jueves, 23 de junio de 2016

Historia de Catalunya (Los Comtes de Barcelona [Guifré I "El Pilos"])

Guifré I "el Pilos" [II]

En junio de 870, en la asamblea de Attigny, y habiendo muerto el conde Salomón de Urgel, Cerdaña y Conflent, el joven Guifré recibió estos honores del rey Carlos "el Calvo". El Conflent lo cedió a su hermano Miró (conocido por Miró "el Vell").
Rebelado Bernat de Gothia, Comte de Barcelona, Rosello, Narbona, Agde, Besiers, Magalona y Nimes, contra Carlos "el Calvo", Guifré "el Pilós", ayudado por su hermanos Miró de Conflent y Sunifred (después abad de Arlés), y por el vizconde de Narbona Lindoí, que se pusieron del lado de Carlos y después del de su hijo, Luis "el Tartamudo", avanzaron por la Septimania donde eliminaron por la fuerza a los nobles fieles a Bernat (como el obispo Sigebuto de Narbona), y expulsaron de sus iglesias a los sacerdotes que no les eran partidarios. Esto debió de ocurrir a comienzos del año 878, quizás en marzo y abril. La rebelión de Bernat se hundió. En agosto, el Concilio de Troyes, presidido por el papa Juan VIII y por el rey Luís "el Tartamudo" tomó decisiones religiosas y políticas. En este concilio estarían presentes Guifré "el Pilós" de Urgell y Cerdanya, Miró de Conflent, Sunyer II de Empúries y Oliba II de Carcasona como personalidades políticas, y los obispos de Elna, Girona, Barcelona y Urgell como principales personalidades eclesiásticas de la Gothia. El 11 de septiembre de 878 Bernat fue declarado culpable y desposeído de sus honores, los cuales serían repartidos. En el reparto, Guifré "el Pilós" fue investido conde de Barcelona, Osona, Girona y Besalú. Los condados de Narbona, de Besiers y de Agde, hasta entonces vinculados al de Barcelona quedaron separados. Su hermano Miró de Conflent recibió el condado de Rosello. Guifré I cedió la administración de Besalú a su hermano Radulfo (878-920). Sunifred será abad de Arlés y Riculfo obispo de Elna.

Tras las investiduras de 878, los dominios de Guifré I abarcaban tanto el área montañosa (Urgell y Cerdanya), como la marítima (Barcelona y Girona). Durante todo el siglo IX, excepto en el breve periodo de Sunifred (844-848), el padre de Guifré, como conde de Urgell, Cerdanya, Barcelona, Girona y Narbona, estas dos zonas se habían mantenido separadas, regidas siempre por condes diferentes. En gran parte, porque impedía la comunicación entre ellas el espacio vacío central configurado por las actuales comarcas de Ripollés, la Vall de Lord, Berguedá, Llusanés, la Plana de Vic, Moyanés, las Guillerías y Bages, territorio despoblado a raíz de los desórdenes de la sublevación de Aizón.

En esta área vacía, se registra una fuerte corriente de inmigración procedente de las comarcas pirenaicas (Pallars, Urgell y Cerdanya) a finales del siglo IX. Tras casi dos siglos, desde los inicios de la crisis de la monarquía visigoda hasta el fin del poder carolingio, de haber acogido a los que abandonaban las llanuras a causa de los riesgos de la inestabilidad política, ahora las tierras de alta montaña habían llegado a padecer superpoblación. Por esto, a mucha gente no le quedó otro remedio que intentar establecerse en las tierras bajas.

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