Carl Eugene Watts nació en Killeen (Texas [USA]), el 7 de noviembre de 1953 - fallece el 21 de setembre de 2007, en Ionia (Michigan [USA]. Era hijo de Richard Eugene Watts, un soldado
de primera clase en el ejército y Dorothy Mae Young, una maestra que
enseñaba arte en jardines escolares. Un año después los Watts tuvieron
una hija llamada Sharon, pero su matrimonio terminó en 1955. Tras la
separación, Carl se fue a vivir con su madre en Inkster, Michigan. Sin
embargo hacían visitas regulares a sus parientes y pasaba días en la
casa de campo de su abuela, quien lo llamaba "Coral". En este tiempo,
Carl era un niño que gustaba de perseguir y desollar conejos. En 1962 la
madre de Carl se volvió a casar, esta vez con un mecánico llamado
Norman Caesar, con quien tuvo dos hijas.
La infancia de Carl puede ser descrita
como extraña, ya que a los 12 años el niño tenía fantasías de cómo
torturar y matar a mujeres jóvenes. En su adolescencia, Carl acechaba
mujeres, por esta razón se cree que asesinó a su primera víctima a los
15 años. Cuando tenía 13 años, Carl sufría de meningitis, por lo que
perdió el octavo grado de escuela. Su regreso a clases fue difícil, pues
no podía mantener el ritmo de estudio de sus demás compañeros y recibía
malas calificaciones a causa del deterioro cognitivo que le ocasionó la
meningitis. En ese entonces, Carl también era molestado severamente por
los jóvenes más grandes de la escuela.
El 29 de junio de 1969, Carl de 15 años
sintió la necesidad de obedecer a sus macabras fantasías, es así que,
mientras hacía su ruta de entrega de periódicos, tocó la puerta de Joan
Gave de 26 años. Cuando la joven contestó a la puerta, Carl la golpeó
hasta dejarla inconsciente y luego siguió con su ruta, como si nada
hubiera sucedido. Cuando Joan recuperó la conciencia de inmediato
contactó a la Policía. Carl fue arrestado en su casa por abusar
físicamente de Joan Gave y terminó en la Clínica Lafayette en Detroit
para recibir tratamiento psiquiátrico.
Durante la evaluación clínica Carl
hablaba de sus sueños, los doctores le preguntaron si los sueños lo
perturbaban, pero el joven confesó que no, y que se sentía mejor después
de tener uno de ellos. La respuesta preocupó a los doctores, y en su
reporte dijeron que Carl era un individuo compulsivo con actitudes
pasivo agresivas que trataba de controlar fuertes tendencias homicidas.
Los psiquiatras creían que el joven era un peligro para la sociedad.
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