viernes, 11 de septiembre de 2015

Leyendas en Catalunya (La Diada [V])

Consecuencias de la Guerra

La derrota de 1714 tuvo consecuencias que afectaron a todos. Los Decretos de Nueva Planta, el conjunto de reglas promulgadas por Felipe V tras la guerra para implantar el absolutismo en sus dominios, significaron la abolición de las constituciones y de las instituciones propias catalanas con la intención de amoldar los territorios de la monarquía hispánica a las leyes de Castilla.
Los catalanes perdieron derechos seculares como las garantías procesales, mediante las cuales nadie podía ser encarcelado sin el expreso mandato del juez y se aseguraba que todo el mundo tuviera acceso a la justicia. También fue suprimido el derecho que permitía que el daño que provocara un empleado público a un ciudadano fuera inmediatamente reparado, y la legislación a propósito de la inviolabilidad del domicilio y de la correspondencia.
En conclusión, los Decretos de Nueva Planta supusieron para Catalunya la pérdida del control económico, fiscal, judicial, aduanero y monetario, y de una capacidad legislativa tradicionalmente avanzada a su época. Las secuelas aún se perciben en ámbitos como el cultural, ya que fue entonces cuando la lengua castellana pasó a ser oficial y obligatoria en la Administración y en la judicatura, y el fiscal, dado que el país no ha vuelto a tener en este aspecto la soberanía anterior a los citados decretos.
Por otra parte, después del sitio borbónico, los vencedores decidieron levantar una fortaleza para controlar a la población de Barcelona. La construcción de la Ciudadela provocó más destrucción en la zona más dinámica de la ciudad, el barrio de la Ribera, que la causada por los meses de asedio. El 1 de marzo de 1716 se colocó la primera piedra de la Ciudadela.

fuente: web.gencat.cat

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