El juicio de Shipman se inició el 5 de octubre de 1999 y culminó el 31
de enero del 2000 con la sentencia de 15 cadenas perpetuas consecutivas
por el asesinato de 15 pacientes con inyecciones de morfina.
- "Usted ha cometido horrendos crímenes. Asesinó a cada una de sus pacientes con una calculada y helada perversión de su capacidad médica. Usted era, antes que nada, el médico de estas personas", le dijo el juez Forbes a Shipman cuando éste recibía la condena del jurado mientras, sin perder la calma, esbozaba una sonrisa junto a su mujer y sus cuatro hijos
Tiempo después las investigaciones revelaron que Shipman había matado unas 171 mujeres y unos 44 hombres, todas personas de entre 41 y 93 años. Peor aún, investigaciones posteriores revelaron que había matado a unas 300 personas o más, convirtiéndose así en uno de los más prolíficos asesinos seriales de la historia.
ohn Douglas, criminólogo y perfilador famoso del FBI, afirmó una vez que los asesinos seriales están obsesionados con el control y la manipulación y que, cuando están custodiados y controlados en la cárcel, el suicidio representa su acto final de control.
- "Usted ha cometido horrendos crímenes. Asesinó a cada una de sus pacientes con una calculada y helada perversión de su capacidad médica. Usted era, antes que nada, el médico de estas personas", le dijo el juez Forbes a Shipman cuando éste recibía la condena del jurado mientras, sin perder la calma, esbozaba una sonrisa junto a su mujer y sus cuatro hijos
Tiempo después las investigaciones revelaron que Shipman había matado unas 171 mujeres y unos 44 hombres, todas personas de entre 41 y 93 años. Peor aún, investigaciones posteriores revelaron que había matado a unas 300 personas o más, convirtiéndose así en uno de los más prolíficos asesinos seriales de la historia.
ohn Douglas, criminólogo y perfilador famoso del FBI, afirmó una vez que los asesinos seriales están obsesionados con el control y la manipulación y que, cuando están custodiados y controlados en la cárcel, el suicidio representa su acto final de control.
Ejemplo emblemático de la tesis de John
Douglas fue Harold Shipman, quien a sus 57 años y al no tener otra vida
sobre cuya continuidad pudiese decidir a excepción de la suya, acabó por
usar sus sábanas para colgarse de los barrotes de su prisión el día 13
de enero del 2004. Apenas murió su viuda recibió 100.000 libras
esterlinas (unos 150.000 euros) y una pensión vitalicia de 10.000 libras
esterlinas anuales. Si Shipman hubiera muerto pasados los sesenta años,
su esposa sólo habría recibido 5.000 libras esterlinas anuales, por lo
que se ha pensado que este hecho pudo ser parte fundamental de la
motivación que tuvo para suicidarse.
La muerte de Shipman fue recibida con
alegría por periodistas británicos que alentaron a otros asesinos a
seguir el ejemplo de Shipman o incluso, en el caso del periódico The
Sun, expresaron su júbilo con el burlón e ingenioso titular de "¡Ship, Ship, Hurra!".
Pero la alegría no apareció en todos los rostros en que se esperó que
apareciese pues, con la muerte de Shipman, murió también la posibilidad
de que éste explicase el porqué de sus asesinatos. Dijo al respecto
David Blunkett: "Si usted despierta y recibe una llamada diciéndole que
Shipman se ha suicidado, usted piensa ¿será demasiado temprano para
abrir una botella? y entonces descubre que muchos están lamentados de
este hecho"
Por último y para acentuar aún más el
misterio de su muerte, una fuente de la prisión dijo que, la noche antes
del suicidio, Shipman había hablado por teléfono con su esposa sin
mostrar depresión alguna o planes de suicidio: "no exhibió ningún
comportamiento típico de los momentos previos al suicidio", dijo el
portavoz.
fuente: http://www.asesinos-en-serie.com
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