martes, 15 de diciembre de 2015

Asesinos en Serie (Adolfo de Jesús Constanzo [I])

Adolfo de Jesús Constanzo nació el 1 de noviembre de 1962 en Miami (USA).Su madre tuvo a Adolfo a la edad de 15 años y tendría eventualmente tres hijos de diferentes padres. Ella emigró a San Juan de Puerto Rico, después de que su primer esposo muriera, y volvió a casarse allí. Constanzo fue bautizado como católico y sirvió como monaguillo, pero también fue influenciado por su madre en el culto denominado Palo Mayombe. La familia regresó a Miami en 1972, y su padrastro murió al poco tiempo dejando a la familia con algo de dinero. Su madre pronto volvió a casarse, y su nuevo padrastro se vio involucrado en el ocultismo y el tráfico de drogas. Fue un asesino en serie, su sobrenombre fue el de "El padrino de Matamoros" o "El Narco satánico de Matamoros"
Ambos, Constanzo y su madre, fueron arrestados numerosas veces por crímenes menores como robo, vandalismo y "farderismo"(robo a comercios, ocultando mercancías entre sus vestimentas). Se graduó en la secundaria, pero fue expulsado del bachillerato. Su madre creía que él tenía habilidades psíquicas por, supuestamente, haber predicho el intento de asesinato del ex presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan en 1981
Ya adolescente, se hizo amigo de un Sacerdote del rito Palo Mayombe, quien le enseñó las habilidades necesarias para ser un narcotraficante y estafador para una carrera "encaminada hacia la maldad"
En 1980, Constanzo comienza a vender sus servicios como mayombero en Miami, trasladándose posteriormente a México en donde tiene un gran éxito con sus trabajos de magia negra. Su excelente reputación entre las altas esferas le sería debida a los poderes mágicos que le eran atribuidos, al misterio que continuamente le rodeaba y a su carismática personalidad
 Los rituales de purificación o limpias (ceremonias para limpiar malas energías negativas) y de protección, le proporcionan de ocho mil a cuarenta mil dólares entre sus clientes, la mayoría, importantes personalidades americanas.

Ávido por obtener más poder comienza a efectuar sacrificios en sus rituales, para dar mayor sensacionalismo y espectáculo, siempre ayudado por una joven divorciada que se convertiría en su musa y amante, la estudiante norteamericana de veinticuatro años Sara Villarreal Aldrete.
Sara se convierte en gran sacerdotisa del culto y participa activamente en todas las sangrientas ceremonias, además de reclutar a nuevos miembros y explicarles las actividades de la secta.

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