martes, 13 de septiembre de 2016

Leyendas en Catalunya (Caso Carmen Broto [I])

Nacio en la Casa de Perdina en Guaso (Huesca), el 9 de abril de 1922 o 1924 - Barcelona, 11 de enero de 1949. Fue una prostituta española cuyo asesinato conmovió a la sociedad barcelonesa de fines de la década de 1940 y dio origen a morbosos rumores que implicaban en el hecho a jerarcas del régimen franquista e incluso la propia Iglesia Católica en la persona de uno de sus dignatarios. Llegó a Barcelona como muchas otras muchachas pobres de su tiempo y trabajó como sirvienta, hasta que descubrió que de esa forma jamás dejaría atrás su pasado lleno de privaciones.

Se dedicó entonces a la prostitución, frecuentando algunos salones y bailes donde entró en contacto con personajes como Ramón Pané, que le ayudó a montar uno de sus pisos y que le pasó durante un año y medio una cantidad fija al mes, o Juan Martínez Penas, el empresario gallego del teatro Tívoli, que vivía en el hotel Ritz y la utilizó como coartada para enmascarar su homosexualidad.

Poco a poco se fue vinculando con muchos hombres de la alta sociedad, algunos de los cuales pasaron a ser sus protectores, y al final de su vida estaba muy bien relacionada, habiéndose hecho con una pequeña fortuna y una hermosa colección de joyas. Pero Carmen era una mujer confiada, por lo que no se recataba en lucir sus alhajas cuando salía a divertirse con los hombres que eran la base de su negocio o con sus amigos. Entre estos últimos estaba Jesús Navarro Manau, un joven apuesto por el que sentía debilidad y que sería uno de sus asesinos. Jesus Navarro Manau, de ambigua sexualidad y muy dado a la "vida alegre", era hijo de Jesús Navarro Gurrea, un delincuente profesional fichado como "espadista", esto es, especialista en abrir puertas y cajas fuertes con llaves falsas, así como por otros actos delictivos. Este último ideó un macabro plan cuyo objetivo no era sólo el de sustraer las joyas de Carmen Broto, sino que ella los condujese a Martínez Penas para robarle también a él. Luego matarían a la joven, la harían desaparecer y sobre ella recaerían las sospechas. El plan incluía emborracharla, golpearla y enterrarla en un huerto de la calle Legalidad, puesto que era habitual que, de tanto en tanto, se marchara de la ciudad sin dar explicaciones a nadie.

Así, la tarde del 10 de enero de 1949, Jesús llama a Carmen y le ofrece una de esas noches de juerga desenfrenada que ambos han vivido ya más de una vez. Carmen acepta encantada y el joven pasa a buscarla en un coche alquilado, junto con su amigo y cómplice Jaime Viñas.

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