viernes, 27 de mayo de 2016

Historia de Catalunya (Marca Hispanica [V])

Solo con la desmembración del califato cordobés, los condados de Urgel y de Barcelona pudieron pasar a la ofensiva y, como el resto de los estados cristianos, iniciar una expansión de su territorio mediante repoblación de tierras y conquistas militares con el apoyo financiero del cobro de parias a las taifas andalusíes a cambio de compromisos de no agresión.

Con el tiempo, los lazos de dependencia de los condados respecto de la monarquía franca se fueron debilitando. La autonomía se consolidó al afirmarse los derechos de herencia entre las familias condales. Esta tendencia fue acompañada de un proceso de unificación de los condados hasta formar entidades políticas más amplias.

El conde Wifredo "el Velloso" representó esta orientación. Su gobierno coincidió con un periodo de crisis que llevó a la fragmentación del Imperio carolingio en principados feudales. A partir de entonces, los feudos francos se transmitieron por herencia y los reyes francos simplemente sancionaron la transmisión. Wifredo fue el último conde de Barcelona designado por la monarquía franca y el primero que legó sus estados a sus hijos. Consiguió reunir bajo su mando una serie de condados pero no los transmitió unidos en herencia a sus hijos. Conde de Urgell y Cerdanya en 870, recibió en el año 878 los condados de Barcelona, Girona y Besalú de los reyes carolingios. A su muerte en 897, la unidad se rompió, pero el núcleo formado por los condados de Barcelona, Girona y Osona se mantuvo indiviso. De esta forma, se crea la base patrimonial de la casa condal de Barcelona, lo cual ha sido considerado por sectores de la historiografía catalana como el inicio de la independencia de la Marca Hispánica de estos condados, que se aglutinarían en el siglo XIV en el Principado de Catalunya.

Los condes que sucedieron a Wifredo al frente del condado de Barcelona mantuvieron su lealtad a los carolingios, incluso frente a los intentos de diversos usurpadores de ocupar el trono franco. Así, durante el reinado de Carlos el Simple se mantuvo la cronología según sus años de reinado en los documentos del condado, pero esta costumbre se interrumpió durante el gobierno de Raúl de Borgonya, y volviendo posteriormente a ser restaurada con el retorno de los carolingios al poder con Luis de Ultramar en 936. De todos modos, no consta que el conde Sunyer I fuese a rendirle homenaje personalmente ni que le jurase fidelidad, aunque sí acudieron diversos clérigos y magnates del condado.

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