Cuando era un niño pequeño, Peter no 
correspondió a las ilusiones que de él se había formado su padre. Lejos 
de mostrar interés y agresividad para los deportes y los juegos, solía 
pasar el tiempo encerrado en casa. Prefería la compañía de su madre a 
los rudos juegos de sus hermanos menores. En la escuela la situación no 
era diferente, pues no le gustaba asistir y a la hora del recreo, se 
ponía a salvo de los demás en alguna esquina.
Su padre al enterarse de este 
comportamiento lo iba a visitar a la hora del descanso para animarlo a 
juntarse con los demás. Cuando pasó a la secundaria, la situación no 
mejoró gran cosa pues ahora él era el objetivo de las burlas y abusos de
 los otros al grado de que Peter dejó de asistir un par de semanas hasta
 que se descubrió que, en vez de ir, se escondía en un piso de la casa 
donde lo pasaba leyendo libros y tiras cómicas. A pesar de que se 
tomaron medidas para evitar las agresiones de que era objeto, el joven 
Peter Sutcliffe siempre fue visto como alguien diferente y aparte de los
 demás.
Las maneras agresivas y la extroversión 
del padre de Sutcliffe lo abrumaban bastante y siempre guardaba algo de 
rencor en su contra por la vida de distracciones en que estaba inmerso 
el señor. Peter estaba más identificado con su madre que con su padre. 
De hecho, al morir ella de una afección cardíaca, Sutcliffe culpó al 
señor John de provocarle la enfermedad dadas sus ausencias y desplantes.
Finalmente Peter decidió ejercitarse en 
fisio culturismo, eliminando una de tantas preocupaciones que su persona
 causaba a su padre. Con alegría su padre vio como Peter se integraba en
 algunas actividades deportivas, pero jamás con el objetivo de 
sobresalir ni de llamar la atención excesivamente. A los 15 años 
abandona formalmente sus estudios y entra a un buen número de empleos y 
ocupaciones en los que no duraba mucho tiempo. Aparentemente no mostraba
 a su edad ningún interés en las muchachas y tampoco externaba tener un 
objetivo claro en la vida. Comenzó a trabajar en el mismo molino 
que su padre, pero abandonó el empleo unas cuantas semanas después. 
Luego entró de aprendiz de ingeniero en un taller donde duró únicamente 9
 meses. Ocupó una vacante como obrero en una fábrica y también duró poco
 tiempo. Terminó empleándose como excavador en el cementerio de Bingley.
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