A muchas madres les preocupa. a veces el color pálido de sus
hijos y lo achacan a que no comen bien, a que algo les ha
sentado mal o incluso a que han contraído una enfermedad
desconocida. En Cantabria hay otra razón para explicar estas anomalías
en la salud de los niños. La Guajona.
La Guajona, que en otros tiempos recibió el nombre de Lumia, es una vieja delgadísima y siniestra, tapada de la cabeza a los pies con un manto negro. Lo único que se le ve son las manos renegridas y sarmentosas, los pies que en realidad son patas de pájaro y la cara, una cara amarilla, rugosa, consumida, sembrada de pelos y verrugas, con ojos diminutos y brillantes como estrellas... nariz aguileña y una boca de labios delgados y descoloridos en la que se ve un único diente, negro y enorme como un puñal... pues le llega hasta por debajo de la barbilla.
La Guajona no vive de día y nadie sabe dónde se mete a la luz del sol, aunque se cree que bajo tierra. Por la noche sale y pasa como una sombra confundiéndose entre estas... Entra en las casas sin hacer ruido... se acerca a los niños y jóvenes sanos cuando están durmiendo y les clava su diente largo y afilado en una vena, para de esta manera beberles la sangre y dejarlos descoloridos y débiles... Es, por tanto... la mujer vampiro de Cantabria.
La Guajona, que en otros tiempos recibió el nombre de Lumia, es una vieja delgadísima y siniestra, tapada de la cabeza a los pies con un manto negro. Lo único que se le ve son las manos renegridas y sarmentosas, los pies que en realidad son patas de pájaro y la cara, una cara amarilla, rugosa, consumida, sembrada de pelos y verrugas, con ojos diminutos y brillantes como estrellas... nariz aguileña y una boca de labios delgados y descoloridos en la que se ve un único diente, negro y enorme como un puñal... pues le llega hasta por debajo de la barbilla.
La Guajona no vive de día y nadie sabe dónde se mete a la luz del sol, aunque se cree que bajo tierra. Por la noche sale y pasa como una sombra confundiéndose entre estas... Entra en las casas sin hacer ruido... se acerca a los niños y jóvenes sanos cuando están durmiendo y les clava su diente largo y afilado en una vena, para de esta manera beberles la sangre y dejarlos descoloridos y débiles... Es, por tanto... la mujer vampiro de Cantabria.
A pesar de su crueldad, hay que decir que sus ataques no
son mortales y que esta especie de Drácula de la Montaña no mata a sus
víctimas
fuente: http://appg-appg1970.blogspot.com.es
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