"L'ou com balla" es una tradición que tiene lugar en varias poblaciones de Catalunya el día del Corpus Christi. Consiste
en colocar un huevo vacío, con un punto de cera para tapar el agujero
por el que se ha vaciado, sobre el chorro de agua de un manantial de una
fuente, por lo que volteo sin caer. La fuente, habitualmente, se adorna con flores y frutas del tiempo,
como las cerezas con las que se cubre la taza de la fuente, o la retama y
los claveles.La
interpretación más común es que el huevo representa la hostia
consagrada y la forma del agua el cáliz de la sangre de Cristo, en clara
alusión a la fiesta católica del Corpus Christi. El origen de la tradición parece que fue la catedral de Barcelona. Una
de las teorías más extendidas del origen de la tradición lo sitúa en
Italia, donde un fraile dominico lo vio en un pequeño pueblo, y cuando
se trasladó a Barcelona propuso hacerlo en la catedral. Según
el historiador barcelonés Ramón Nonato, el ritual se comenzó a celebrar
el 1440. Se deduce de una anotación de los libros de cuentas de la
obrería de la sede, que indica que el claustro de la catedral de
Barcelona recibió el encargo
de arreglar la capilla para la fiesta de Corpus y, además, se registra
el coste de una partida de huevos para el manantial. Hay
constancia de que un siglo después, en el siglo XVI, ya se hacía cada
año en la fuente del claustro de la catedral de Barcelona. Se encargaban los monaguillos, que después de una larga procesión de
cuatro o cinco horas se comían el huevo, las cerezas y la fruta con la
que se había decorado.Otras
interpretaciones apuntan a la representación de la plenitud de la
primavera, ya que tanto el huevo, como el agua o la abundancia de flores
son interpretaciones simbólicas de fecundidad y regeneración, propias
de la estación primaveral en plena vitalidad. También
hay quien considera que nació como una distracción de los nobles de la
calle Montcada mientras esperaban el paso de la procesión. Durante
los años, se fue extendiendo la creencia de que si el huevo caía sería
un año malo, pero si aguantaba durante toda la jornada sería una buena
señal. A
la hora de buscar su origen, también debemos tener presentes las
similitudes entre el huevo como baila y los juegos de agua que hacían
los musulmanes en los manantiales de los patios interiores. Uno de estos juegos consiste justamente a hacer columpiarse una pelotita sobre el chorro de agua de una fuente.
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