
Tras morir Kathleen Grundy, su hija Angela Woodruff quedó impresionada 
cuando Brian Burguess, el abogado de su madre, le informó de un 
documento de herencia en el cual su madre manifestaba, como última 
voluntad, el desheredarla de sus adoradas 386.000 libras esterlinas para
 dárselas al apreciadísimo doctor que había cuidado de ella hasta sus 
horas finales: Harold Shipman. Debe ahora, en este punto de la historia, 
señalarse que dos fueron los grandes errores de Shipman: primero y a 
nivel de las acciones, el haber redactado el documento de herencia a 
máquina cuando Kathleen Grundy no tenía ninguna máquina de escribir en 
su casa; segundo, y a nivel de las actitudes, el dejarse arrastrar por 
su sentimiento de superioridad (y por su torpeza, quizá) al punto de 
subestimar a los familiares de la víctima creyendo que, entre ellos, 
todos serían, como él mismo diría, "estúpidos" que, en el caso en 
cuestión, no se darían cuenta de que el testamento estaba escrito a 
máquina (en caso de que supiesen que Kathleen no tenía máquina) y que 
era realmente extraño, a nivel psicológico, el que una anciana que se 
había llevado bien con su hija la desheredase de un momento a otro para 
darle todo a su médico. De ese modo, la abogada Angela Woodruff notó lo 
anterior e informó rápidamente a la Policía, tras lo cual se exhumó el 
cadáver de Kathleen Grundy y se lo analizó, dando como resultado la 
presencia de morfina y, como consecuencia de dicho hallazgo, el arresto 
que el 7 de septiembre de 1998 sufrió Harold Shipman en su propio 
domicilio, dentro del cual se encontró una máquina de escribir que, 
según determinaron los investigadores, fue empleada para redactar el 
falso documento de herencia de Kathleen Grundy.
Shipman, como ya se ha dicho, siempre manifestó un sentimiento de 
superioridad y desde que empezó a trabajar se manifestó como un sujeto 
adicto al control. John Pollar, forense y ex compañero del asesino, dijo
 de Shipman lo siguiente: 
 
- "Simplemente disfrutaba contemplando el proceso de morir y gozaba con el sentimiento de control sobre la vida y la muerte".
 
 
 
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