Lo único que se conoce de esta leyenda, es que en el archivo parroquial
del templo hay el registro bautismal del pequeño Salvador, que fue
bautizado el 12 de septiembre de 1625, tres años despues del
fallecimiento de su madre y de los hechos. Tambien se ha podido
encontrar la partida matrimonial de Ana Gonzáles, que se casó con Juan
Pérez en 1611... Y que además de Salvador, tuvo otros hijos bautizados
con los nombres de Juan, Luis, María y Beatriz... que también salen en
esa leyenda. La casa sigue estando alli... en ruinas, y con peligro de desplome. Debería recuperarse este monumento, por ser uno de los primeros casos de manifestación de espiritus que se dió en las Islas Canarias
En julio de 2012, la casa por la que el alma de Ana González estuvo vagando en 1628 durante 87 angustiosas noches, fue devorada por las llamas. Los intentos del cuerpo de bomberos por apagar el fuego no evitaron que ardiera y que ahora solo queden parte de las paredes de esta casa "encantada" que tantos ríos de tinta ha provocado.
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