En el año
732 al-Ghafiqí retomó la acometida contra el reino de los francos y
escogió la ruta de Pamplona y Roncesvalles para penetrar hacia la Galia
Aquitania. Tras la Batalla de Burdeos conquistó la ciudad y la saqueó con virulencia. El
duque de Aquitania Odón "el Grande" les salió al encuentro cuando los
invasores cruzaban el río Dordogne pero fue derrotado en la batalla del
Garona, por lo que se vio obligado a recomponer su relación con Carlos
Martel ofreciendole sumisión y ayuda para hacer frente a los musulmanes. Carlos Martel envió rápidamente un ejército mientras Al Ghafiqí avanzaba imparable. Después
de saquear la región de Poitiers, al-Ghafiqí prosiguió el avance hacia
el norte en dirección a la abadía de Sant Martí de Tours, pero en el
camino entre Poitiers y Tours le salieron al encuentro las fuerzas del
duque Odón y
los refuerzos enviados por Carlos Martel, entregándose la decisiva
"Batalla de Tours" en octubre de 732. Las tropas árabes fueron derrotadas y
al-Ghafiqí fue muerto. Los supervivientes se retiraron en desorden hacia Narbona. Tras
la batalla de Tours las nuevas agresiones de los musulmanes en la zona
de Arles y la alianza de Maurontus con Yusuf ibn Abd ar-Rahman
al-Fihri contra los francos obligaron Carlos Martel a promover una
nueva expedición reuniendo un gran ejército de francos y borgoñones que se apoderaron de Avignon. Después
de tomar la ciudad Carlos Martel atravesó el Ródano y entró en la Galia
Narbonense donde inició el Asedio de Arbuna (Narbona) el 737, ciudad
que finalmente no pudo tomar. El
742 el estallido de la Revuelta bereber del valí de Al-Andalus, y la
posterior Revuelta yemení del valí de Al-Andalus el 745 desembocaron en
la reconquista omeya del 756.
El 759, tras un asedio de siete años, los francos lograron la conquista de Arbuna. En el año 777, los gobernantes yemeníes de Al Tagr al-Ala, enfrentados al sirio Abd ar-Rahman I, el emir Omeya de Qurtuba, se sublevaron y aliarse con el emperador franco Carlomagno, quien aceptó la oferta de los representantes musulmanes de Djarunda, Barshiluna y Wasqa que ofrecieron sus territorios a cambio de apoyo militar, pero la campaña fracasó a raíz del Sitio de Zaragoza (778). El 785 las mismas élites locales que habían capitulado ante los musulmanes entregaron la ciudad de Djarunda, que estaba gobernada por el valí de Madinat Barshiluna Matruh ibn Sulayman, a las tropas de Carlomagno. Con la conquista de Girona la primera marca estableció sus límites en Tordera. La toma de Girona provocó varias expediciones musulmanas en el territorio perdido, entre ellas la del 793 dirigida por Abd-al-Malik ibn Abd-al-Wahid ibn Mughith, en la que inició el asedio de Narbona (793) y venció Guillermo I de Tolosa en la "Batalla de Orbieu". A la muerte de Hisham I del Emirato de Córdoba estaba en pleno conflicto, ya que su hijo al-Hàkam y estaba luchando contra las pretensiones de sus tíos Sulaymán y Abd-Allah ibn Abd-ar-Rahman, que se rebelaron a la muerte de Hisham I, y el 798 Guillermo de Toulouse, quien en nombre de Luis Pío coordinaría las operaciones convocando una asamblea a la que asistieron Alfonso II de Asturias y Bahlul Ibn Marzuk para definir los ataques en la frontera de al-Tagr al-Ala. El 800 el emperador franco Luis "el Piadoso" se diriguio a Barcelona, ya que el valí Sadun al-Ruayni, que había sido muy comprometido en la revuelta de Abd-Allah ibn Abd-ar-Rahman había ofrecido la ciudad a los carolingios, pero se desdijo y para proteger el flanco del ataque en la ciudad, el ejército inició el Sitio de Larida (800) y Wasqa, y se provocó una revuelta en Pamplona que acabó con la soberanía musulmana. En otoño del 800 se inició el sitio de Barcelona con tropas de Aquitania, Vasconia, Borgoña, Septimania y diversa maquinaria de asedio. El cabecilla musulmán Harun, emparentado con algunos nobles godos de la ciudad, asumió el gobierno interino, pero después de un asedio largo, el hambre hizo que los habitantes de Barshiluna abrieran las puertas a las tropas del ejército cristiano de Luis "el Piadoso" comandado por el duque Guillermo de Toulouse el 3 de abril del 801.
El 759, tras un asedio de siete años, los francos lograron la conquista de Arbuna. En el año 777, los gobernantes yemeníes de Al Tagr al-Ala, enfrentados al sirio Abd ar-Rahman I, el emir Omeya de Qurtuba, se sublevaron y aliarse con el emperador franco Carlomagno, quien aceptó la oferta de los representantes musulmanes de Djarunda, Barshiluna y Wasqa que ofrecieron sus territorios a cambio de apoyo militar, pero la campaña fracasó a raíz del Sitio de Zaragoza (778). El 785 las mismas élites locales que habían capitulado ante los musulmanes entregaron la ciudad de Djarunda, que estaba gobernada por el valí de Madinat Barshiluna Matruh ibn Sulayman, a las tropas de Carlomagno. Con la conquista de Girona la primera marca estableció sus límites en Tordera. La toma de Girona provocó varias expediciones musulmanas en el territorio perdido, entre ellas la del 793 dirigida por Abd-al-Malik ibn Abd-al-Wahid ibn Mughith, en la que inició el asedio de Narbona (793) y venció Guillermo I de Tolosa en la "Batalla de Orbieu". A la muerte de Hisham I del Emirato de Córdoba estaba en pleno conflicto, ya que su hijo al-Hàkam y estaba luchando contra las pretensiones de sus tíos Sulaymán y Abd-Allah ibn Abd-ar-Rahman, que se rebelaron a la muerte de Hisham I, y el 798 Guillermo de Toulouse, quien en nombre de Luis Pío coordinaría las operaciones convocando una asamblea a la que asistieron Alfonso II de Asturias y Bahlul Ibn Marzuk para definir los ataques en la frontera de al-Tagr al-Ala. El 800 el emperador franco Luis "el Piadoso" se diriguio a Barcelona, ya que el valí Sadun al-Ruayni, que había sido muy comprometido en la revuelta de Abd-Allah ibn Abd-ar-Rahman había ofrecido la ciudad a los carolingios, pero se desdijo y para proteger el flanco del ataque en la ciudad, el ejército inició el Sitio de Larida (800) y Wasqa, y se provocó una revuelta en Pamplona que acabó con la soberanía musulmana. En otoño del 800 se inició el sitio de Barcelona con tropas de Aquitania, Vasconia, Borgoña, Septimania y diversa maquinaria de asedio. El cabecilla musulmán Harun, emparentado con algunos nobles godos de la ciudad, asumió el gobierno interino, pero después de un asedio largo, el hambre hizo que los habitantes de Barshiluna abrieran las puertas a las tropas del ejército cristiano de Luis "el Piadoso" comandado por el duque Guillermo de Toulouse el 3 de abril del 801.
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