Gary Ridgway nació un 18 de febrero de
1949 en la ciudad de Salt Lake, Utah. Sus padres fueron María Rita
Steinman y Thomas Newton Ridgway, mientras que Gregory León y Edward
Thomas fueron sus hermanos.
Como muchos asesinos seriales, Gary se
orinaba de niño. Esta costumbre la tuvo hasta los trece años y su madre,
que solía menospreciarlo y avergonzarlo en público, lo bañaba
inmediatamente cada vez que Gary se orinaba. Otra característica típica
de los asesinos seriales la vemos en la crueldad hacia los animales,
tendencia ésta que de niño llevó a Gary a ahogar a un gato por el puro
placer de verlo sufrir.
Sin embargo, en relación a sus
tendencias asesinas, el punto que más relevancia tuvo dentro de sus
primeros años fue el insano vínculo que Gary tenía con su madre, hacia
la cual guardaba sentimientos de ira pero también de atracción sexual.
Fue su madre quien en parte lo
acostumbró a la violencia, ya que era una mujer dominante y
temperamental que le gritaba a su esposo y que hasta llegó a romperle un
plato en la cabeza delante de Gary; y fue, igualmente ella, quien
desató problemas sexuales en Gary al tener un comportamiento incoherente
que por un lado la hacía ser una mujer religiosa mientras que, por
otro, la impulsaba a vestirse de forma muy provocativa, semejante a la
de las prostitutas por las que después Gary, al igual que con su madre,
experimentaría atracción sexual y a la vez ira y desprecio.
Por otra parte la vida académica de Gary
no fue muy buena, pues su rendimiento siempre fue pobre y tuvo que
repetir un año dos veces. Fundamentalmente aquella situación se debía a
su dislexia y a su coeficiente intelectual de 82 (lo normal es 100).
En cuanto a su forma de ser en aquel
entonces, algunos de sus ex-compañeros de colegio lo describieron como
alguien agradable pero fácil de olvidar. Sorprende así que, a sus 16
años, Gary haya cometido algo tan atroz como llevarse a un niño de seis
años al bosque para apuñalarlo en las costillas y luego, según contó
años más tarde la víctima, alejarse riendo tras decir: "Siempre me he preguntado cómo sería matar a alguien"
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