Posiblemente en Mas Rosquelles, nacio, 
Antonia Rosquelles. No sabemos que edad tenía en el aquel mes de abril 
del 1620, pero nos la podemos imaginar como una mujer mayor, sobre los 
50 años, que fue acusada de provocar bocios, una enfermedad que se da 
frecuentemente entre las personas mal alimentadas, o con carencias 
vitamínicas notables, se caracteriza por una fuerte hinchazón en el 
cuello, era muy, muy frecuente; de provocar granizadas y tempestades; de
 arruinar las cosechas; de acudir a akelarres (las reuniones de las 
brujas, según la terminología vasca que se extendió por toda Europa a 
raíz del juicio contra las supuestas brujas de Zugarramurdi); y 
finalmente, como guinda al ya sabroso pastel, de provocar la muerte de 
niños recién nacidos, no hace falta que recordemos que en tiempos de 
hambruna, epidemias, malnutrición, y en pleno siglo XVII, los bebés son los más débiles y
 propensos a morir. A pesar de ellos, una de esas culpables para la pblación era Antonia Rosquelles, que fue declarada "bruixa". Para hacerse una idea, la cacería de brujas que tuvo lugar entre los siglos XVI y XVII tuvo como consecuencia la ejecución de 8 personas en Perpignan (Francia), 14 en Viladrau, 8 más en Granollers, 12 en Caldes de Montbui y 3 en Andorra. 
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