miércoles, 9 de septiembre de 2015

Misterios en la Peninsula Iberica (El Paso (Gran Canaria), "El Alma de Tacande" [II])

El alma siguió hablando esta vez pidio hablar con su sobrina Juana Gutierres, a quien le dijo:
- "Te pregunte si estabas preñada, como decían, y me respondiste que no estabas tal, que era testimonio qye te levantaban. Yo no le di credito y tuve para mi que estabas preñada y lo dije"... Continuo diciendo que lo había confesado y se le impuso la pena de que "pidiese perdon delante de las personas a quien yo lo había dicho y no lo pedí. Mandame Dios Nuestro Señor te pida Perdon. Perdóname Juana Gutierrez por el amor de Dios".
Hasta tres veces los repitio y Juana Gutierrez la perdonó. Después del perdon, Ana pidió al Fraile que tomara y escribiera que debía tres romeras:
- "Una a la Bienaventurada Santa Lucia, por mi hija María, que nació con un grano en el ojo, Una segunda por su hijo Luis al Bienaventurado San Blas, que había estado enfermero de anginas. Y por último otra romería a Bienaventurado San Amaro por su hijo Juan, que cayó de una pared y que se desconcertó... pidio que las cumplieran y ademas que dieran medio rela a la Virgen de las Angustias a la que también se lo había prometido. Por último pidió que le dieras medio toston a la mujer de Domingo Francisco, por unas tijeras que había pedido prestasdas y perdidas y que nunca se las había pagado. Terminado esto se despidio, el fraile le pregunto que a donde iba, Ana contestó que al Purgatorio


El clerigo le inquirio que como lo sabia... a lo que ella le dijo que su Ángel se lo había dicho. El Fraile pidió que dijiera el nombre del Ángel, para convertirse en su devoto. Ella se lo dijo en latin y el lo escribió. Según la leyenda el fraile nunca dijo quien era el angel, ya que solo tenía cinco letras y "podría ser Satan", el angel caido, por lo cual si lo comentaba podría ser acusado de herejía.
Antes de despedirse pidió perdon a su hermano Cristobal González, que le perdonara por lo que había hecho en su casa y que le mirase por su hijo Salvador, por amor a Dios".
El fraile le pidio que hiciese una señal delante de todos, y de repente boto por el tejado una piedra del tamaño de una moneda, cayendo dentro de la casa y abrio la puerta de un golpe con mucho ruido.
El fraile asustado cayo de donde esta sentado, y donde cayo la piedra, nació un olivo, al que se llamo el árbol de la paz y que permaneció vivo hasta la década de los '50 del s.XX, y estaba situado entre la casa y el aljibe...

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