viernes, 11 de septiembre de 2015

Leyendas en Catalunya (La Diada [IV])

Asedio a Barcelona 

En junio de 1713, después del tratado que terminó con la guerra en Castilla, la Junta de Brazos, el organismo superior convocado por la Generalitat y equivalente a unas Cortes, proclamó la resistencia armada contra los borbónicos, a pesar de la retirada de las tropas aliadas y la traición de Inglaterra. La defensa de la ciudad quedó en manos de una fuerza armada no profesional formada por organizaciones gremiales y de artistas, la Coronela, de la que Rafael Casanova fue el comandante en jefe.
Catalunya no disponía de un ejército, por lo que los ciudadanos fueron los que se implicaron en la defensa de Barcelona, lo que era una consecuencia del modelo político de la ciudad, en la que los sectores populares también participaban en los órganos de gobierno del Consejo de Ciento a través de las organizaciones gremiales y de artistas. Los ciudadanos pidieron la llamada a las armas para poder defender sus derechos. Así pues, el ingreso a la Coronela era percibido como un deber cívico de los ciudadanos, inherente al ejercicio de sus derechos políticos. El abandono de las autoridades reales y los ejércitos aliados hizo recaer la resistencia de la ciudad exclusivamente en las instituciones catalanas, que recurrieron a la movilización ciudadana apelando a la defensa de los derechos y las leyes propias de los catalanes.
La última fase del conflicto se centró en el sitio de Barcelona, entre julio de 1713 y septiembre de 1714, que captó la atención de todo el continente. La ciudad fue defendida por las compañías creadas por los gremios, bajo las órdenes de Antonio Villarroel y Rafael Casanova.
El asalto definitivo a la ciudad se produjo el 11 de septiembre, cuando las tropas borbónicas atacaron los puntos donde la muralla estaba más deteriorada, entre los baluartes del Portal Nuevo, Santa Clara y Levante. Casanova lideró el contraataque y fue herido. Por su parte, Villarroel contraatacó en la plaza del Born pero también fue gravemente herido. Por la tarde, Barcelona capituló.

fuente: web.gencat.cat

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