Lejos de obedecerle y usar sus bonitos
botones, la gente de la bahía de San Francisco siguió apática ante el
deseo vehemente que el asesino manifestaba por ver personas luciendo sus
botones. Por eso Zodíaco envió otras cartas más:
Julio 24 de 1970:
- "Zodíaco al habla. Me siento
bastante infeliz porque ustedes, gente, no usan mis agradables botones
Zodíaco. Así que ahora tengo una pequeña lista, comenzando con la mujer y
su bebé a las que les di un paseo bastante interesante por un par de
horas, hace pocos meses atrás en una tarde que terminó conmigo quemando
su carro donde las encontré"
Julio 26 de 1970:
- "Zodíaco al habla. Ya que no usarán
agradables botones Zodíaco, qué les parecería si utilizan asquerosos
botones Zodíaco. O cualquier tipo de botones Zodíaco que se les ocurra.
Si no usan ningún tipo de botones Zodíaco, yo tendré (por encima de
cualquier otra cosa) que torturar a todos mis 13 esclavos que espero
para mí en el Paraíso. A algunos los ataré y los veré gritar y
retorcerse desde las colinas. Otros tendrán astillas de pino clavadas
bajo las uñas y luego arderán. Otros serán colocados en jaulas y
alimentados con carne salada hasta que estén empachados, entonces yo los
escucharé suplicar por agua y me reiré en sus caras. Otros serán
colgados de sus pulgares y arderán en el sol, después yo los restregaré
con profundo calor para que se calienten. A otros los dejaré que vivan y
corran gritando alrededor. Y a todos los jugadores de billar, yo los
dejaré jugar en una oscura mazmorra con los pies torcidos y los zapatos
virados. Sí, yo tendré gran diversión infligiendo el más delicioso dolor
a mis esclavos"
El 27 de octubre de 1970 Zodíaco envió
otra carta al San Francisco Chronicle. En ella amenazaba de muerte al
periodista Paul Avery, quien trabajaba en el S. F. Chronicles y había
estado publicando artículos en los cuales insultaba a Zodíaco. Aquella
carta fue el detonante del inicio del fin de la carrera de Avery. Así,
el periodista se obsesionó con la idea de que en cualquier momento podía
ser asesinado por Zodíaco, por lo que iba a todas partes con una
pistola y, en la profundidad de su angustia, empezó a beber en exceso,
cosa esta que lo llevó a fracasar profesionalmente.
Después de sacar de juego a Avery
mediante la intimidante carta, Zodíaco desapareció durante tres años y
pico. Su silencio fue absoluto: no cometió crimen alguno, no envió
cartas, no hizo llamadas, no dio señal alguna… Era un mutismo calculado y
la Policía, sin pistas, terminó frustrada.
El 29 de enero de 1974, Zodíaco rompió
su silencio de años cuando envió una carta en que elogiaba la película
de El Exorcista y, entre otras cosas, decía que era “la mejor comedia
satírica” que jamás había visto.
Después, el 14 de febrero del mismo año,
Zodíaco envió otra carta al San Francisco Chronicle en la cual le
explicaba al editor que las iniciales para "Ejército Simbiótico de
Liberación" (SLA) significaban "mata" (de matar…) si eran deletreadas
en nórdico antiguo. Tras ser examinada, la autenticidad de la carta
resultó dudosa y se pensó que lo más probable era que no haya sido
escrita por Zodíaco.
El 8 de mayo de 1974 el San Francisco
Chronicle recibió una carta en la que se presentaban quejas del film
Badlands diciendo que constituía una “glorificación del asesinato” y que
el periódico debía quitar de sus páginas la publicidad del film. La
carta no estaba firmada por Zodíaco sino por "Un ciudadano", pero la
letra, el tono y el toque irónico, hicieron pensar que quizá había sido
escrita por Zodíaco, aunque era bastante probable que no lo fuera.
Finalmente, el 8 de julio de 1974 el San
Francisco Chronicle recibió una carta con quejas en las que se pedía al
editor que pusiera al columnista Marco Spinelli en el "agujero infernal
de donde vino" puesto que tenía un "serio desorden psicológico" en
tanto que "siempre" necesitaba "sentirse superior". La carta estaba
firmada por un tal "Fantasma Rojo" y, si bien se ha sospechado que pudo
ser escrita por Zodíaco, lo más probable es que no lo haya sido.
Después de esas cuatro cartas cuya
autoría aún resulta dudosa excepto en el caso de la primera, el silencio
volvió a surgir en torno a la figura de Zodíaco. Al menos hasta el año
1978.
El 24 de abril de 1978 el San Francisco Chronicle recibió una carta que
muy probablemente era de Zodíaco. El diario la publicó al día siguiente
de recibirla y en ella se podía leer:
- "Querido Editor: Zodíaco al
habla. Estoy otra vez con vosotros. Dígales a todos que estoy aquí, que
siempre he estado aquí. Ese cerdo citadino de Toschi es bueno, pero yo
soy más inteligente y a lo mejor él se cansará y me dejará en paz. Estoy
esperando una buena película sobre mí. ¿Quién hará mi papel? Ahora yo
lo controlo todo. Atentamente: adivínelo".
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