sábado, 5 de septiembre de 2015

Asesinos en serie (Enriqueta Marti, "La Vampira de Barcelona" [V])

Enriqueta seria encarcelada en la prisión "Reina Amàlia" en espera de juicio. Intentó suicidarse cortándose las venas con un cuchillo de madera, cosa que hizo estallar la indignación popular porque la gente quería que Enriqueta llegase al juicio y que fuese ajusticiada en el garrote vil. Las autoridades de la prisión hicieron saber mediante la prensa que se habían tomado medidas para que Enriqueta no se quedara nunca sola, haciendo que tres de las reclusas con más carisma de la prisión compartieran celda con ella. Tenían instrucciones de destaparle las sábanas en caso de que se tapara para evitar que se abriese las venas con los dientes.Pero Enriqueta nunca llegaría a juicio por sus crímenes. Un año y tres meses después de su detención y pasada la indignación popular, llegó su muerte. Sus compañeras de prisión la mataron linchándola en uno de los patios del penal. El proceso de Enriqueta se encontraba en fase de instrucción en esos momentos. El asesinato de la mujer no dio oportunidad que en un juicio se supiese toda la verdad y todos los secretos que escondía, quien sabe si hubiese declarado los nombres que todos conocian y que habría hecho estallar a la sociedad barcelonesa. La secuestradora y asesina murió la madrugada del 12 de mayo de 1913, oficialmente de una larga enfermedad, pero la realidad como resultado de una brutal paliza. Fue enterrada con toda discreción en la fosa común del Cementerio del Sudoeste, situado a la montaña de Montjuïc de Barcelona.

fuente:  http://www.arries.es/la_cripta/casos/enriqueta_marti.html

pd: Elsa Plaza, en su libro "Desmontando el caso de la Vampira del Rabal", documenta las numerosas denuncias sobre explotación laboral, comercial y sexual a las que eran sometidos los menores y las mujeres. En ese contexto, Enriqueta Martí aparece como el chivo expiatorio al que cargar la desaparición y la trata de menores en la época mientras se ocultaba, por ejemplo, la sustracción de niños enviados a Francia para ser explotados en fábricas de cristal. Explica como se imponen las fantasías de una moral burguesa que construye la mentira perfecta con la que ocultar la miseria y la explotación de las clases populares. Todos los prejuicios patriarcales y misóginos de la época caen sobre ella. Nada mejor para aquella sociedad que culpar a una bruja maléfica de las desapariciones, raptos y maltratos sufridos por niños.

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