jueves, 4 de agosto de 2016

Historia de Catalunya (La Coronela de Barcelona [XXV])

El 13 de septiembre se procedió a la ceremonia de capitulación; el sargento mayor de la Coronela Félix Nicolás Monjo y de Corbera, en representación del herido Conseller en Cap y coronel de la milicia Rafael Casanova, y el coronel Juan Francisco Ferrer, en representación del herido general comandante del ejército Villarroel, entregaron solemnemente las llaves de Barcelona al teniente general marqués de Guerchy. Seguidamente el Duque de Berwick procedió a pasar revista al ejército francés, puesto en armas ante su persona, y el duque ordenó mediante bando que cualquier oficial, soldado, vivandero, y cualesquiera otras gentes que seguían a las tropas, serían castigados con la pena de muerte si injuriaban de palabra el honor de los catalanes tratándoles de "rebeldes".
Acto seguido ordenó a sus tropas que entraran en la ciudad de Barcelona. El 14 de septiembre se inició el desarme de las tropas del ejército de Catalunya; se les ordenó presentarse delante de Les Atarazanes a las 8 de la mañana y, tras desarmarlos, tomar sus banderas, y darles pasaportes, los oficiales franceses y españoles se los disputaron para que tomasen partido en sus respectivos ejércitos. Al día siguiente, 15 de setiembre, se procedió a la misma operación con las tropas milicianas de la Coronela. Los gremios entregaron sus 42 banderas, el Consell de Cent la tan nombrada Bandera de Santa Eulalia, y la Generalitat de Catalunya la Bandera de Sant Jordi. El ceremonial continuó y a las 3 de la tarde se las llevaron al Real del mariscal duque de Berwick en el campo delante de Barcelona. Berwick ordenó que fueran enviadas a Madrid y que fueran presentadas a Felipe V como trofeos de guerra para ser colgadas en la Basílica de la Virgen de Atocha, se celebró una misa de Te Deum por el fin de la guerra, y durante tres noches se dispararon fuegos artificiales. Pero Felipe V rechazó las banderas alegando que no reconocía a ninguna bandera de "rebeldes", y las devolvió a Barcelona para que fueran quemadas por el verdugo tal cual criminales que habían cometido los delitos de rebelión y Lesa majestad. El 20 de septiembre llegó el marqués de Lede procedente de Madrid, prohibió que se entregaran mas pasaportes, y expuso a Berwick las órdenes que traía de la corte de tomar prisioneros a los oficiales militares que habían luchado durante el sitio; dos días después, el 22 de septiembre, y contraviniendo el pacto de capitulación, Villarroel y todo el estado mayor del ejército de Catalunya, fueron detenidos y encarcelados. Finalmente el 3 de octubre de 1714 se ordenó mediante bando el desarme total de los catalanes, debiendo entregar "todas, y qualesquier Armas de qualquier genero, ó calidad que sean, y de qualquier medida, assi de fuego, como de corte, ó Cortantes, como son Pistolas, Pedreñales, Fusiles, Escopetas, Espadas, Sabres, Bayonetas, Puñales, Cuchillos con punto, y otras semejantes"

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