Cuenta la leyenda que hace mucho, mucho
tiempo, las laderas del macizo de La Maladeta se encontraban cubiertas
de frescas hierbas. Allí los pastores llevaban sus rebaños a pastar
plácidamente hasta que llegara el invierno.
Dicen que una tarde, entrado el otoño,
comenzó a nevar en aquellos prados de tal manera, que los pastores
tuvieron que guarecerse en una cabaña. Sentados junto al fuego,
comentaban alegremente los acontecimientos de aquella jornada de trabajo
y pasaban el tiempo entretenidos.
De pronto escucharon que alguien tocaba a
la puerta y al abrir encontraron a un mendigo cubierto de harapos quien
les suplicó que le dejaran pasar la noche en su cabaña debido a que no
podía continuar su camino bajo la nieve y con tanto frío.
Pero los pastores le respondieron insolentemente que si quería refugiarse, buscara una piedra bajo la cual guarecerse.
Entonces, de repente, cayó un rayo sobre
la tierra y la figura del mendigo se transformó rodeándose de un halo
luminoso. Se elevó en los cielos y desapareció entre las nubes
maldiciendo a los pastores por su mala acción.
Los rebaños huyeron en la noche y los
pastores corrieron tras de ellos. Pero nunca nadie volvió a verles.
Dicen que quedaron convertidos en piedra bajo las nieves de La Maladeta.
Aunque algunos estudiosos sostienen que
esta cima se llamaba desde antiguo "Mala Eta" , lo que significaba "la
más alta" o "las rocas de arriba"; la sabiduría popular entiende que el
término actual de "La Maladeta" hace referencia a los "Montes Malditos"
gracias a esta historia.
fuente: http://blog.aranexperience.es/
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