En 1983 interrogaron nuevamente a
Ridgway cuando el novio de una prostituta desaparecida reportó que, el
último vehículo en que vio a su novia el día en que ésta desapareció,
era un vehículo que tenía las mismas características que el de Ridgway
Apenas un año después, Ridgway fue
arrestado por haber sido sorprendido solicitando servicios sexuales,
puesto que la supuesta prostituta en realidad era una mujer policía
encubierta que, a diferencia de otras, parece que sí aceptó mostrarle
los pechos y la vagina a Ridgway, ya que éste pedía que le muestren eso
porque pensaba que una agente encubierta no se atrevería a hacerlo. Ya
en la comisaría, Ridgway fue sometido a la prueba del bolígrafo (y la
pasó), en la cual se ve si el sospechoso miente o no a través del pulso y
otros aspectos de su caligrafía. Debido a este incidente y a que le iba
bien en su relación con Judith Mawson, Ridgway fue disminuyendo su
ritmo asesino y cada vez se reportaron menos denuncias de mujeres
desaparecidas.
Cuando Ridgway pasó a la Lista A se lo
puso bajo vigilancia policial. Los investigadores examinaron su
historial de trabajo y determinaron que nunca estuvo en el trabajo
durante los días en que muchas de las víctimas habían sido reportadas
como desaparecidas. Sumado a eso algunas prostitutas habían reportado
que cierto hombre cruzaba a menudo el camino que Ridgway usaba para ir y
volver del trabajo: esto, debido a que la descripción que dieron del
hombre concordaba con el aspecto de Ridgway, aumentó fuertemente la
sospecha de que él podría ser el Asesino de Río Verde.
El 8 de abril de 1987 la Policía
registró la casa de Ridgway, la cual estaba llena de objetos que él y su
esposa habían recogido de un basurero de buceo que estaba cerca de
donde fueron encontradas algunas de las víctimas. En primera instancia
el hecho parecía sospechoso, pero algunos testigos dijeron que
recolectar ese tipo de objetos era una actividad que la pareja compartía
desde hace mucho tiempo. En todo caso sometieron a Ridgway a una prueba
de polígrafo que pasó y, tras eso y con el consentimiento de Ridgway,
le tomaron muestras de pelo y un hisopo con su saliva, tras lo cual lo
soltaron por falta de evidencias en su contra.
En el año 2001 la Fuerza de Tareas de Río Verde tenía dentro de ella a
muchos jóvenes detectives que habían sido adolescentes cuando la matanza
comenzó. El grupo tenía ahora equipos tecnológicos que ayudaban a crear
perfiles en base a evidencias esporádicas. También contaba con la
ventaja de la investigación en base al ADN, método éste que se había
desarrollado de forma considerable en los últimos 15 años.
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