viernes, 30 de septiembre de 2016

Leyendas en Catalunya (La aparición de la Virgen de Lourdes en Can Cerdà)

El 8 de noviembre de 1974, Josefa (Pepita) Pugés residente en el barrio de Horta en Cerdanyola del Vallès oyó una voz que le dijo que fuese a un paraje cercano conocido como Can Cerdà, en la carretera de Barcelona a Cerdanyola.
Pepita Pugès nació el 20 de Septiembre de 1920 en un entorno de ferviente fe religiosa, ya desde pequeña demostró una gran devoción a Jesucristo y a la Mare de Déu. Dijo sostener a partir de su primera comunión conversaciones con Jesús cada vez que comulgaba. Con veinte años tiene la intención de hacerse religiosa tras tener una visión, pero su padre le impide su ingreso en un centro religioso.

Pepita en compañía de un grupo reducido de personas se acercó sobre las cinco y media de la tarde a una pequeña explanada en Can Cerdà dónde había un árbol medio caído, para después de rezar tres partes del Rosario quedar en éxtasis.
Esta manifestó que la Virgen era quien le había hecho acudir al lugar y que debían reunirse allí el día 11 de cada mes para rezar la tres partes del Rosario. También, describió que la persona se le apareció era  la Virgen de Lourdes, pues iba con la misma advocación y el mismo ropaje que la señora se presentó ante Bernadette Soubirous en Francia.
Pasados tres días (11 de noviembre) el grupo había crecido notablemente, siendo una quincena de personas las congregadas ante el árbol donde tuvo lugar la manifestación. Sobre las seis y media y rezando el Rosario, Pepita Pugés en pleno éxtasis, transmitió las palabras de María: “Yo soy la Virgen de Cataluña”. Y luego continuó: “Vengo para salvar a Barcelona y a Catalunya especialmente, y con ellas también a España y al mundo entero”.

​La cantidad de creyentes fue en aumento, y sobretodo, a partir de retransmitirse en el mítico programa Informe Semanal un reportaje grabado el 11 de marzo de 1976 en Can Cerdà.
Entre la variada cantidad de mensajes que supuestamente dio la Virgen a través de Pepita esta requería Oración y Penitencia. La oración consistía siempre en el rezo de las tres partes del Rosario, y la penitencia, el Vía Crucis. El 11 de Enero de 1975 bendijo el agua de un pequeño manantial haciéndola “milagrosa” y conocida en la actualidad como la Font de la Mare de Déu, asímismo, pidió que le erigieran una capilla, la cual  se acabaría de construir en 1999. En Can Cerdà, de forma similar que en otros lugares como: Garabandal, El Escorial, Lourdes o Fátima se dieron fenómenos de curaciones o bailar el Sol.
El 30 del Mayo de 1976 María dijo a través de Pepita: “El día 15 de agosto será el último día que me apareceré”. Llegado el día 15 Pepita no se presento en Can Cerdà, por expreso deseo del Cardenal de Barcelona, pero no obstante la Virgen se le apareció allí donde ella fue. Este fue el último mensaje de muchos que se habían pronunciado a lo largo de dos años.

La vidente de Cerdanyola fallecería el  30 agosto de 1978, dejando una devoción que perdura hasta la actualidad.

fuente:https://cosasdelvalles.wordpress.com 

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