Antes de que termine el año Charles
Cullen intentó quitarse la vida en dos ocasiones más. En agosto del
mismo año Charles asesinó a Helen Dean, una mujer de 91 años que se
recuperaba de una cirugía, el enfermero entró sigilosamente y le inyectó
una dosis de digoxina cuando nadie le veía.
Charles terminó su trabajo en el
hospital Warren en Diciembre de 1993, y de inmediato consiguió empleo en
el Centro Médico Hunterdon, en el Municipio de Raritan, Nueva Jersey.
En 1994 Cullen se convirtió en un enfermero licenciado en Pensilvania y a
principios del mismo año trabajó en la unidad de cuidados intensivos y
cardíacos, posición que mantuvo por tres años. Charles dice que en los
primeros dos años no mató a nadie, sin embargo los registros de ese
tiempo fueron destruidos cuando Cullen fue arrestado en el 2003, ya que
el enfermero confesó haber matado a cinco pacientes los primeros nueve
meses de 1996, tras administrarles altas dosis de digoxina.
Meses después Charles consiguió empleo
en el Morristown Memorial Hospital, en Morristown, Nueva Jersey, pero
fue despedido en Agosto de 1997 por su mal desempeño laboral. Los
siguientes seis meses estuvo desempleado y no pagó la manutención de sus
hijas. En Octubre del mismo año Cullen apareció en el hospital Warren
para ser tratado por depresión, fue admitido en un instituto
psiquiátrico, pero el tratamiento no mejoró su salud mental. Los vecinos
de Charles reportaron haberlo visto persiguiendo gatos por los
callejones durante la noche, en ocasiones gritaba o hablaba solo, y
hacía muecas a las personas cuando éstas no le miraban.
En Febrero de 1998 Charles fue
contratado por el centro de rehabilitación Liberty Nursing en Allentown,
Pensilvania. Cullen trabajó en la sala de los pacientes que necesitan
ventilación asistida para respirar. En el mes de Mayo el enfermero se
declaró en bancarrota con deudas de más de 67.000 dólares. Cullen fue
despedido en Octubre del mismo año después de ser descubierto entrando
con jeringuillas al cuarto de un paciente: la víctima terminó con el
brazo roto, pero aparentemente no fue inyectada, también fue acusado de
administrar drogas a enfermos en horarios no programados.
A finales de noviembre de 1998 Cullen consiguió empleo en el hospital
Easton, en Pensilvania, y el 30 de Diciembre asesinó con digoxina a
Ottomar Schramm. Los resultados forenses demostraron que una dosis letal
de este medicamento había sido administrada, la investigación no mostró
evidencias claras y Cullen no pudo ser relacionado.
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