente, los musulmanes se dieron cuenta de su desastre y lo peor es que encontraron a su rey muerto, su cuerpo estaba cubierto de heridas y una flecha había travesado su corazón. Los árabes se rindieron ante el Cid y este los dejo volver a África, antes de irse a su rey lo enterraron en aquellas peñas, concediéndole el deseo de permanecer eternamente en ese lugar para poder contemplar aunque fuera de lejos la ciudad que acogió a su amada.
Pero la historia no acaba ahí, dicen los toledanos que las noches de luna, al mirar a las piedras desde Toledo se ve el cuerpo del rey moro subida en la peña observando las calles y torreones de Toledo, por donde paseaba con su amada.

fuente: http://www.toledoaldia.com


Leyendas en la Peninsula Iberica (El Suspiro del Moro)

Abu Abd Allah, conocido como Boabdil, nació en La Alhambra, era hijo del rey nazarí de Granada Muley Hacén (quien da nombre al pico más alto de la Península ya que se dice que está enterrado allí) y fue el último mandatario árabe de la ciudad, antes de que cayera en manos de los Reyes Católicos.
Sublevado contra su padre, se alzó con el trono tras una revuelta provocada por una subida de impuestos, para lo que contó con el apoyo de los grupos contrarios a la gestión de su padre. Pero Boabdil caería preso de las tropas de la Reconquista al ser derrotado cerca de Lucena en 1483.
Los Reyes Católicos seguían una estrategia clara, el "divide y vencerás", provocando disputas entre los propios moros, y liberaron a Boabdil, conscientes de las pugnas que libraría entonces con su tío "El Zagal" por el poder. Gracias a esas disputas, los castellanos lograron entrar en territorio nazarí y sitiar la ciudad de Granada en 1491.
El desenlace es conocido por todos. Isabel y Fernando avanzaban hacia la Reconquista total de la Península y se negociaba el futuro de la comunidad musulmana en el territorio español. El 2 de enero de 1492, Granada capitulaba, el último resquicio de Al-Andalus moría y el día 6 Boabdil entregaba a los Reyes Católicos las llaves de la ciudad.
El último rey nazarí de Granada había sido derrotado y empujado a las Alpujarras, al exilio. Él, nacido en La Alhambra, se veía obligado a irse de su ciudad, la que había gobernado, la que había amado.


Desde lo alto del monte, Boabdil vuelve la mirada y contempla, por última vez, la bella ciudad de Granada. La ciudad en la que nació, de la que fue Rey. La ciudad que ahora perdía irremediablemente en lo que suponía el final de la Reconquista española y la derrota total de los árabes. Al-Andalus ya no existe.
El "Chico", como le apodaban los castellanos para diferenciarle de su tío, Boabdil el Viejo, se encamina hacia su exilio en las Alpujarras, acompañado de su madre, la sultana Aixa, no puede evitar soltar unas lágrimas al observar una vez más su Granada. Un llanto que es rápidamente contestado por la antigua reina con una frase que pasará a la leyenda para siempre:

"No llores como mujer lo que no has sabido defender como hombre".
Finalmente puso rumbo a Fez, cruzando el estrecho, donde fallecería años después. Pero una parte de él ya había muerto, en aquella colina donde lloró por Granada, que pasó a la Historia como el Suspiro del moro.
 
 fuente: codiceoculto.blogspot.com.es

Leyendas en la Peninsula Iberica (El soldado encantado de Granada)

Cuenta la leyenda que Vicente un joven estudiante de Salamanca que junto con su guitarra interpretaba canciones para conseguir dinero y continuar sus estudios, en los periodos de vacaciones le gustaba viajar.
Era la noche de San Juan cuando llegó a Granada, en donde se encontró con un personaje de extrañas vestimentas y al que nadie parecía ver, salvo él.
Se acerco con cierto temor y le preguntó que quién era y que es lo que hacía allí, entonces aquel personaje le dijo que era un soldado que había caído prisionero hacía más de trecientos años en un ataque a Granada, y al que habían encantado con un hechizo que le obligaba a custodiar el tesoro de los moros de manera que no cayera en manos cristianas, y solamente una vez cada 100 años, en esa misma noche, era liberado de su hechizo.
Aquel soldado le indicó a Vicente que era esa noche cuando el tesoro estaba totalmente desprotegido y que con su ayuda se podían hacer con él, con la única condición de que se lo repartieran al cincuenta por ciento.
Vicente acepto, y el soldado le dijo que era necesario encontrar un cura en ayunas y una muchacha casta, uno lo liberaría de su maldición y la otra haría posible que se pudiera abrir la sala que contenía el tesoro.
Vicente buscó por la ciudad hasta que dio con un sacerdote gordinflón que nunca estaba harto de comer pero que había realizado penitencia de ayuno, y a una joven pura, los tres se dirigieron en busca del soldado, nada más llegar junto a él, aparecieron dentro de una gran sala llena de maravillosas joyas y ricos manjares, la alegría de todos fue incalculable.
Vicente comenzó a llenarse los bolsillos con todo aquello de valor que estaba a su alcance.
El cura no pudo resistirse ante la estupenda y fresca fruta que tenía delante de sus narices y nada más dar el primer bocado, todo se desvaneció y volvieron a aparecer en la calle, en el mismo lugar en que momentos antes se encontraba el soldado.
Justo en ese momento, las campanadas de una iglesia cercana indican que la noche de San Juan ya había terminado, y no se había podido romper el hechizo.
"Algunas lenguas" dicen que a pesar de todo, Vicente salió ganando ya que con lo que había conseguido guardar en sus bolsillo fue suficiente para vivier el resto de su vida, y que aquella doncella pura acabó siendo su esposa.
Según la misma leyenda aquel soldado sigue apareciéndose cada 100 años esperando que alguien pueda romper su hechizo.

fuente: http://leyendasyfabulas.com