viernes, 11 de septiembre de 2015

Leyendas en Catalunya (La Diada [VII])

Los heroes (II)

Antonio de Villaroel y Peláez

Barcelona (1656) - La Coruña (1726)
Hijo de un militar acomodado procedente de Galicia, Antonio de Villarroel y Peláez nació en Barcelona por razones circunstanciales y terminó defendiéndola contra los franceses. Comenzó la guerra como un general de los ejércitos borbónicos, a las órdenes del Duque de Orleans. Pero en 1710, Villarroel aprovechó la ocupación de Madrid por las tropas austracistas y la fuga de Felipe V para presentarse ante el archiduque Carlos y ponerse a su servicio. Cuando las tropas de Carlos III tuvieron que dejar Madrid y replegarse de nuevo hacia Catalunya, se encargó en parte de la evacuación de Aragón, donde fue hecho preso junto con sus hombres aunque poco después fue liberado en un intercambio de prisioneros. Después de un año solicitando la vuelta al servicio activo, fue nombrado Inspector General de la Infantería Imperial, aunque por poco tiempo, ya que a principios del verano de 1713 las fuerzas austracistas abandonarían Catalunya tras pactar la su retirada con el ejército borbónico.
Cuando se inició el sitio de Barcelona fue nombrado general comandante de las fuerzas catalanas y responsable, por tanto, de la defensa de la ciudad. El 12 de agosto de 1714 los borbónicos intentaron asaltar la ciudad, en un combate conocido como la batalla del baluarte de Santa Clara, a pesar del éxito de los defensores, que lograron repeler el ataque, se hicieron evidentes las numerosas brechas en la muralla y la imperfección de las defensas.
El 1 de septiembre de 1714 y después de una falsa alarma de asalto general por parte del ejército borbónico, Villarroel convocó un consejo de guerra en secreto en su casa para discutir la conveniencia de capitular o no. La conclusión de los militares fue que la ciudad no resistiría un asalto. El 4 de septiembre de 1714 el duque de Berwick, que dirigía el asedio, propuso negociar la capitulación de la ciudad pero las autoridades civiles de Barcelona se opusieron. Antonio de Villarroel se negó entonces a dar la respuesta y presentó su dimisión.
Aun así, durante el asalto definitivo del 11 de septiembre optó por quedarse al lado de las tropas catalanas que había liderado hasta entonces. En el ataque contra el Pla d'en Llull fue herido, y cuando le comunicaron que Rafael Casanova también había sido herido dio la orden de capitular. Las tropas borbónicas lo capturaron junto con veinte y cinco jefes militares más, infringiendo las garantías otorgadas en la capitulación. Antonio de Villarroel y sus compañeros fueron trasladados al castillo de Alicante, donde llegaron el 29 de octubre de 1714. Al mes siguiente fue enviado a la prisión de la Coruña, donde permaneció diez años. Fue liberado a raíz del Tratado de Paz de Viena de 1725 pero su salud era tan precaria que murió poco después, el 22 de febrero de 1726.

fuente: http://web.gencat.cat

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