miércoles, 10 de agosto de 2016

Historia de Catalunya ("la Jamancia" [IV])

El diario El Imparcial debía editar un panfleto dictado por Joan Prim, sabiéndolo los centralistas los conmina a no hacerlo, y sus propietarios trataron de trasladar la imprenta fuera de la ciudad. Los cuatro carros donde estaban cargándolas fueron enviados a les Drassanes y las imprentas requisadas. El gobernador Juan Prim y Lorenzo Milans del Bosch salieron por la tarde hacia Gracia, instalándose con un batallón de voluntarios al vapor de Francisco Puigmartí, con una escaramuza con los sublevados. El día 4 se contaron tres muertos y seis heridos. Los miembros del Ayuntamiento solicitan al capitán general en la Ciutadella que cese los ataques a la ciudad, responde este que cuando cese el fuego proveniente de Barcelona hará él lo mismo con la fortaleza. Por causa de los proyectiles de artillería quema un almacén de cordelería que hay fuera de la muralla entre el Portal de Mar y la Ciutadella.
El día 5 se contaron dos muertos y doce heridos, diez de los cuales fueron conducidos al Hospital de la Santa Cruz de Barcelona. La noche del día 5 los sublevados una cincuentena de hombres armados hacen una salida hasta Sarrià para hacer prisioneros gente contraria a los centralistas, siendo rechazados por sus vecinos y dejando dos víctimas mortales: Ramon Valejo, tejedor de velos de Barcelona y José Margenat, farmacéutico de Sarrià. El Castell de Montjuïc estaba a cargo del gobernador Bernardo Echalecu que fue relevado por el coronel del Regimiento de América Fernando Sayas.Se habían instalado baterías en las Drassanes, al punto de la muralla de Hostallers (carrer Talleres), otra en Canaletas, y otra entre Junqueres y la Puerta Nueva. El día 7 el Castell de Montjuïc rompió su silencio, efectuando dos tiros de fogueo a las ocho de la mañana, deteniéndose a continuación el bombardeo procedente de la Ciutadella. De cuatro a siete de la tarde los cañones de Montjuïc inició un intenso bombardeo contra las Drassanes. Disparando 102 balas, 52 de las cuales fueron recogidas dentro del mismo fuerte. El capitán general dio la orden al gobernador de Montjuïc que suspendiera el bombardeo. Inicialmente, ante aquel bombardeo Francisco Torras y Riera gobernador de las Drassanes liga su corbata negra en la punta de un paño enarbolando esta enseña la resolución de luchar a muerte. Sin embargo poco después huyó de la ciudad.


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