martes, 15 de marzo de 2016

Asesinos en Serie (Pedro Rodrigues Filho [II])

Ya una vez asumidos sus nuevos poderes en el mundo del narcotráfico, Pedro tuvo que eliminar a tres ex colegas. Las cosas marcharon relativamente bien por un tiempo, hasta que "Botinha" fue ejecutada por la Policía y él se vio obligado a escapar, no volviendo a la casa de "Botinha" mas permaneciendo en el mundo del narcotráfico.
Pese a no tener el apoyo de ella, Pedro consiguió rápidamente juntar un grupo y montar su propio negocio de drogas. Paralelamente, él comenzó una búsqueda obsesiva de los responsables (los culpables de que la Policía la haya ejecutado) de la muerte de "Botinha", torturando a cuantas personas creía necesario para hallar información. Finalmente la ex esposa de "El Director" (un narco importante) le informó a Pedro que "El Director" era el responsable de la muerte de "Botinha". Ahora solo era cuestión de esperar, ya que la venganza caería con salvaje elegancia, al estilo del film Scarface.
Llegó así una noche de bodas en que "El Director" y el resto de los presentes disfrutaban del diálogo, el baile y el buen vino, hasta que de pronto apareció Pedro con cuatro amigos suyos. Las balas zumbaron de un lado a otro, los trocitos de vidrio se regaron por doquier y, tras la lluvia de sangre, quedaron siete muertos y dieciséis heridos. Pedro aún no era mayor de edad, y ya era todo un asesino.
Un día Pedro se enteró de que su padre había matado brutalmente a su madre con 21 puñaladas. Furioso, Pedro fue a visitar a su padre llevando un enorme machete, con el cual le propinó una lluvia de cortes (tantos que perdió la cuenta)… Luego, viéndolo convertido en un amasijo de carne cortada, Pedro hizo un par de incisiones en el pecho de su padre y le arrancó con ira el corazón, llevándoselo a la boca, arrancándole un pedazo de una dentellada y arrojándolo cual si fuese un pedazo de basura.
De momento Pedro consiguió escapar de la Justicia, pero el asesinato de su padre llamó demasiado la atención y el 24 de mayo de 1973, después de que su hermana fuese asesinada por razones desconocidas, Pedro fue detenido y llevado a la prisión de Araquara en Sao Paulo. Para aquel entonces tenía 19 años, pero una condena de 126 años le había sido impuesta por robo, tráfico de drogas y múltiples homicidios.
Aquel 24 de mayo de 1973, Pedro y otro detenido subieron al furgón policial para ser llevados a prisión. Ambos estaban esposados y, cuando se abrió la puerta del furgón, solo Pedro estaba vivo. Había matado al otro recluso, supuestamente porque era un violador.
Ya en la cárcel, Pedro siguió matando sin miramiento alguno. No siempre mataba con armas, no siempre las necesitó. Ejercitaba su cuerpo, esto fue en la prisión deTaubaté, donde intentaron aislarlo del resto de presos, por más de dos horas diarias y había adquirido una fuerza enorme que se potenciaba con su alto nivel de adrenalina y su desconocimiento del miedo. Era una máquina de matar, y habría de acabar con 47 personas (entre reclusos y guardias) a lo largo de su vida carcelaria.



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