Literatura Catalana (Manuel de Pedrolo i Sánchez de Molina [II])

Manuel de Pedrolo ensayó todo tipo de innovaciones en sus novelas, en las que, independientemente del tema, dibujó, siempre con un fuerte realismo, la aventura del individuo sujeto a su calidad humana, con todas las contradicciones que ello implica. Hizo alguna aproximación a la literatura del absurdo. Fue un escritor ambicioso y escribió una gran cantidad de obras, las cuales pertenecen a una gran cantidad de subgéneros. La obra de Pedrolo desde novelas realistas hasta novelas con un gran idealismo simbólico, pasando por policíacas y psicológicas. Aunque cultivó todos estos estilos, Manuel de Pedrolo supo dar mucho de sí, haciendo que todas sus obras sean de una gran calidad. No le importaron las censuras de los editores ni los modos de pensar contradictorias a la suya, sino que fue fiel a sus ideas y renunció a publicar en castellano, aunque le hubiera podido llevar mejores beneficios económicos. Finalmente, cabe destacar que Manuel de Pedrolo supo combinar y utilizar con gran destreza multitud de diferentes estilos, en creó nuevos y en toda su obra mantuvo su manera de pensar y su personalidad.

Fue socio de la "Asociació d'Escriptors en Llengua Catalana", que durante seis años, de 1984 a 1989, convocó el "Premi Mecanoscrito" dirigido a escritores jóvenes. Murió el 26 de junio de 1990 en Barcelona (Barcelona) a causa de un cáncer, a la edad de setenta y dos años.
En 1992 recibía el "Premi Crítica Serra d'Or" a título postumo por su obra. "Darrers diaris inèdits"