jueves, 29 de septiembre de 2016

Literatura Catalana (Joan Puig i Ferreter [II])

Al retornar de Francia Puig i Ferreter se dedicó al periodismo y al teatro. En 1906 estrenó "La ramera". Esta obra se representó sólo una vez, y hoy en día queda perdida. Parece que tenía influencia de Máximo Gorki. Ese mismo año también estrenaría "Arrels mortes". Las dos obras se enmarcaban dentro del teatro de ideas. En 1906 también publicó "Diàlegs imaginaris", obra en la que incorporó la figura demiúrgica del Poeta como educador de las masas. El poeta habla con el pueblo y define su estética y la función de la obra.
En 1908 estrena una de sus obras más aclamadas, "Aigües encantades". Consecutivamente estrenará "La dama enamorada (1908)", "Drama de humildes" (1909). En 1908 Puig y Ferreter pronunció la conferencia "El arte dramático y la vida" donde el autor analizaba el teatro y la función social del artista. En 1911 comenzó a trabajar como redactor nocturno en "La Vanguardia". En 1912 estrenó "La innocent", "Desamor" y "El gran Aleix".
La crisis y el contexto social de aquellos años, como la "Setmana Trágica" llevó a Puig y Ferreter a replantearse su teatro. A partir de 1917 comienza la segunda etapa del teatro de este autor, que pretendía acercarse a las exigencias de un público que quería obras más sencillas y divertidas. Son ejemplos: "La senyora Isabel" (1917), "Garidó y Francina" (1917), "Si n'era una minyona ..." (1918)," El gran enlluernament "(1919)," La dama de l'amor feréstec" (1921)," El escola dels promesos "(1922) y" Un l'home genial "(1923).
En 1918 se casó con Clotilde Barranco, con quien tuvo dos hijas: Pilar y Eva.
En cuanto a la narrativa, Joan Puig y Ferreter había comenzado con la publicación de La novela de "Esther" en 1918, aunque no es hasta 1924 que intensificó su obra narrativa con títulos como : "L'home que tenía mes de una vida" (1924), "Les facècies de l'amor" (1925), "Els tres ral·lucinats" (1926), una obra extensa, esta última, donde trataba nuevamente el tema dovstoievskià de la relación entre amo y esclavos, caracterizada ya por los rasgos principales de su narrativa: psicologismo, materiales autobiográficos, individualismo, que lo mantienen apartado de las corrientes novecentistas. Seguirán "Servidumbre" (1927), sobre sus vivencias como periodista, "Una mica d'amor" (1927), premiada con el Premi "Concepció Rabell" y "Vida interior d'un tescriptor" (1928), que combina diferentes géneros: la novela, las memorias y el ensayo.
En 1920 dejó de trabajar en "La Vanguardia" y comenzó como redactor nocturno, en el "Día Gráfico", donde publicaba sus artículos bajo el seudónimo de Juan de Siena. En 1922, nuevamente dejó este diario y entró como redactor diurno en "Tribuna", hasta noviembre de 1924 cuando cerró. Su actividad como periodista continuó vinculada a publicaciones como "La Publicidad", "El Horizonte", "El Diluvio" y "La Campana de Gracia". En los artículos que escribía hablaba sobre temas cotidianos, arte, literatura y sobre cuestiones teatrales como el teatro de vanguardia y su viabilidad, la polémica sobre el mundo de la comedia, o el Teatro de Arte.

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