Las pruebas de ADN que habían sido cuidadosamente tomado y conservado
por el grupo de trabajo anterior de las víctimas y Ridgway fue muy
valiosa para conseguir la evidencia de que por fin se necesitaba para
capturar y condenar al asesino de Green River.
El 30 de noviembre del 2001 Gary Ridgway
fue arrestado por los siguientes asesinatos: Marcia Chapman, Opal
Mills, Cynthia Hinds, y Carol Ann Christensen. En todas ellas estaba el
mismo ADN que Ridgway había dejado en la esponja que chupó cuando le
tomaron muestras de saliva e inclusive tres de las chicas tenían restos
de semen de Ridgway.
Ridgway sabía que iba a ser ejecutado
pero no quería morir, por lo que aceptó un acuerdo con el fiscal y
accedió a cooperar plenamente con la investigación de los asesinatos.
Durante meses los detectives entrevistaron a Ridgway metódicamente,
consiguiendo los detalles de cada uno de los asesinatos que cometió.
Ridgway también los llevó a los lugares donde había dejado a varios de
los cadáveres, explicando cómo mató a cada uno de ellos y cómo dejó
evidencias falsas para despistar a la Policía.
El número exacto de víctimas es algo que
no se llegó a saber con certeza pues en una de las cintas grabadas dijo
haber matado a 61 mujeres y en otra cinta a 71, sin embargo al final
de ambas entrevistas se ve que sólo recuerda 48 asesinatos, todos dentro
del condado de King, en el estado de Washington. Así, el 2 de noviembre
de 2003 Ridgway fue declarado culpable de 48 cargos, en febrero del
2011, con Gary en prisión, se agregaría una víctima más a la lista, de
homicidio en primer grado y el 18 de diciembre de 2003 fue condenado a
480 años sin posibilidad de libertad condicional.
Actualmente Gary Ridgway se encuentra en la Penitenciaría del Estado de
Washington, donde ha recibido pedidos de entrevistas por parte de
distintos tipos de personas interesadas en el caso: psiquiatras
forenses, terapistas, estudiantes de Psicología en busca de un
doctorado, periodistas, reporteros, creadores de documentales e
investigadores particulares del tema de los asesinos seriales. Gary
siempre se ha mostrado deseoso de ser entrevistado, pero sin embargo no
siempre se lo han permitido pues la política de la prisión ha sido la de
generalmente negar visitas que no sean de familiares, de abogados, o
que no apunten al afianzamiento de la ley.
fuente: http://www.asesinos-en-serie.com
fuente: http://www.asesinos-en-serie.com
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