lunes, 28 de diciembre de 2015

Leyendas en Catalunya (Los amantes de Bausen)

La historia ocurrió a primeros del siglo XX en el pueblo de Bausen (Baix Aran). Aquí vivían dos jóvenes, Francisco y Teresa, que se enamoraron y decidieron casarse, tras él pedir la mano a los padres de ella. Pero eran años en los que la Iglesia ejercía aún mucho peso y el cura del municipio les pidió una elevada cantidad de dinero para poder concederles matrimonio, ya que al tener la pareja cierto parentesco, necesitaban una dispensa de Roma.
Pero la pareja no disponía de tanto dinero y, a pesar del verdadero amor que se profesaban y del apoyo de sus familias y de toda la gente del pueblo, el párroco no cedió a las súplicas de los enamorados y les advirtió que lo mejor sería que encontraran ambos a otra persona con quien casarse "decentemente". Aun así, y tras largo meditar, la pareja decidió tirar adelante con su relación sin la bendición católica y vivir bajo el mismo techo, lo que generó un revuelo en el pequeño pueblo aranés.
A pesar de ello, vivieron felices durante algunos años y tuvieron dos hijos. Unos años más tarde, Teresa, con sólo 33 años, enfermó y murió. El mismo cura, también en esta ocasión, se negó a darle santa sepultura en el cementerio del pueblo al considerar que vivían en "pecado" y que unos "pecadores" como ellos no podían recibir sacramento alguno. Ante ello, todos los vecinos del pueblo, sin excepción, decidieron apoyar a Francisco y le ayudaron a cavar una fosa para su mujer. En sólo 24 horas construyeron un cementerio civil para ella, en la zona donde habían festejado su amor. Aquí dieron un entierro digno a Teresa y todavía hoy puede visitarse la tumba donde descansa, bajo la sombra de unos álamos, y siempre con flores frescas.
En la lápida puede leerse la inscripción "A mi amada Teresa, que murió el 10 de mayo de 1916 a los 33 años". Según cuentan, Francisco y sus dos hijos tuvieron que exiliarse a Francia al estallar la Guerra Civil. La voluntad del amante, que nunca se casó, era que lo enterrasen junto a su amada, pero al morir en tiempos de la Dictadura, las circunstancias y la burocracia lo impidieron. Sus hijos murieron ya hace tiempo y son sus nietos quienes hoy en día aún se encargan de la conservación de la tumba de Teresa.

fuente:  http://altima-sfi.com

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