jueves, 29 de septiembre de 2016

Literatura Catalana (Joan Puig i Ferreter [III])

Cuando en 1928 se funda Ediciones Proa, Puig y Ferreter ocupó el cargo de director literario de la Biblioteca "A todo viento". Fue en esta editorial que el autor publicó su novela "El cercle mágic" (1929), sobre las convenciones, la rigidez y la hipocresía de la sociedad. La obra ganó la primera convocatoria del Premio "Crexells".

Con el advenimiento de la Segunda República Española, Joan Puig y Ferreter intensificó su actividad dentro de la política y de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC). Fue diputado a las Cortes Españolas y posteriormente del Parlament de Catalunya.  En esta época combinó su labor política y la creación literaria. En 1934 publica "Camins de França", la que ha sido considerada su novela más importante. El mismo año publica "Dónde están los pobres?" ... Y otras historias de "Navidad" y en 1938 publicó "La farsa y la quimera", dividida en tres volúmenes.
Hacia el principio de la Guerra Civil Española, fue nombrado consejero de Asistencia Social de la Generalitat, cargo que ocupó poco tiempo. Fue enviado a París como negociador y comprador de material bélico para la República, pero se encontró en el centro de un escándalo económico que dañó su imagen pública.

En 1936 publicó "Anna" tras la cortina que sería su última pieza teatral. A partir de 1938 y hasta su muerte escribió el ciclo novelístico "El peregrino apasionado", en doce volúmenes, "Janet quiere ser un héroe" (1952), "Hombres y caminos" (1952), "Janet imita su autor" (1954), "Viejos y nuevos caminos de Francia" (1955), "Los emotivos" (1956), "Mañana..." (1957), "Las profanaciones" (1958), "Los amantes enemigos" (1959), La traición de Llavaneres (1961), El penitente (1962) , "Por el camino de los desagravios" (1963) y "Ascensión" (1977)), publicados todos en Perpignan menos el último, publicado en Barcelona. Bajo el influjo de Dostojevskij y de Proust, la gran saga de Puig y Ferreter quiere ser un ambicioso retablo de la Catalunya literaria y política de los primeros cuarenta años del siglo XX.

Se exilió en Francia, primero en Saint-Martin-le-Beau, y finalmente en París. Joan Puig y Ferreter trabajó entre 1942 y 1952 en su diario íntimo, Resonancias es una pieza capital del exilio catalán de posguerra. Es el testimonio particular de aquellos tiempos y además es un documento histórico, ya que se explican algunos de los escándalos de los eruditos catalanes en el exilio, sobre todo en cuanto a la cuestión del reparto del dinero de la Generalitat entre políticos y escritores catalanes exiliados en París, que la salpica de lleno ya partir del cual se creó una leyenda negra a su alrededor.

Fue ministro de Justicia del Gobierno Republicano en el Exilio entre 1952 y 1954. Murió en París el 2 de febrero de 1956. Sus restos descansan en el cementerio del Père-Lachaise.  Su obra mereció el elogio de Joan Fuster, quien dijo que "quizás [es] el novelista catalán más importante de la primera mitad del siglo XX".

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