viernes, 10 de junio de 2016

Historia de Catalunya (Los Condados [XXII])

El condado de Pallars [II]

El sentimiento indigenista continuó a pesar de todo; en el 872, el condado de Tolosa sufrió una crisis de poder a raíz del asesinato del conde Bernat II de Tolosa por fieles de Bernat Plantapilosa, reconocido después como conde por Carlos "el Calvo". Entonces, un noble local, Ramón I de Pallars-Ribagorza, aprovechó para independizar los territorios del condado al sur del Pirineo y crear una saga condal propia.

Ramón I de Pallars-Ribagorza (872-920) era hijo del conde Lope de Bigorra y biznieto de Lope Centulo, nombrado en el año 818 duque de los vascos, pueblo predominante en las zonas interiores del Pirineo. Para consolidar su independencia, Ramón I procuró constituir un obispado propio al Pallars, conseguido gracias a las intrigas de Esclua, y encontrar aliados contra los condes de Tolosa, que aspiraban a recuperar el dominio sobre los sus territorios al sur del Pirineo; por eso, el conde de Pallars-Ribagorza buscó influir en los estados vecinos: en Navarra, intervino en el año 905 en el golpe de estado que entronizó a su sobrino Sancho Garcés I; y en Zaragoza estrechó vínculos con los Banu Qasi. Asimismo, en el año 904, el miembro de los Banu Qasi Lope ibn Muhámad, rompiendo con la orientación seguida por su padre, dirigió un ataque contra Pallars y Ribagorza; posteriormente, una nueva expedición, dirigida, en el año 907, por al-Tawil de Huesca, se apoderó en Ribagorza de Roda i Montpedrós; por eso, el conde tuvo que abandonar la política de entendimiento con los musulmanes.

A la muerte de Ramón I (920), sus dominios se repartieron entre los sus hijos: Miró y Bernat Unifredo rigieron la Ribagorza, Isarn y Lope cogobernaron el Pallars.

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